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Ultraportátiles: el hardware

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La primera generación de estos pequeños ingenios mezclaba pequeñas pantallas con procesadores de portátiles tradicionales, pero en la nueva hornada de dispositivos todo eso cambiará y tendremos con nosotros un equilibrio mucho mayor.

El coste de estas máquinas tenía que ser bajo, lo que hizo que los ingenieros que los diseñaron tuvieran que estrujarse la cabeza para poder ofrecer unas prestaciones y componentes adecuados para este tipo de máquinas. Tanto el Asus Eee PC 701 como el Everex Cloudbook fueron de los primeros en lanzarse, y definieron esta primera generación de ultraportátiles de bajo coste que tenía varias características diferenciadoras.

Procesador

Como comentábamos en la introducción, los procesadores de estos ultraportátiles no se diseñaron para este tipo de máquinas, y aunque los consumos del Celeron-M (Eee PC 701) y del VIA C7 (Cloudbook) eran reducidos para los márgenes en los que nos movíamos hace años, hoy en día las propuestas tenían que ser mucho más agresivas tanto en potencia como en consumo energético.

Los diseños de los ingenieros de Intel y VIA han cristalizado con los procesadores Atom y los Nano respectivamente, dos propuestas que parecen tener mucho futuro por delante y que los propios fabricantes de ultraportátiles de bajo coste estaban esperando como agua de mayo para sus nuevos desarrollos. La mayoría han esperado a poder contar con alguno de estos modelos en lugar de seguir optando por los antiguos modelos, y las ventajas serán muchas.

Una de ellas será la potencia: la nueva arquitectura de estas propuestas permite hacer más por menos, y de hecho algunos análisis previos de la plataforma Isaiah de VIA (en la que se basan los Nano) demuestran que nos encontramos ante una verdadera maravilla de la miniaturización: el rendimiento de los primeros microprocesadores de esta serie es nada menos que cuatro veces superior al de sus antecesores, los C7, y los Intel de Atom prometen rendimientos similares.

Pantalla

Mientras que los primeros Asus pecaron de apostar por unas prestaciones quizá demasiado reducidas, los nuevos modelos tanto de Asus como de otros fabricantes están comprendiendo las necesidades de los usuarios, que prefieren sacrificar algo de tamaño y peso para contar con un ultraportátil menos ultra y más portátil. Las pequeñas pantallas de 7 pulgadas fueron un primer acercamiento interesante al mercado, pero es evidente que trabajar durante largos periodos con este tipo de pantallas y con esas resoluciones acaba siendo algo incómodo.

De hecho, las pantallas también marcan el tamaño de los teclados de estos ultraportátiles, y el del Eee PC 701 ha sido objeto de debate por ser demasiado pequeño, y quizás inadecuado para aquellos usuarios con manos algo más grandes. Asus corrigió parte de su error con el Eee PC 900 que ya integra una pantalla de 8,9 pulgadas (aunque se conserva el mismo teclado) pero se espera que el modelo de 10 pulgadas también suponga un cambio en el teclado. Precisamente la diagonal de 8,9 pulgadas se ha convertido en un estándar intermedio entre la primera y la segunda generación: el HP 2133 MiniNote también hace gala de ella, mientras que los MSI Wind, que serán de los primeros en integrar Intel Atom, pueden presumir de una pantalla de 10 pulgadas.

Almacenamiento

Este tipo de soluciones comenzaron apareciendo con memorias Flash de 1, 2 y 4 Gbytes que caracterizaron a los distintos modelos del primer Eee PC. Dichas capacidades eran suficientes para albergar el sistema operativo, además de algunas pequeñas aplicaciones y los datos de los usuarios, pero de nuevo hemos asistido a una rápida revisión de estas configuraciones inciales.

Los Asus Eee 900 que se presentaron recientemente pueden presumir de contar con memorias de 4 Gbytes internas, además de discos SSD de 12 Gbytes (en la versión con Windows XP) y 16 Gbytes (en la versión Linux), lo que sin duda permitirá contar con muchas más posibilidades en el almacenamiento de datos. Las unidades SSD y las memorias Flash son una opción muy interesante por sus velocidades de transferencia, pero también por la ausencia de partes móviles, que permite que su consumo sea ínfimo.

Sin embargo, esas características pueden no ser demasiado importantes para otro tipo de usuarios que por el momento prefieren contar con más capacidad de almacenamiento. Everex fue la primera en apostar por el uso de discos duros convencionales para su Cloudbook, y esa moda no ha decrecido, sino que de hecho se ha prodigado en otros diseños que permiten aumentar la capacidad de almacenamiento integrando discos duros tradicionales (80 Gbytes parece ser la norma) que aumentan sensiblemente el consumo pero que suponen una opción muy cómoda para los usuarios que quieran almacenar gran cantidad de datos en estos pequeños portátiles.

Índice de contenidos

1. Introducción
2. Hardware
3. Software
4. Modelos disponibles

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