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Análisis

Canon 450D, un gran paso

La nueva propuesta de Canon para el segmento réflex amateur ha ganado en calidad, acabado y funcionalidades, convirtiéndose así en una excelente sucesora de la famosa 400D y una seria competidora de la Nikon D60. Entre las novedades, encontramos una óptica dotada de estabilizador, una enorme pantalla de 3″, la función LifeView, una batería más potente que anteriores generaciones y una mejor ergonomía. Un cóctel ganador.

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La nueva propuesta de Canon para el segmento réflex amateur ha ganado mucho en calidad, acabado y funcionalidades, convirtiéndose así en una excelente sucesora de la famosa 400D y una seria competidora de la Nikon D60. Entre las novedades, encontramos una óptica dotada de estabilizador, una enorme pantalla de 3 pulgadas, la función LifeView, una batería más potente que anteriores generaciones y una mejor ergonomía. Un cóctel ganador.

La gama de réflex amateur se compone de máquinas pensadas para aquellos que buscan una cámara de ciertas prestaciones, aunque con precios que siempre se mueven por o muy por debajo de los 1.000 euros. Canon abre una brecha en este segmento con al nueva 450D, digna sucesora de la 400D, un modelo que ya de por sí cosechó buenos éxitos y que, hoy por hoy, aún se puede encontrar en diferentes comercios a precios realmente interesantes.

En todo caso, centrándonos en el nuevo modelo, hay que destacar que el salto dado respecto a la anterior generación es realmente sorprendente. Sobre el papel, lo más llamativo es el nuevo CCD con una resolución de 12 MPx, lo que junto al procesador DIGIC III logra imágenes de gran tamaño y máxima calidad en definición, contraste y gestión de color. Ahora bien, basta tener la cámara en las manos para comenzar a notar múltiples cambios que hacen darse cuenta de la evolución sufrida, algo que notarán los poseedores de una 400D y aún más los que conozcan bien la exitosa 350D, un modelo con muchos años a sus espaldas.

Pantalla, controles y ergonomía

Si miramos la cámara por detrás el centro de atención es la impresionante pantalla de 3 pulgadas, que nos muestra en todo momento los ajustes de disparo que la cámara esté registrando. Se elimina de esta forma cualquier reminiscencia de las pantallas secundarias LCD monocromo, que durante mucho tiempo hemos visto en diferentes modelos. La visualización y resolución de la pantalla son excelentes, hasta el punto de que al revisar las imágenes desde la cámara, éstas realmente impresionan por su calidad. Eso sí, a plena luz del día tendremos que ajustar la iluminación al máximo si queremos distinguir algo, pues su visualización es complicada.

Ahora bien, las nuevas dimensiones de la pantalla han obligado a reubicar y distribuir buena parte de los botones que antes encontrábamos alrededor de esta, tal y como podéis observar a simple vista en la imagen superior, donde a la derecha tenéis una 400D y la izquierda la nueva 450D. Los resultados, en contra de lo que muchas veces ocurre, han sido bastante acertados, lográndose mejorar la facilidad para pulsar buena parte de los botones con una sola mano. Eso sí, la ubicación del botón ISO (foto inferior), junto al disparador y rueda de ajuste frontal, resulta algo incómodo y poco accesible dada su curvatura. Suerte que para muchos, apenas será necesario tocarlo al funcionar en la mayoría de las ocasiones en modo automático.

Lo que sí ha mejorado a nuestro gusto, y de manera muy considerable, es la ergonomía y tacto de la mano al sujetar la cámara. La empuñadura es ahora algo más gruesa lo que, unido a una ligera rebaja del peso frente a la 400D, hace que la cámara sea más cómoda y segura de sujetar. No obstante, no estaría mal contar con una empuñadura aún más gruesa, sobre todo si tenemos pensado utilizar ópticas de mayores dimensiones, que harán que los pesos se distribuyan de manera muy diferente. Eso sí, ahora disponemos de plásticos aparentemente de mejor calidad, y con ciertas zonas engomadas, lo que da mejor aspecto e incluso recuerda a modelos de mayor gama y precio.

Las mejores características

Llegados a este punto, y yendo más allá del comentado aumento de la resolución del CCD, vamos a respasar detenidamente algunas de las principales mejoras introducidas en la nueva 450D:

1. LifeView: Gracias a esta función, podemos levantar el espejo réflex y ver en la pantalla exactamente lo que está capturando el CCD de la cámara, es decir, lo que habitualmente ofrecen las cámaras de gama inferior. De esta forma podremos hacer ajustes muy precisos de enfoque y, sobre todo, de iluminación y sensibilidad antes de capturar la imagen. Aun así, hemos de tener presente de que se trata de una función más enfocada al usuario semiprofesional que al amateur y que por lo general tardaremos mucho más en realizar todos los ajustes que con el clásico método de calcular ya sea a ojo, o con ayuda de los automatismos, los valores más adecuados. Por otra parte, es importante tener presente que este modo consume una gran cantidad de batería, al obligar al CCD y pantalla TFT a permanecer conectados, al tiempo que hacemos al conjunto más proclive a la suciedad e incluso al calentamiento del propio CCD.

2. Como sistema de almacenamiento ahora se opta por tarjetas SecureDigital, frente al clásico sistema Compact Flash. Una mala noticia para los que pensaran reaprovechar sus antiguas tarjetas aunque, siendo realistas, es una buena decisión: las modernas SD son más pequeñas, ofrecen enormes cantidades de memoria (4 Gbytes e incluso más), son relativamente económicas y ocupan una tercera parte que las anteriores. Esto es algo importante, pues el zócalo de la cámara es también más reducido, quedando espacio para otras cosas.

