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Análisis

HP Compaq Mini 700

Un netbook que viene a reforzar la gama de HP, dando un salto cualitativo respecto a los modelos anteriores gracias al procesador Intel Atom y la mejora de rendimiento que conlleva. Además, es uno de los dispositivos más ligeros del mercado, lo que incide en un aspecto clave en este tipo de dispositivos: la portabilidad. Un producto a tener muy en cuenta.

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Un netbook que viene a reforzar la gama de HP, dando un salto cualitativo respecto a los modelos anteriores gracias al procesador Intel Atom y la mejora de rendimiento que conlleva. Además, es uno de los netbooks más ligeros del mercado, lo que incide en un aspecto clave en este tipo de dispositivos: la portabilidad. Un producto a tener muy en cuenta.

Poco a poco las mayoría de las marcas van completando su segunda hornada de netbooks, un segmento cada vez más importante para muchos fabricantes que sigue creciendo. HP, como no puede ser de otra forma, se ha posicionado rápidamente en este nuevo mercado y, después del intento con el Compaq 2133 con la CPU VIA, apuesta por un nuevo dispositivo que se nutre del procesador más habitual en este tipo de dispositivos, el Intel Atom. En MuyComputer ya hemos hablado de forma muy extensa sobre ventajas e inconvenientes de ambas soluciones.

El HP Mini 700 es uno de los netbooks con mejor diseño del mercado.

Lo primero que nos llama la atención nada más abrir el netbook es su cuidado diseño. Un color negro brillante y sus líneas curvadas ya le distancian respecto otros modelos, menos trabajados en este aspecto. La estética ya fue un punto muy destacable del Compaq 2133 y la volvemos a ver muy cuidada en este HP Mini 700. El acabado metálico se ha sustitudo por un plástico negro de alta calidad (similar a lo que hemos visto en algunos HP Pavilion recientes) realmente elegante, aunque propenso a atrapar polvo y huellas con suma facilidad.

Ya desde los primeros minutos de uso nos damos cuenta de su ligereza, algo que resultó ser uno de sus mejores detalles. Concretamente, no supera los 1,02 kilos, lo que le sitúa a la cabeza de todos los dispositivos del mercado en la actualidad (siguiendo la definición clásica de netbook como ordenador ligero pero económico). Sus dimensiones son las habituales en este tipo de ordenadores aunque sorprende un grosor de sólo 2,2 cm. En resumidas cuentas el HP Mini 700 es uno de los netbooks más portables que podemos encontrar en el mercado.

Como ocurría en el Compaq Mini 2133, tiene un botón en su parte frontal que permite deshabilitar el adaptador WiFi, por lo que es posible ajustar el consumo energético en caso de no ser necesario su uso. También cabe destacar que el tamaño del teclado sólo se ha reducido un 8%, por lo que escribir con el Mini 700 no resulta ni complicado ni incómodo.

A nivel interno también econtramos novedades, siendo la más importante el cambio de microprocesador. Se ha pasado del uso de un modelo de VIA al ya muy común Atom de Intel, concretamente un N270, que funciona a una frecuencia de 1,60 GHz.

Esto tiene dos consecuencias claras para el usuario: la primera es la mejora en el rendimiento globarl del ordenador, que ha aumentado de forma significativa, tanto es así que la apertura de ciertos programas que con el Compaq tardaban algunos minutos en realizarse por completo (un ejemplo es The Gimp, un software de edición de imágenes), ahora se ejecuta casi de forma instantánea. El segundo resultado a considerar es el del consumo. Atom no gestiona mal este apartado, pero su alta frecuencia le hace necesitar mayor “materia prima”, especialmente al realizar operaciones de alto rendimiento. Por lo tanto, la batería de tres celdas se consume más rápidamente y sale peor parado en este punto que otros netbooks que han pasado por nuestro laboratorio.

Probamos el ordenador con el software más habitual, como Office, varios navegadores web, alguna herramienta sencilla de retoque… y comprobamos que su rendimiento es fantástico. Lamentablemente la batería es decepcionante y apenas llega a las 2 horas y media de uso intensivo (podemos mejorar este tiempo algo más dependiendo del uso que hagamos de la conectividad inalámbrica).

Con aplicaciones de entretenimiento, como por ejemplo los juegos, la calificación final sólo puede ser definida como pobre. Esto es algo normal ya que el adaptador gráfico que incluye es un Intel GMA950 integrado en placa, el habitual en este tipo de dispositivos (olvídate, incluso, de ejecutar títulos on-line). Tampoco nos ha gustado demasiado el que, consideramos, excesivo tiempo que lleva el inicio del sistema operativo (podemos solucionarlo en parte optimizando XP para que cargue sólo lo imprescindible). Todo esto puede mejorar con el aumento de la memoria RAM hasta los 2 Gbytes (sólo dispone de 1 Gbyte… cosas de la licencia de Windows XP), algo que resulta bastante económico y sencillo. En definitiva, que se puede decir que el equipo cumple para lo que está pensado: excelente en la navegación web y el software ofimático.

La ergonomía del touchpad de este netbook es exactamente igual de mala que en el resto de los modelos que existen en el mercado. Es incomprensible que, todavía, se incluyan los botones en los laterales… teniendo en cuenta que en los portátiles siempre se incluye debajo. Problemas de espacio, claro, pero que obligarán a cargar con un ratón si queremos estar más de media hora trabajando.

En el HP Mini 700 encontraremos dos puertos USB 2.0 (lo habitual es tener uno más), salida para auriculares, Ethernet, lector de tarjetas de memoria (MMC/SD) y, cómo no, el “pack” completo de las inalámbricas actuales: Bluetooth y WiFi 802.11 b/g. Cabe destacar esta última, ya que ofrece un rango de cobertura excelente. Sin duda, este es un detalle excelente para un equipo destinado a ser llevado de un sitio a otro de forma habitual.

En el lado negativo encontramos la ausencia de una salida de vídeo estándar. Un fallo muy importante para usuarios que realizan presentaciones o que gustan de usar un monitor externo cuando trabajan en casa y que obliga a adquirir un cable propietario por separado.

Para finalizar, es importante destacar un par de detalles interesantes. El primero es que HP ha variado, con acierto, su idea original que mostró con el Mini 2133 de incluir como sistema operativo Windows Vista. En esta ocasión ofrece Windows XP en la versión específica para este tipo de equipos. El rendimiento general es mejor, como es de esperar en un PC que dispone de 1 Gbyte de RAM para funcionar. La segunda es la pantalla de 10,2 pulgadas. Ésta, de una resolución de 1.024 x 600, es de una excelente calidad y unos niveles de brillo y contraste excelentes.

Conclusiones

Un equipo con muy buenos detalles pero también con alguna laguna importante. En el lado positivo la calidad de su pantalla, un cuidado diseño y un teclado fantástico. Inexplicable que no disponga de una batería mejor (pensamos que la autonomía es clave en un netbook) ni de una salida de video estándar.

Con un precio de 399 euros es una alternativa muy interesante si buscamos ligereza y un teclado cómodo frente al resto de netbooks que nos ofrece el mercado, pero esperamos ver corregidos algunos aspectos negativos en próximos modelos.

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