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Análisis

Acer Aspire Timeline

La nueva apuesta de Acer acerca al gran público un concepto reservado, hasta ahora, para el mercado profesional. La serie Timeline destaca por una autonomía sobresaliente, un diseño rompedor y, sobre todo, un precio espectacular (desde 599 euros). Analizamos el Acer Aspire Timeline 4810T, un portátil de 14 pulgadas que se define como la opción más equilibrada dentro de la nueva gama de Acer.

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La nueva apuesta de Acer acerca al gran público un concepto reservado, hasta ahora, para el mercado profesional. La serie Timeline destaca por una autonomía sobresaliente, un diseño rompedor y, sobre todo, un precio espectacular (desde 599 euros). Analizamos el Acer Aspire Timeline 4810T, un portátil de 14 pulgadas que se define como la opción más equilibrada dentro de la nueva gama de Acer.

A pesar de su orientación hacia el mercado de consumo la primera impresión que deja el nuevo portátil de Acer es de producto serio, con pocas concesiones estéticas y un acabado típico de máquinas profesionales; formas rectilíneas y sin indicadores luminosos ni pegatinas.

Los tonos grises, metálicos y negros con algún detalle en cromo (como el botón de encendido y detalles en el teclado) forman un diseño muy elegante, alejado de estridencias y que da sensación de ligereza y robustez al mismo tiempo. El chasis está realizado el plástico de alta calidad y la tapa frontal tiene un recubrimiento de aluminio con el logo de Acer en color plata, consiguiendo un nivel de acabados muy superior al de otras propuestas de la firma.

El diseño del Acer Timeline es sobrio y elegante.

Aunque el sistema de bisagras no es de lo mejor que hemos visto, parece lo suficientemente resistente como para sobrellevar el ajetreo que se le supone a un portátil orientado a la movilidad. La resistencia es correcta y ofrece un amplio ángulo de apertura, algo importante cuando trabajamos en exteriores y queremos evitar reflejos. Sí nos parece interesante el movimiento que realiza la pantala al abrirla, desplazándose hacia abajo y escondiendo una parte del marco tras la batería para aprovechar el espacio al máximo.

La conectividad es suficiente, aunque echamos de menos un eSATA.

A pesar del poco espacio disponible, el Acer Aspire Timeline cuenta con 3 puertos USB 2.0, una salida HDMI, una VGA, toma Ethernet y conector de audio, además de un lector de tarjetas ubicado en el frontal. Todo un ejercicio de ingeniería que evita la necesidad de adquirir aparatosos accesorios o las siempre engorrosas bases de ampliación adicionales.

En la parte posterior, totalmente libre de puertos, encontramos una batería de 6 celdas con el borde redondeado, perfecto para agarrar el portátil mientras lo transportamos. Es curioso que el acabado sea liso, desmarcándose de propuestas anteriores del farbricante que optaban por una textura rugosa que mejoraba la adherencia al sujetarlo.

Las teclas de acceso directo son sensibles al tacto.

El teclado tiene un tacto correcto, con recorrido corto y el retorno justo para conseguir precisión. El trackpad integrado tiene capacidades multitáctiles y cuenta con un botón que permite desactivarlo mientras tecleamos, para evitar errores involuntarios. Aunque algo pequeño es muy preciso y aunque en nuestra unidad de prueba solo estaba activo el zoom la versión final incluirá nuevas funcionalidades.

El ordenador cuenta con una pantalla de 14 pulgadas con tecnología de retroiluminación LED y una resolución nativa de 1.366 x 768 puntos. El formato es panóramico 16:9. La calidad del panel no es la esperada y, sin duda, es uno de los puntos más mejorables del equipo.

Los colores no tienen la viveza que hemos visto en pantallas de similar categoría y el contraste se queda corto a la hora de reproducir contenidos multimedia a poco que seamos exigentes. Los reflejos son frecuentes haciendo incómodo su uso en exteriores y el ángulo de visualización tampoco está a la altura. De todos modos siempre hay que tomar como referencia el precio final del ordenador y tener en cuenta que las diferencias con respecto a modelos que cuestan más del doble tienen que estar en alguna parte.

