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Actualiza tu PC para Windows 7

Ha llegado el momento, se acerca el lanzamiento de Windows 7 pero ¿está preparado tu ordenador? Si tienes un PC de hace algunos años no desesperes, se puede actualizar cambiando algunos de los componentes. En nuestro laboratorio hemos elegido un PC de hace cuatro años y hemos medido sus prestaciones antes y después de actualizar tres componentes importantes, la memoria, el disco duro y la tarjeta de vídeo, en Windows Vista pero sobre todo con Windows 7 RC.

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Ha llegado el momento, se acerca el lanzamiento de Windows 7 pero ¿está preparado tu ordenador? Si tienes un PC de hace algunos años no desesperes, se puede actualizar cambiando algunos de los componentes. En nuestro laboratorio hemos elegido un PC de hace cuatro años y hemos medido sus prestaciones antes y después de actualizar tres componentes importantes, la memoria, el disco duro y la tarjeta de vídeo, en Windows Vista pero sobre todo con Windows 7 RC.

Habíamos aplazado la cuestión todo lo posible, pero ya no podemos demorarla más. No es que nuestro ordenador sea viejo, pero si queremos que funcione con todas garantías y saque el máximo partido al nuevo Windows 7 tenemos que ir pensando en actualizarlo. Si tenemos un ordenador de hace cuatro o cinco años, es posible que Windows 7 pueda funcionar correctamente en él, pero sus prestaciones no serán óptimas.

Si nos planteamos una actualización, nuestra recomendación para aprovechar al máximo el presupuesto es que tengamos en consideración tres componentes a ampliar. El primero la memoria, es el más rentable y con el que notaremos una relación precio / aumento de prestaciones más grande. Con aumento de prestaciones, como veremos, no nos referimos solamente a la velocidad de ejecución.

Otro componente importante es la tarjeta gráfica. Podría parecer un capricho, una ampliación que solamente nos permitirá ejecutar juegos de forma más rápida, pero con la profusión de efectos gráficos como las transparencias y las animaciones en las ventanas de Windows 7, actualizar a una tarjeta gráfica más potente y compatible con las últimas librerías DirectX de Microsoft puede notarse bastante en las prestaciones.

Finalmente nos ocuparemos del disco duro. No solamente mejoraremos la velocidad de transferencia que será importante en las operaciones que realice Windows con el disco, sino que un aumento de tamaño permitirá que almacenemos más contenido multimedia de alta definición. Además es otro componente que ofrece una buena relación precio / capacidad de almacenamiento.

Para este artículo hemos querido realizar un caso práctico con componentes reales. Estas son las especificaciones de partida:

– Procesador: Pentium 4 a 3,2 GHz.

– Placa base: Barebone MSI Mega mPC 945.

– Memoria: 1 Gbyte DDR 400.

– Tarjeta gráfica: ATI Radeon X700.

– Disco duro: Serial ATA 320 Gbytes.

– Fuente de alimentación: 260 vatios.

Al realizar pruebas con la evaluación de experiencia de Windows los índices globales fueron de 3,7 para Windows Vista y 3,9 para Windows 7. El talón de Aquiles en ambos casos fue el rendimiento en juegos. Las pruebas de rendimiento del disco duro mostraban un 4,2 en Windows 7. Para probar la memoria hemos abierto varias ventanas de explorer para comprobar cuándo el sistema empezaba a hacer swap a disco. Dependiendo de las cirsunstancias, el sistema empezaba a ralentizarse a partir de las ocho ventanas abiertas.

Como hemos anticipado, nuestro objetivo será actualizar los componentes clave para obtener un importante aumento en prestaciones a un precio asequible. Para elegir los componentes adecuados hay que tener en cuenta por un lado la calidad de los mismos, sobre todo si queremos que el PC nos dure mucho tiempo. En nuestro caso hemos elegido primeras marcas y buenas prestaciones.