3. Se anuncia un sistema de 9 puntos de enfoque mejorado respecto a versiones anteriores. Según nuestras pruebas los resultados son realmente excelentes, aunque no nos atreveríamos a afirmar que comparativamente mejores que frente a la 400D.

4. Pantalla TFT de 3 pulgadas que, como ya hemos explicado, ofrece una excelente presentación y resolución. Lo que sí se mantiene es el sensor de infrarrojos ubicado bajo el visor réflex, que detecta la cercanía de nuestra cara para desactivar inmediatamente la TFT, lo que logra reducir el consumo de batería considerablemente. Por otra parte, los colores de fondo de la pantalla de información ahora son personalizables desde el nuevo software.

5. El software ha sido ligeramente rediseñado. Primero para dar cabida a las nuevas funcionalidades (como LifeView) y segundo para hacer la vida algo más fácil al usuario. Así, las diferentes opciones se agrupan en diferentes pantallas de siete filas (como antaño), aunque las diferentes pestañas se diferencian por colores según su categoría y tipo. Además, contamos con una función para crear nuestro propio menú personalizado. De esta forma podremos elegir de entre todas las disponibles, qué siete opciones queremos tener a mano con sólo pulsar el botón Menú; un avance interesante, sobre todo para los usuarios que necesiten modificar muchos ajustes manuales.

6. La velocidad de disparo continuo ha sido mejorada, capturándose ahora 3,5 imágenes por segundo en calidad JPG, hasta un número total de 56 fotos, un margen más que suficiente para aquellos que busquen capturar el momento exacto en competiciones o situaciones complicadas.

7. La batería ofrece ahora 200 mAh más de capacidad, siendo algo más gruesa de las de las anteriores gamas 300/350/400D. Se mejora de esta forma uno de los puntos débiles de la anterior 400D y se compensa el mayor consumo energético de la nueva pantalla TFT con tecnologías como el LifeView. En todo caso, si somos conservadores utilizando la TFT y el flash, nos aseguran que podremos llegar a capturar ¡hasta 1.500 tomas sin necesidad de recargar la batería!

8. Mejoras de la calidad de imagen, como el conversor de 14 bits para el procesado de las fotos en la propia cámara, el optimizador de iluminación o un nuevo disparador retardado con intervalos variables a elegir, que permite seleccionar exactamente cuánto tiempo queremos esperar antes de que se produzca el disparo automático.

La óptica EFS 18-55mm, ahora estabilizada

Mención aparte merece el nuevo objetivo EFS 18-55mm con estabilizador, que se incluye de serie en el kit de venta de la 450D. Esta óptica, basada en la anterior de idéntica distancia focal ha mejorado mucho y por múltiples razones. La primera es evidente: ahora incluye el mecanismo estabilizador, lo que permite capturar imágenes más nitidas en condiciones de escasa iluminación o con velocidades de disparo lentas. La segunda es menos visible a primera vista, máxime si no conoces al detalle la óptica anterior: la calidad y sobre todo el ajuste de las diferentes partes ha mejorado sustancialmente. Así, el nuevo objetivo 18-55mm ahora sí parece un producto de alta calidad digno de una empresa como Canon, no como ocurría en el modelo anterior, donde las holguras de la lente eran más que evidentes y la terminación no era su punto más destacado.

Pruebas y conclusiones

A continuación podréis ver algunas pruebas capturadas con la 450D y la óptica incluida en el kit de serie (EFS 18-55). En todos los casos se trata de imágenes tomadas con los ajustes por defecto, aunque en condiciones de luz algo problemáticas al tratarse de días con claros y nubes, que arrojan una luminosidad demasiado clara en muchas de ellas. En todo caso, los ajustes obtenidos por defecto no son malos, mientras que el estabilizador no se ha comportado demasiado mal, aunque es mejorable. Esto es algo que puede comprobarse en las capturas tomadas en un garaje, sin flash, a mano alzada y con la iluminación propia de este lugar. Los resultados son mejores que con una cámara dotada de óptica convencional, pero se observa un ligero desenfoque. Por ello, nada comparable al incluido en la Nikon D60 que ya tuvimos la ocasión de analizar hace unas semanas, cuyo estabilizador batía todos los récords de eficacia logrados en nuestras pruebas.

Tras todo lo anterior, tenemos claro que la nueva 450D nos ha dejado un excelente recuerdo, fundamentalemnte porque supone un importante cambio cualitativo respecto a las generaciones anteriores y aun precio similar a los modelos que sustituye cuando estos salieron al mercado. Por ello, será una adquisción que bien merece la pena para aquellos usuarios poseedores de una Canon 300D o 350D, que podrán reutilizar sus ópticas y parte sus accesorios, pero disfrutando de prestaciones muy superiores. Para los que hayan comprado hace no mucho una 400D, el cambio quizá no sea tan ventajoso, aunque los múltiples detalles que ahora encontramos y la mejor calidad que en general derrocha el producto quizá bien valgan la pena si somos exigentes. En todo caso, y salvo por la eficacia del estabilizador de imagen integrado en la óptica, nos tememos que la nueva Canon 450D será un muy duro competidor para la excelente Nikon D60.

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