Conecta con nosotros

Noticias

Cifrado cuántico, una realidad

Por primera vez se ha demostrado la transmisión de datos cifrados con un sistema de cifrado cuántico en una red de telecomunicaciones comercial. 41 partners de 12 países europeos han trabajado en este desarrollo desde abril de 2004. El resultado: el primer sistema comercial de comunicaciones que aplica un cifrado que teóricamente es totalmente «irrompible» gracias al uso de tecnologías cuánticas de generación de las claves.

Publicado

el

Por primera vez se ha demostrado la transmisión de datos cifrados con un sistema de cifrado cuántico en una red de telecomunicaciones comercial. 41 partners de 12 países europeos han trabajado en este desarrollo desde abril de 2004. El resultado: el primer sistema comercial de comunicaciones que aplica un cifrado que teóricamente es totalmente «irrompible» gracias al uso de tecnologías cuánticas de generación de las claves.

 

La demostración tuvo lugar en Viena, donde los responsables del proyecto SECOQC (Secure Communication based On a Quantum Cryptography) explicaron por primera vez cómo habían logrado transmitir datos a través de una red comercial cifrándolos mediante complejas técnicas de cifrado cuántico. Dada la vulnerabilidad de la mayoría de sistemas de cifrado actuales, la apuesta de este proyecto europeo es la de ofrecer un sistema de cifrado totalmente seguro e irrompible.

 

 

La Universidad de Bristol ha sido una de las grandes protagonistas de este desarrollo, y el profesor John Rarity del departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica ha sido el responsable de liderar el desarrollo de un sistema de cifrado cuántico de bajo coste, que además puede operar en diversos escenarios. Como explican en Physorg, las comunicaciones protegidas con este tipo de cifrado proporcionan seguridad a largo plazo, y por lo tanto se ajustan a las necesidades de seguridad de un buen número de organismos.

 

 

En ese mismo artículo explican el sistema: «la base es la de enviar flujos de partículas de luz (fotones) especialmente preparadas, para luego medirlas por las partes implicadas en la comunicación, y luego post-procesar esos datos obtenidos de la medición. El resultado es la clave criptográfica que se compone de cadenas de bits aleatorios idénticos en ambos extremos«.

 

 

La red en la que se demostró dispone de 6 nodos y 8 enlaces intermedios que se sitúan a distancias de entre 6 y 82 kilómetros. Los enlaces hacen uso de seis tipos distintos de tecnología de cifrado cuántico para la generación de claves, que están integradas en la red a través de interfaces estándares. Los potenciales usuarios de una red de este tipo en la práctica son evidentes: agencias gubernamentales, instituciones financieras y todo tipo de empresas en las que la seguridad de la comunicación sea crítica.

 

Lo más leído