Otro factor importante es la limitación de la fuente de alimentación. En el caso de la tarjeta gráfica, no podremos instalar una demasiado potente, pues la fuente no tiene una capacidad de alimentación ilimitada. Tendremos que elegir el modelo de forma cuidadosa calculando el consumo total de energía, tal y como explicamos en un artículo anterior. Otra posibilidad es cambiar la fuente, pero en el caso que nos ocupa (un barebone) no es posible. Además queremos mantener el consumo y el ruido del sistema lo más bajo posible.

Los componentes elegidos para la ampliación fueron los siguientes:

– Memoria RAM: Un Kit de Kingston de dos módulos de 184 pines de 1 Gbyte 400MHz DDR Non-ECC CL3 (3-3-3) . El número de serie es el KVR400X64C3AK2/2G.

El precio es de 70 euros aproximadamente.

Hemos elegido a Kingston pues se trata de un kit que tiene garantía de por vida, de los más fiables en DDR a 400 MHz y que incluso tiene algún margen para el overclocking gracias a su calidad, aunque en este caso no vamos a meternos en este tipo de operaciones. La instalación es sencilla y no presenta ninguna dificultad. La elección de un kit de dos módulos es obligada pues el barebone no admite más.

Los módulos se ofrecen en una práctica funda antiestática que nos servirá para tener a buen recaudo los DIMM que retiraremos. Para la instalación tendremos que ser cuidadosos en no tocar los bornes y no forzar los zócalos. Podemos ver cómo instalar módulos de memoria paso a paso en nuestro artículo práctico al respecto.

– Tarjeta gráfica: En este caso, como hemos visto, la elección no ha podido ser a capricho y hemos elegido un modelo que no consumiera demasiada energía. Hemos optado por una tarjeta gráfica ATI HD 2600 XT de 512 Mbytes de VRAM se Sapphire.

El precio es de unos 90 euros.

No se trata del último grito en tarjetas gráficas pero es compatible con Directx 10 y consume poca energía. En el apartado del ruido, que también es importante, el nivel es bajo. Existen modelos de refrigeración pasiva más silenciosos aún.

– Disco duro: En este caso invertimos en capacidad y fiabilidad a la vez, eligiendo un Western Digital Caviar Green de 2 Tbytes. Se trata de un disco con 32 Mbytes de caché capaz de tasas de transferencia de 3 Gbits por segundo a través de serial ATA.

El precio es de unos 300 euros.

Es quizás el capricho más grande que nos hemos concedido, pero con el objetivo de que nunca se nos agote el espacio en el disco y que la unidad pueda adaptarse sin problemas a ser utilizada en futuros ordenadores que adquiramos. Se trata de una unidad rápida y silenciosa que tiene la característica de ahorrar energía en el funcionamiento del PC, tanto en actividad como en reposo.

El total de la actualización ha sido de unos 460 euros, una actualización planteada para durar y que podremos amortizar. Sin embargo es una ampliación de máximos, que podemos rebajar haciendo elecciones más conservadoras. En cualquier caso, para un presupuesto más ajustado, recomendamos renunciar a prestaciones (capacidad de disco duro, memoria de la tarjeta gráfica) antes que a la marca. Hay que plantearse qué tipo de ordenador podemos adquirir por 470 euros y si merece la pena el cambio.

El resultado final de la actualización podemos verlo en el índice de experiencia Windows que ha obtenido el ordenador después del cambio de componentes: un 4,2. Los resultados más espectaculares han sido para la tarjeta gráfica, sobre todo en juegos (de 3,9 a 5,2), y para el disco duro, de ( de 4,2 a 5,9). Como era de esperar, la diferencia de rendimiento en la RAM no ha sido significativa en el índice.

Todo lo contrario de lo que ha sucedido en las pruebas más "subjetivas". Hemos podido superar ampliamente las doce ventanas abiertas de Internet Explorer, utilizar Photoshop con imágenes de alta definición e incluso hemos notado cambios al realizar operaciones con el procesador de textos (en este caso Openoffice) o con navegadores que consumen bastantes recursos como Firefox.

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