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¿Es útil la tecnología táctil?

Una de las modas de los últimos meses en el terreno de la informática ha consistido en adaptar todo tipo de dispositivos para que dispongan de una interfaz táctil. Ahora bien: ¿es realmente válida esa idea en todos los casos? Aunque los smartphones de última generación sí aprovechan muy bien este tipo de concepto, parece que su llegada al mundo de PCs y portátiles no está causando tanto impacto, y muchos dudan de su futuro.

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Una de las modas de los últimos meses en el terreno de la informática ha consistido en adaptar todo tipo de dispositivos para que dispongan de una interfaz táctil. Ahora bien: ¿es realmente válida esa idea en todos los casos? Aunque los smartphones de última generación sí aprovechan muy bien este tipo de concepto, parece que su llegada al mundo de PCs y portátiles no está causando tanto impacto, y muchos dudan de su futuro. 

 

La idea de la interfaz táctil ha revolucionado el diseño y desarrollo de diversos tipos de dispositivos: los teléfonos móviles han sido los claros beneficiados de un modelo que da acceso a nuevas e interesantes funciones, pero otros gadgets relacionados con la movilidad también comienzan a aprovechar esa tecnología para ofrecer un modo de control distinto, más natural.

 

 

Sin embargo, su aplicación en portátiles y PCs de sobremesa está siendo tímida, y no tan exitosa: los Tablet PC ya han demostrado que en realidad sus pantallas táctiles (que no multi-táctiles) sólo atraen a un escaso mercado, y parece que el futuro de la tecnología multi-táctil en este tipo de máquinas tiene un futuro complicado. La razón es simple: no es natural estar toqueteando la pantalla de un portátil. Como indican en jkOnTheRun, no es cómodo, y obliga al usuario a quitar las manos de donde reposan habitualmente para controlar ciertos apartados a través de gestos táctiles.

 

En MuyComputer hemos podido constatar este hecho con el análisis del HP TouchSmart iQ500.es, un ordenador de sobremesa al estilo de los iMac de Apple cuya gran pantalla tenía sensores táctiles. La idea es interesante, pero sólo ciertos apartados controlados mediante software específico de HP permiten aprovechar la tecnología, y además eso obliga como decíamos a «alargar» nuestros brazos de forma algo poco natural. Lo mismo ocurriría con otras soluciones de este fabricante de las que ya hemos hablado, como el HP TouchSmart Tx2 o el propio sucesor del iQ500, el iQ800.

 

El fenómeno de las pantallas táctiles se ha extendido por ejemplo al mundo de los netbooks, donde existen métodos para convertir las pantallas de estos pequeños portátiles en pantallas táctiles, pero de nuevo sus aplicaciones son discutibles. Lo que sí parece funcionar es el touchpad multi-táctil que se ha integrado en los nuevos MacBooks e incluso en algunos netbooks de última generación. De nuevo, el secreto de su buen comportamiento reside en el hecho de que la posición de las manos es natural. Así pues, y tal y como indican en jkOnTheRun, puede que la interfaz táctil no tenga sentido en todos los casos.

 

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