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Análisis

Motorola RAZR2 V8

Lo compré porque estaba encantado con mi anterior V3 y la verdad es que no me ha defraudado por su mínimo grosor y buena calidad de la carcasa, con muchas partes metálicas que lo hacen muy resistente, pese a la «mala vida» que le he dado. Aun así, no todo es perfecto y asuntos como la batería o el teclado son mejorables… aunque son temas que paso por alto por su diseño y buen comportamiento.

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Lo compré porque estaba encantada con mi anterior V3 y la verdad es que no me ha defraudado por su mínimo grosor y buena calidad de la carcasa, con muchas partes metálicas. Aun así, no todo es perfecto y cosas como la batería o el teclado son mejorables… aunque son temas que paso por alto por su excelente diseño.

El RAZR2 V8 me lo regaló mi mujer casi nada más presentarse, justo durante las pasadas navidades. La verdad es que ya era un fan empedernido de Motorola gracias a su V3, del que he tenido dos unidades diferentes (la primera en plata y la segunda en rojo).

Lo primero que me gustó del nuevo V8 fue el tamaño y definición de su pantalla respecto al modelo anterior, así como su teclado, aparentemente más amplio y cómodo de utilizar. Además, aunque el tamaño a lo alto era ligeramente superior al V3, el grosor era mucho más fino, con lo que resulta un teléfono realmente cómodo de llevar en cualquier bolsillo, donde ocupa lo mínimo.

Respecto a las funcionalidades, la verdad es que yo uso las justas: hablar por teléfono, enviar SMS, utilizar el Bluetooth para conectarlo al manos libres del coche, y hacer alguna foto. Por eso no me importa mucho el hecho de que sea un teléfono GSM/GPRS.

Lo que sí tengo claro es que la autonomía de la batería es algo limitada, incluso más que con el V3, que tampoco era ninguna maravilla. En condiciones normales me dura un par de días sin entrar en reserva de batería, haciendo y recibiendo unas cuentas llamadas al día. Eso sí, como tenga un día intenso de llamadas, puedes acabar con la batería en un único día. Al menos puedes conectar el cable USB que incluye al PC de la oficina para recargarlo desde el propio puerto.

Por último, un fallo que he observado durante los últimos dos meses es que el teclado hace algunos falsos contactos, sobre todo en las teclas inferiores. No parece nada grave (ya tuve un problema similar con un Nokia hace años), pero me tocará llevarlo a la garantía para resolverlo.

Aun así, un terminal que a pesar de sus «peros» te conquista por su tacto, su tamaño, su excelente terminación y su buen funcionamiento. Quizá tiene que gustarte algo Motorola y sus terminales de concha, pero si quieres un terminal bonito para hablar y que no te pese demasiado, el V8 es excelente.

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