Conecta con nosotros

Análisis

TomTom GO 930, tu copiloto

El nuevo equipo tope de gama de TomTom aglutina detalles como la cartografía de Europa/EEUU/Canadá, un tamaño más compacto y el nuevo sistema de indicación de cambio de carril, gracias a que el guiado es mucho más seguro. A esto se unen otras funciones ya conocidas, como el acceso a los servicios de TomTom Plus, manos libres, reproductor de música, etc.

Publicado

el

El nuevo equipo tope de gama de TomTom aglutina detalles como la cartografía de Europa/EEUU/Canadá, un tamaño más compacto y el nuevo sistema de indicación de cambio de carril, gracias a que el guiado es mucho más seguro. A esto se unen otras funcionalidades ya conocidas, como el acceso a los servicios de TomTom Plus, manos libres, reproductor de música, etc.

 

El ritmo de presentación de nuevos modelos por parte de TomTom está siendo realmente vertiginoso, hasta el punto de que las nuevas series apenas integran alguna funcionalidad extra más que las anteriores, así como un diseño algo más moderno. En cualquier caso la base de los navegadores TomTom se mantiene casi inalterable: el software TomTom Navigator que tantos premios ha cosechado y tantos fans tiene en todo el mundo.

 

En esta ocasión analizamos el modelo más alto de gama presentado hasta el fecha, el GO 930 que, además de integrar toda la tecnología imaginable a día de hoy en un navegador GPS portable, como es habitual en la serie 9xx integra la cartografía de Europa, EEUU y Canadá. Dado que poca gente realmente necesitará contar con semejante cobertura geográfica, también se ofrece el GO 930 T, un navegador ligeramente más económico (unos 25 euros menos) que sólo cuenta con los mapas de Europa.

 

 

 

 

Primeras impresiones y tecnología

 

Desde el mismo momento de la apertura del empaquetado sabemos que no nos encontramos ante un producto de consumo del montón. El GO 930 destila calidad, y se nota nada más coger el producto en las manos y apreciar la buena terminación de su carcasa y los materiales empleados para la misma. Respecto a la serie GO 920 le diferencia el nuevo color negro, más exclusivo y elegante. El soporte es sin duda el punto que menos nos gusta. Mucho han cambiado las cosas desde la serie 910, cuando se recurría a un soporte de fácil colocación que aglutinaba todas las conexiones precisas (alimentación, antena GPS externa, audio, etc.). Imaginamos que los nuevos soportes son más económicos, pero es que son demasiado similares a los de las gamas más bajas y demasiado simples para un navegador que supera los 400 euros, al que se le exige algo quizá más elaborado y trabajado. Su sujección no es mala, aunque la ventosa requiere de habilidad para fijarla correctamente al parabrisas si no queremos que se nos caiga constantemente.

 

 

 

 

La pantalla, por su parte, ofrece un acabado mate y una luminosidad suficiente para un amplio rango de situaciones. Aun así, como ocurre en la práctica mayoría de los navegadores, se sigue echando de menos una mayor retroiluminación que permite visualizar mejor las pantallas a pleno sol. Respecto al sonido, tan bueno como es habitual en las gamas altas de TomTom, con un altavoz integrado realmente potente, y unas instrucciones vocales muy bien conseguidas.

 

 

 

 

El cable de alimentación de 12 voltios ofrece la clásica conexión estándar USB, mientras que el mando a distancia integrado ahora es Bluetooth, lo que ayuda a que funcione incluso desde los asientos traseros. Aun así, nunca hemos tenido demasiado claro el objetivo de un mando a distancia en un dispositivo como este, que debería ser de uso fundamental del conductor para el guiado, aunque puede tener su utilidad si usamos frecuentemente la función de reproducción de música y no se quiere molestar al conductor para cambiar de canción.

