3.771 km con 1 litro de gasolina

Microjoule, un vehículo diseñado por estudiantes del Instituto St. Joseph La Joliverie de Nantes, ha ganado la XXV Eco-Marathon que patrocina la petrolera Shell, recorriendo 3.771 kilómetros con un litro de gasolina. El Microjoule se ha impuesto a 202 equipos formados por estudiantes de 30 países en una maratón ecológica en la que no gana el vehículo que más corra, sino el que menos consuma. Al vehículo francés le han faltado 60 kilómetros para batir el récord mundial que él mismo posee.

Microjoule, más parecido a una nave espacial, pasa por ser el automóvil más eficiente del mundo, siendo capaz de recorrer 14.357 kilómetros con un consumo de 4,54 litros de Bioethanol. El coche pesa tan sólo 30 kilogramos, mide 3 metros de largo, 70 centímetros de ancho y 50 de alto. En su interior se acomoda un sólo conductor que viaja acostado para mayor penetración aerodinámica del bólido, construido en fibra de carbono. El Microjoule ha ganado la carrera de Shell en varias ocasiones y ostenta el récord mundial de la especialidad aunque para conseguirlo sea más lento que una persona corriendo.

La carrera de la petrolera, se divide en dos categorías, la denominada “Prototipos”, vehículos tipo cohete con tres ruedas, y “Urban Concept”, coches similares a los que se venden para el gran consumo. El objetivo es idéntico: recorrer el mayor número de kilómetros posibles con un litro de combustible y avanzar en el desarrollo de la eficiencia energética en automóviles.

De los 91 participantes con marca, 63 utilizaban gasolina, 11 hidrógeno, 8 diesel, 5 ethanol, 3 gases licuados del petróleo y uno gas licuado. El relativo menor número de propulsores funcionando con hidrógeno se explica por el alto coste de sus pilas, inalcanzables para los presupuestos de los equipos universitarios. Entre la participación española destacó el equipo de la Universidad Politécnica de Valencia, que alcanzó el puesto vigésimo sexto al recorrer su vehículo 1.108 km con el litro de combustible empleado.

Fuente y más información en El Economista