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Análisis

Toshiba Portégé G810

El fabricante japonés apuesta por la tecnología táctil para sus smartphones. Además de un hardware impresionante, el Toshiba G810 cuenta con una interfaz propia sobre Windows Mobile 6.1 más cuidada e intuitiva que acerca el dispositivo a todo tipo de usuarios. Este smartphone tiene todo lo que se le puede pedir a un terminal de gama alta.

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El fabricante japonés apuesta por la tecnología táctil para sus smartphones. Además de un hardware impresionante, el Toshiba G810 cuenta con una interfaz propia sobre Windows Mobile 6.1 más cuidada e intuitiva que acerca el dispositivo a todo tipo de usuarios. Este smartphone tiene todo lo que se le puede pedir a un terminal de gama alta.

 

 

 

Cuando Windows Mobile no es suficiente

 

El sistema operativo móvil de Microsoft se está quedando atrás. En la era post-iPhone los usuarios demandan interfaces muy visuales, intuitivas y preparadas para aprovechar al máximo la funcionalidad táctil que cada vez más dispositivos incorporan. A día de hoy la solución de Microsoft aporta una cantidad importante de aplicaciones disponibles, pero parece relegada a un segundo plano cuando hablamos de otros factores.

 

Empresas como HTC o la que nos ocupa, Toshiba, no tienen más remedio que añadir una capa de software que funcione sobre el sistema operativo y que remedie de alguna forma las carencias de éste sobre otras opciones del mercado.

 

Para el G810 la compañía recurrió a Spb Software (una empresa experta en software para plataformas móviles) para diseñar una interfaz moderna, con un aspecto y rendimiento muy mejorado sobre el sistema original. El resultado recuerda poderosamente a lo que vimos en el HTC Diamond y, como explicaremos de forma detallada a lo largo del análisis, cumple su propósito a medias.

 

 

Hablemos de hardware

El diseño del Toshiba Portégé G810 no enamora a primera vista. Sigue la senda de otros productos de la compañía, más centrados en la robustez y funcionalidad que en concesiones estéticas. Más preocupante que la mera presencia (que como solemos comentar es una cuestión puramente subjetiva), preocupa la calidad de los acabados. La marca ha optado por un plástico que no da buenas sensaciones al tacto, aunque en el uso diario ha demostrado resistencia a huellas y roces. De todas formas a este nivel de precios debemos exigir un poco más, máxime revisando modelos de la competencia.

 

La pantalla ocupa la mayor parte del frontal negro brillante del dispositivo. La calidad es notable (sobre todo el nivel de brillo) pero se echa de menos una mayor resolución (se queda en 320 x 240 píxeles) . En el tercio inferior veremos un pad de control, dos accesos directos, botones para responder y colgar y un botón «home« junto a otro de Windows. Se retroiluminan en un color azul intenso en condiciones de luz escasa. No son botones mecánicos sino que responden al tacto. Aunque funcionan con bastante precisión nos defraudarán si nos decidimos a instalar algún videojuego en el teléfono.

La parte posterior está recubierta de un plástico de tacto gomoso, que mejora el agarre del dispositivo y es resistente a manchas y huellas. En la parte superior veremos la óptica de la cámara de 3 megapíxeles junto al flash led.

El perfil guarda la primera sorpresa del G810. El puntero forma parte del borde de plástico gris, ocupando la mitad derecha del mismo. Está tan disimulado que es difícil localizarlo si no conocemos el dispositivo. Aunque puede parecer una solución práctica no nos parece la mejor opción porque obliga a diseñar un puntero poco ergonómico y corto (al fin y al cabo es un trozo del borde con punta redondeada). Además la forma de sacarlo requiere demasiada presión y pensamos que, a la larga, es fácil deformarlo o romperlo.

 

La buena noticia es que la interfaz táctil permite interactuar con los menús de forma cómoda usando el dedo aunque en aplicaciones de Windows Mobile o a la hora de configurar determinadas opciones tendremos que echar mano del puntero. Eso sí es dificil perderlo porque siempre notaremos que «falta algo«.

 

Siguiendo el perfil veremos que el G810 dispone de una ranura para tarjetas microSD de hasta 4 Gbytes de capacidad (sin tapa protectora), el botón de encendido, un acceso para el teclado en pantalla y el disparador para la cámara.

 

La carga y sincronización se realiza por su puerto mini USB. Un sobresaliente para Toshiba en este punto por usar un estándar de la industria y olvidarse de conectores propietarios que tantas molestias nos ocasionan a veces (sobre todo en dispositivos pensados para ir con ellos a todas partes). Podremos cargarlo con cualquier cable desde el PC o con un adaptador para la red.

