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Prevenir choques con la Tierra

El último desarrollo del MIT, cuatro cámaras digitales de más de un Gigapíxel (las más grandes jamás construidas) vigilarán el cielo instaladas en el telescopio Halekala Mountain. Una de sus misiones será la alerta temprana en caso de que un asteroide vaya a chocar con la Tierra. Estos sensores están diseñados para reducir el efecto borroso que provoca la atmósfera terrestre y conseguir imágenes más definidas.

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El último desarrollo del MIT, cuatro cámaras digitales de más de un Gigapíxel (las más grandes jamás construidas) vigilarán el cielo instaladas en el telescopio Halekala Mountain. Una de sus misiones será la alerta temprana en caso de que un asteroide vaya a chocar con la tierra. Estos sensores están diseñados para reducir el efecto borroso que provoca la atmósfera terrestre y conseguir imágenes más definidas.

Aunque parezca algo sacado de la Ciencia Ficción, en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) se toman muy en serio la posibilidad de que un asteroide u otro cuerpo celeste colisione con la Tierra y han desarrollado un sistema mediante sensores CCD especiales (los que se utilizan en la mayoría de las cámaras fotográficas) para conseguir un sistema de alerta temprana automatizado para este tipo de situaciones.

El sistema lleva por nombre Pan-STARRS (Panoramic Survey Telescope and Rapid Response System, telescopio de reconocimiento panorámico y sistema de respuesta rápida) y se basa en sensores desarrollados por el laboratorio Lincoln del MIT llamados OTCCD (Orthogonal Transfer CCD). Se trata de un tipo de CCD que detecta y cancela los efectos de movimiento aleatorio de imagen a nivel de píxel. Se trata de un sistema parecido al de la compensación de movimiento de ciertas cámaras convencionales, pero realizado a velocidad mucho más alta y con mayor resolución.

La labor principal de este sistema es la de eliminar el efecto borroso causado por la atmósfera terrestre en la observación de las estrellas. Los mencionados sensores son los más grandes fabricados hasta la fecha. Disponen de un tamaño de 1,4 Gigapíxeles y forman un cuadrado de 40 centímetros de lado. Cada sensor se compone de una cuadrícula de 64 x 64 sensores CCD con un tamaño de 600 x 600 píxeles.

La primera de las cámaras basada en este sistema ha sido montada en agosto de 2007. Además de la corrección de movimiento, esos sensores espaciales ofrecen más tolerancia a la saturación, con lo que es posible ver estrellas sin que el brillo de otros cuerpos cercanos en el plano las cubra. La sensibilidad de los OTCCD permite detectar estrellas con un brillo 10 millones menor que el que se puede ver a simple vista. El conjunto de las cuatro cámaras cubrirá un campo de visión de 3 grados, un ángulo equivalente a seis veces el diámetro de la luna llena.

Aunque también puede utilizarse para observaciones tradicionales, como hemos dicho, el objetivo del sistema es el de la detección de posibles colisiones de cuerpos con la Tierra. Cuando esté funcionando a pleno rendimiento, efectuará cada semana un barrido completo del firmamento visible desde Hawaii (aproximadamente tres cuartas partes del firmamento total) y las imágenes serán enviadas a un centro de computación de alto rendimiento en Maui para que sean procesadas.

Son necesarios sistemas muy potentes, ya que Pan-STARRS produce un fichero de imagen en formato RAW de 2 Gigabytes cada 30 segundos. Los ordenadores se ocupan de comparar las imágenes con los mapas estelares conocidos y de descartar la información superflua. Los resultados del procesamiento serán utilizados por los astrónomos para analizar si algún asteroide o cometa ha aparecido en el cielo y calcular su trayectoria cotejando imágenes tomadas en distintos momentos.

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