 

 

 

 

Interfaz y guiado

 

Como hemos empezado por comentar al principio, el software del nuevo GOP 930 apenas tiene diferencias apreciables a simple vista respecto al modelo anterior. Aun así es un aspecto que se perdona porque, bajo nuestro punto de vista, es de los mejores software de navegación que podemos encontrar hoy por hoy en el mercado. Es cierto que otras marcas cuentan con soluciones más preparadas en algún aspecto concreto, pero sólo la de TomTom ofrece el nivel de funcionalidad, eficacia y seguridad a todos los niveles. Empezando por la introducción de direcciones, contamos con el habitual teclado en pantalla que, gracias a los actuales modelos en formato panorámico, ofrece teclas más grandes y fáciles de pulsar. En este modelo, y para los más sibaritas, también existe la posibilidad de introducir las direcciones mediante comandos de voz: nosotros lo hemos probado y los resultados han dejado mucho que desear. La verdad es que fuimos incapaces de introducir la dirección completa por voz, aunque es un aspecto discutible porque la eficacia depende mucho del tono de voz, el ruido ambiental, la velocidad a la que hablemos, etc.

 

 

 

 

La pantalla de guiado, por su parte, es idéntica a cualquier otro modelo anterior, e incluso a los de gama más baja, aunque con algunas cosas extras que vamos descubriendo a medida que nos movemos. De entrada, las indicaciones visuales, al igual que las habladas, son muy detalladas, ya que indican el nombre de la calle o número de salida de la autopista junto al destino indicado en dicha salida. También contamos de serie con la ubicación de los radares fijos, aviso de velocidad máxima (donde la cartografía cuenta con es información) y una interminable lista de puntos de interés. Sin embargo, la tecnología más revolucionaria es la de indicación de carril. No es algo inédito de TomTom, de hecho la pantalla gráfica que nos aparecerá en pantalla es idéntica a la que podemos ver en otros GPS del mercado, por lo que imaginamos que viene integrada con la propia cartografía. Sin embargo resulta de extrema utilidad, sobre todo en desviaciones y carreteras donde nos encontramos múltiples desviaciones y la que tenemos que coger no siempre queda clara.

 

 

 

 

En estos casos, lo que ocurre es curioso y para nuestro gusto muy mejorable: supongamos que nos acercamos al desdoblamiento de una carretera, con dos o tres salidas posibles. Antiguamente, además de pintarse la línea del trayecto a seguir sobre el mapa mostrado en pantalla, simplemente se nos indicaría: «manténgase a la derecha, y tome la salida 4 con destino Burgos (es un ejemplo…)«. Ahora lo que ocurre es que unos cuantos cientos de metros antes de llegar a este punto desaparecerá la pantalla de guiado habitual y simplemente se nos mostrará un gráfico 3D representando todas las salidas presentes, con los nombres de los carteles literalmente iguales, indicándonos claramente la dirección a tomar. Qué duda cabe que resulta mucho más cómodo y claro que el sistema de siempre. Sin embargo, al desaparecer la pantalla de guiado y tardar unos segundos más en volver a aparecer tras tomar la desviación, te invade una cierta sensación de inseguridad. No tienes a mano el resto del camino a seguir, ni sabes si realmente no te estarás equivocando, pues el gráfico mostrado es genérico, y no suele corresponderse al 100% con la realidad. Y esto por no hablar del caso en que hayan hecho obras, y la situación de las salidas se haya modificado.

 

Funciones adicionales

 

Dejando a un lado el tema del guiado vale la pena detenerse en ciertas funciones adicionales, algunas ya presentes en versiones anteriores, que realmente marcan la diferencia respecto a otros productos. Desde el punto de vista práctico encontramos la posibilidad de conectar un cable/receptor TMC para poder capturar las alertas de tráfico, lástima que en nuestro país aún sea una tecnología que se encuentra literalmente en pañales por su escasa implantación práctica. Más útiles son los llamados servicios TomTom Plus que, gracias a la conexión Bluetooth y un móvil con la conexión de datos habilitiada, nos permite acceder en tiempo real a información de tráfico más fiable que la del TMC, información meteorológica de nuestra ubicación, puntos de paso o destino del viaje, e incluso la posibilidad de actualizar los radares en el momento. Todo ello, como es lógico, mediante cuentas de suscripción previa que en el caso del servicio de información del tráfico, y como ejemplo, sale por 39,95 euros para todo un año. Vía Internet, y ya desde casa, podemos descargar nuevas voces (algunas sólo para dar el cante delante de los amigos…), e incluso actualizar los mapas del navegador (también previo pago). Lo que sí es gratis es el servicio TomTom Map Share, que nos permite enviar y recibir actualizaciones de los propios usuarios con correcciones de la cartografía o avisando de cambios temporales o definitivos de la información de la misma.