 

En el apartado de conectividad el dispositivo alcanza la excelencia. Todas la posibilidades están contempladas, incluyendo HDSPA/HSUPA (permite alcanzar una velocidad teórica de 3,6 megabits de bajada y 1,4 de subida), WiFi 802.11 b/g y Bluetooth 2.0 con EDR.

 

El teléfono completa su dotación tecnológica con un receptor de GPS, radio FM, una cámara principal de 3 megapíxeles con autofocus y una secundaria con resolución VGA (para videollamadas).

A nivel interno el Toshiba Portegé esta gobernado por un procesador Qualcomm MSM7200, funcionando a 400 MHz y dispone de 256 Mbytes de memoria ROM y 128 de RAM. Aunque a priori nos parecia algo corto mueve la interfaz con soltura y no presenta problema alguno con las aplicaciones de Windows Mobile como vimos en nuestras pruebas de uso real.

 

Nuestras pruebas

 

Como solemos hacer con este tipo de dispositivos sometimos al Toshiba Portégé G810 a la prueba más dura: convertirse en nuestro teléfono de uso diario durante casi un mes.

 

Lo primero que llama la atención es el gran trabajo que ha hecho Spd Software con la interfaz. No solo permite manejar el 90% de las funciones del terminal sin «entrar« en Windows Mobile sino que está optimizado al máximo. La agilidad del sistema es sorprendente, mucho mejor que lo que vimos en otros terminales como el HTC Diamond. Eso sí, en cuanto instalamos aplicaciones de terceros toca «lidiar« con Windows Mobile.

 

Los usuarios que necesiten del sistema operativo de Redmond encontraran en el G810 un aliado, ofrece un rendimiento notable incluso con las aplicaciones más exigentes. No obstante, y como venimos comentado, en competencia directa con el Apple iPhone o la BlackBerry Storm, por citar dos ejemplos, el G810 se queda atrás: Windows Mobile («tuneado« o no) está muy lejos de la experiencia de usuario que ofrecen aquellos.

 

 

Nos ha gustado la respuesta de la pantalla, muy precisa con y sin puntero. No es necesaria hacer demasiada presión y la interfaz responde de forma instantánea. Lástima que no tenga mayor resolución porque la lectura de texto y la visualización de imágenes se resienten.

 

El menú principal ofrece acceso directo a las funciones más habituales, de una forma mucho más elegante y práctica que WM 6.1 por defecto. Todas las opciones, botones y controles de scroll están sobredimensionados, así que sólo necesitaremos el puntero en contadas ocasiones.

 

En programas encontramos los habituales de este tipo de dispositivos. Destacamos Blacklist, que permite bloquear llamadas, mensajes de una forma muy simple y efectiva y las versiones mobile de Word, Excel y PowerPoint, imprescindibles para muchos usuarios. El GPS detecta los satélites de forma casi inmediata y funciona perfectamente con Google Maps.

 

Como teléfono el G810 es fantástico. Calidad de sonido excepcional, buena cobertura en cualquier situación y una buena gestión de contactos, llamadas perdidas, mensajes… Lo único que notamos es el volumen en llamadas algo bajo, pero es probable que se resuelva en futuras actualizaciones del firmware.

 

 

Algunas funciones de Windows Mobile 6.1 están personalizadas como el gestor de conexiones, que permite seleccionar de forma sencilla si queremos activar WiFi, Bluetooth… La cámara funciona muy bien (aunque hay un molesto retraso desde que pulsamos el botón y se produce el disparo), y dentro sus limitaciones permite hacer fotos dignas. Eso sí, la interfaz es horrible, con iconos pequeños que no indican de forma clara la función que realizan. Es necesario echar un vistazo al manual.

 

El teléfono viene con una batería de iones de litio (1530 mAh) y en uso normal (llamadas, navegación… ) es fácil alcanzar los dos días. Si usamos mucho el GPS la autonomía baja de forma considerable (si pensamos usarlo en el coche es imprescindible adquirir el cargador). Por contra, nos sorprendió su rendimiento en sesiones intensas de navegación 3G, donde tuvo un comportamiento excepcional.

 

 

Conclusiones

 

El Toshiba Portége G810 es uno de los terminales más completos de mercado. A nivel de hardware cuenta con todas las tecnologías que se le pueden pedir a un dispositivo de este tipo. Si hablamos de software tenemos que alabar el gran trabajo de Toshiba y Spb software con una interfaz elegante y optimizada.

 

El terminal tiene todo lo que podemos esperar de un teléfono de gama alta y aunque no nos ha gustado demasiado el aspecto (tosco y con demasiados plásticos) y el volumen máximo en llamadas se queda corto, es uno de los mejores smartphones con Windows Mobile que podemos encontrar en el mercado. 

 

Me encargo de traer innovación y nuevo negocio al grupo TPNET. Además colaboro en varios de nuestros sitios como MC y MCPRO.

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