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Identidades a la venta en la Red

Una base de datos con nada menos que los datos personales de 40 millones de personas -la mayoría estadounidenses- ha sido puesta a la venta por parte de un oficial de policía retirado que las ha estado recolectando durante cuatro años. Entre esos datos se encuentra información muy sensible como datos de tarjetas de crédito, números de cuentas bancarias, números de teléfono e incluso PINs para móviles. El «propietario» de esa base de datos mantiene que los datos se han obtenido legalmente.

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Una base de datos con nada menos que los datos personales de 40 millones de personas -la mayoría estadounidenses- ha sido puesta a la venta por parte de un oficial de policía retirado que las ha estado recolectando durante cuatro años. Entre esos datos se encuentra información muy sensible como datos de tarjetas de crédito, números de cuentas bancarias, números de teléfono e incluso PINs para móviles. El «propietario» de esa base de datos mantiene que los datos se han obtenido legalmente.

 

La base de datos está formada por informaciones que ha reunido Colin Holder, un ex-miembro de la división de fraudes de la policía metropolitana británica que ha estado recogiendo ese tipo de información durante cuatro años. Sus fuentes incluyen organismos como la policía británica o el FBI, y según sus declaraciones esta «iniciativa» ya ha hecho que invierta 160.000 libras que ahora, claro está, quiere tratar de recuperar con beneficios.

 

 

Mikko Hypponen, director de seguridad en F-Secure, indicó que «estoy preocupado, pero desde luego esto no me sorprende nada. Llevamos viendo este tipo de cosas desde hace tiempo. Hay una cantidad increíble de información que se está vendiendo en los foros underground«.

 

Aunque según los que han podido consultar la base de datos la mayoría de esa información es «de bajo riesgo» a la hora de cometer fraude de identidad, dichos datos pueden ser interesantes para los spammers que siempre buscan nuevas direcciones de correo a las que enviar sus mensajes basura. También se está planteando la legalidad de esa iniciativa de Colin Holder, que ha ido reuniendo los datos y pretende venderlos en una acción que muchos consideran delictiva.

 

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