 

 

 

 

También nos ha parecido realmente curiosa la función QuickGPSfix, gracias a la cual es posible que nuestro GPS se ubique mucho más rápido que antes. El principio consiste en contar con un pequeño fichero de información que permite predecir hasta cierto punto la ubicación más posible de los satélites y su identificación, con lo que en caso de que cambiemos de ubicación sin haber encendido el GPS, o estemos mucho tiempo sin conectarlo, tardará tan sólo unos segundos en reposicionarse frente a lo que ocurría antiguamente, cuando podía tardar varios minutos en empezar a localizar los diferentes satélites.

 

Dado que contamos con Bluetooth, en el GO 930 también encontramos un manos libres bastante funcional, que cuenta incluso con un sistema para responder automáticamente a las llamadas pasado un determinado tiempo, o la posibilidad de manejar directamente los contactos. El sonido no es mejor que un buen manos libres de instalación, pero puede resultar muy útil si cambiamos frecuentemente de coche, y no siempre tenemos un manos libres instalado. Más lúdica es la posibilidad de reproducir archivos de audio. Podemos alojarlos en una tarjeta SD, que luego insertaremos en el navegador. Lo bueno es que no tendremos que complicarnos la vida con cables de entrada de línea hacia la radio del coche: el GO 930 integra un emisor FM que permite seleccionar una frecuencia libre para emitir la música. Sólo tendremos que sintonizar dicha frecuencia en nuestra radio del coche para, en teoría, escuchar lo que reproducimos. Y decimos en teoría porque nadie debería llevarse a engaño: este sistema funciona realmente mal en las grandes ciudades y núcleos urbanos, pues la saturación de frecuencias FM es tal que resulta complicado encontrar alguna libre, y lo peor, a medida que nos movemos probablemente esa frecuencia tenga interferencias y tengamos que volver a cambiarla. Por ello, lo vemos una solución sólo práctica en zonas más apartadas y con menos densidad de emisoras. Y para los más ansiosos, también tenemos la posibilidad de visualizar fotografías en la pantalla del equipo introduciendo la tarjeta SD de la cámara en la ranura del navegador.

 

Para terminar, comentaremos dos puntos que nos han parecido especialmente interesantes. El primero es la integración de la información de la Guía Campsa en el propio navegador, lo que nos permite localizar más restaurantes, hoteles y puntos de interés, y con una mayor información sobre ellos. Desde luego es un punto a su favor, aunque la guía de siempre en papel nos parece más cómoda para localizar lo que realmente queremos en un momento dado. El segundo es una función que creemos vital en cualquier GPS, y que realmente sólo hemos visto en unos pocos modelos: se trata de contar con utilidades específicas para casos de emergencia. Lo fundamental es que el GPS nos ofrezca de manera clara y directa nuestras coordenadas geográficas para poder transmitirlas en cualquier llamada de emergencia. También podemos realizar la llamada de emergencia vía el manos libres, iniciar una ruta hasta el hospital/comisaría más cercana, guiado para llegar a pie a algún lugar en busca de ayuda, e incluso una guía de primeros auxilios que muestra en pantalla consejos prácticos médicos para enfrentarse a situaciones comunes en caso de accidente, lesiones o heridas.

 

Conclusiones finales

 

Lo hemos probado a fondo, y la verdad es que el nuevo GO 930 nos ha parecido un gran navegador. Ese típico producto que todo «tequi» querría tener en su vida, máxime si conduce y hace muchos kilómetros al año. Sin embargo estamos hablando de un equipo que se sitúa por encima de los 400 euros, incluso en la versión que sólo incluye cartografía europea. Es cierto que contamos con algunas funciones realmente diferenciadoras, pero la mayoría de los consumidores son bastante prácticos: ¿si puedo conseguir un XL Europa por 249 euros, para qué gastarme 200 euros más en un GO 930? ¿Por el QuickGPSfix, por el manos libres o el reproductor MP3, entre otras cosas? Pues quizá muchos estén dispuestos a ello, y sin duda no creo que les defraude este navegador, que representa lo más de lo más en sistemas de navegación portátil. Pero los que sólo busquen un navegador para ser guiados con la mejor eficiencia posible sin más, probablemente deban mirar modelos inferiores de la propia TomTom más económicos, pero con idéntico software de navegación y cartografía, así como una pantalla del mismo tamaño a partir de los modelos XL.

 

 

 

Lo más leído