Kingston DDR3 HyperX

La memoria es un componente barato, fácil de conseguir y hasta de instalar. Pero si se busca la excelencia de una configuración es preciso dedicar tiempo a la elección de la más adecuada, veloz y fiable. Los equipos con procesadores Core i7 son especialmente «delicados» en este sentido, pero Kingston tiene soluciones para ello.

El kit está formado por tres módulos de memoria de 2 Gbytes cada uno para un total de 6 Gbytes con una velocidad de hasta 2.000 MHz.

En un momento en el que la memoria parece más barata que nunca, con propuestas tan interesantes como 6 Gbytes de memoria DDR3 por menos de 90 euros y módulos de 2 Gbytes DDR2 por menos de 25 euros (referencias tomadas de APPInformática), parece innecesario gastarse mucho más dinero en este aparentemente insulso componente. Pero lo cierto es que para conseguir el máximo rendimiento en un equipo y especialmente de gama alta, la memoria tiene que ser suficientemente rápida como para no convertirse en un cuello de botella.

Con Windows 7 aún está por llegar una nueva generación de aplicaciones y el paso definitivo a los 64 bits. Sin ir más lejos, con Windows 7 llegará Windows XP virtualizado, donde todo un sistema operativo se ejecutará «dentro» de otro. Aplicaciones ejecutándose simultáneamente, juegos o varios usuarios conectados remotamente a un mismo equipo son escenarios donde la memoria tendrá que funcionar con la mayor solvencia posible.

La altura de los módulos una vez montados en la placa es considerable. En este caso no ha habido problemas con ningún otro componente, pero es un aspecto que se debe tener en cuenta.

En el momento presente, los procesadores más potentes están dentro del repertorio de Intel. Con el Core i7 965 como máximo exponente de una arquitectura revolucionaria capaz de procesar un elevado número de instrucciones por ciclo de reloj tanto en 32 bits como en 64 bits y un controlador de memoria DDR3 integrado en el procesador y de triple canal.

Con este triple canal, el ancho de banda para la memoria aumenta frente al doble canal tradicional. En concreto se pasa de tener un ancho de memoria de 128 bits a 192 bits. El ancho de banda se obtiene multiplicando el número de bits por la frecuencia de trabajo de los módulos. de modo que para una velcodad «estándar» de 1.066 MHz se tiene un ancho de banda de (192 bits x 1.066 MHz)/ (8 x 1024). Es decir, 25 GB/s más o menos. Para una frecuencia de 1.600 MHz, esta cifra asciende a unos 38 GB/s y para 2.000 MHz, el valor es de 48 GB/s.

El valor máximo que permite el controlador de memoria de Core i7 es de 64 GB/s. Como se puede ver, la importancia de la frecuencia es notable. Además, hay otros parámetros que define a un módulo RAM, como la latencia y la temporización de control. Para los procesadores Intel Core i7 hay otro factor determinante para elegir un determinado tipo de memoria: el voltaje. Tiene que ser de 1,6V o inferior para evitar daños en la electrónica.

Las placas base deberían tener este aspecto bajo control, pero en algunos casos, activando las opciones de overclocking se puede dejar una puerta abierta para sobrepasar este valor si los módulos están preparados para admitir voltajes por encima de los estándares JEDEC, hasta límites tan elevados como 2,1 V.

La configuración en la BIOS es sencilla en el caso de la placa ASUS Rampage II Extereme. Las opciones de overclocking son claras y no conducen a errores, aunque como siempre en estos casos es conveniente tener algunos conocimientos mínimos sobre los parámetros que intervienen.

Kingston, con el kit HyperX Kingston KHX16000D3ULT1K3/6GX compuesto por tres módulos de 2 Gbytes consigue una propuesta casi perfecta para los entusiastas y overclockers. Se trata de tres módulos específicos para configuraciones de triple canal que aseguran que el voltaje no supera los valores JEDEC ni siquiera a 2.000 MHz, con una latencia que en la práctica se puede configurar como CL8 a 2.000 MHz, con una temporización 1T.

Además, es compatible con los perfiles X.M.P. (Extreme Memory Profile) definidos por Intel como una extensión de la especificación DDR3. De este modo, con módulos compatibles con estos perfiles sólo hay que elegir el nivel de overclocking deseado y el sistema configurará las temporizaciones y voltajes del modo óptimo. Este es el caso de estos módulos Kingston, donde el funcionamiento a la máxima frecuencia se consigue sin más que elegir el perfil XMP apropiado.

En las pruebas con programas como Sisoft Sandra o el benchmark integrado en el propio sistema operativo Windows 7 se consiguieron los mejores resultados en ámbitos tales como la latencia, con 54 ns, o el ancho de banda, como se refleja en el benchmark Sisoft Sandra.

La placa base empleada para las pruebas es una ASUS Rampage II Extreme, junto con un procesador Core i7 965 y una fuente de alimentación Enermax Revolution 1.050. Con esta configuración de base y Windows 7 RC1 de 64 bits como sistema operativo el funcionamiento del sistema se mantuvo estable en todo momento y se obtuvieron unos resultados realmente notables.

Especialmente interesante es el resultado en el índice de rendimiento de Windows 7, donde esta memoria, con el perfil XMP 2000, consiguió el resultado máximo de 7,9 puntos  directamente y sin realizar más ajustes que la selección del perfil en la BIOS. De todos modos, en las pruebas con aplicaciones reales no sintéticas, la ventaja obtenida a partir del uso de esta memoria fue marginal. 300 puntos en PC Mark Vantage,o algo más de 100 en 3D Mark Vantage no son espectaculares en sí mismos. pero en última instancia el rendimiento máximo se consigue a costa de tener los mejores componentes con el mayor potencial posible. Esas diferencias se midieron configurando la memoria con una velocidad de 860 MHz, y posterioremente aumentando a 2.000 MHz.

Conclusiones

Kingston consigue de nuevo con su memoria HyperX situarse a la cabeza en cuanto a estabilidad, rendimiento y potencial para overclocking. La compatibilidad con los perfiles X.M.P de Intel está fuera de toda duda y las temporizaciones que se pueden alcanzar con este kit de 6 Gbytes de capacidad total y 2.000 MHz son de las mejores del mercado.

En la práctica no todas las aplicaciones consiguen aprovechar al máximo su potencial, pero sin duda está ahí a la vista de los resultados en las pruebas de rendimiento sintético.