El modelo que probamos cuenta con una unidad regrabadora de DVD de carga por bandeja. Si bien las de carga por ranura son una mejor solución desde un punto de vista práctico y estético entendemos la decisión de Acer de mantener los costes a un nivel razonable para un equipo oreintado al mercado de consumo. Si no necesitamos utilizar soportes ópticos con frecuencia quizás sea una buena opción mirar el modelo de 13,3 pulgadas (3810T), con el mismo precio y algunas prestaciones mejoradas respecto al que analizamos en este artículo.

Una de las claves del equipo es su procesador, un Intel de doble núcleo y bajo consumo (SU9400 ULV, TPD 10W) que ofrece potencia más que suficiente para afrontar las tareas cotidianas con agilidad, manteniendo el consumo en un nivel impensable hace sólo unos meses. La mayoría de usuarios ejecutan varias aplicaciones al mismo tiempo y, en este sentido, la arquitectura multinúcleo ofrece un rendimiento fantástico. Además el equipo incluye 3 Gbytes de RAM DDR3 (aunque no se aprovechan porque el FSB es de 800 MHz) y un disco duro firmado por Western Digital de 320 Gbytes de capacidad.

Windows Vista se ejecuta con agilidad y no tendremos problema con las aplicaciones habituales de ofimática, navegador, etc. (es muy recomendable dedicar unos minutos a desactivar todo el software "accesorio" que se ejecuta por defecto en el inicio y eterniza el arranque del equipo) .

Lamentablemente no podemos decir lo mismo de los juegos, penalizados por una gráfica de memoria compartida (Intel GMA 4500HD) que, no obstante, es muy solvente a la hora de manejar contenido multimedia hasta 720p. A modo de ejemplo y como aviso a jugones, ejecutamos el conocido y no especialmente exigente World of Warcraft en la máquina y tuvimos que rebajar la resolución a 800 x 600 píxeles y los detalles al mínimo para conseguir un framerate aceptable. Evidentemente con títulos más antiguos o poco exigentes no tendremos problema alguno y tampoco nos parece un factor determinante teniendo en cuenta el público objetivo del producto.

Probamos en equipo con nuestra batería de software habitual, obteniendo resultados notables que confirmaron nuestras sensaciones inciales. Además hicimos test de uso real durante varios días con el fin de comprobar el comportamiento de la batería en distintos escenarios, consiguiendo unas espectaculares 7 horas y media de autonomía con uso normal.

El equipo es muy silencioso gracias al novedoso sistema de ventilación que integra y a que tanto el disco duro como la unidad de DVD hacen su trabajo sin vibraciones ni ruidos molestos. También queremos destacar su tacto frio en todo momento (sobre todo por la parte del teclado y trackpad) y el poco calor que genera (un promedio de 28,3ºC). Sólo en pruebas complejas pudimos notar como la parte inferior izquierda de la base subía de temperatura hasta los 38,1ºC de máxima (siempre medidas en el interior del equipo).

Conclusiones

El primer representante de la nueva serie Timeline deja una grata impresión en nuestro laboratorio. Destacamos especialmente su excelente autonomía y portabilidad, todo un logro teniendo en cuenta que el precio del equipo está por debajo de los 600 euros.

El Acer Aspire Timeline es perfecto para usuarios que necesiten un equipo de uso diario en distintas ubicaciones, pero que no quieran renunciar a ejecutar sus aplicaciones habituales con soltura, disfrutar de contenidos multimedia o navegar por Internet en cualquier parte.

Una pantalla un tanto decepcionante y detalles menores en el acabado o la falta de un puerto eSATA o conectividad 3G (estará disponible en el futuro) no empañan a un ordenador que supone toda una novedad para el mercado de consumo y que recomendamos.

Me encargo de traer innovación y nuevo negocio al grupo TPNET. Además colaboro en varios de nuestros sitios como MC y MCPRO.

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