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Análisis

Toshiba NB200

Las grandes marcas no suelen cometer dos errores consecutivos y Toshiba lo demuestra con su nuevo netbook, un producto fantástico que poco tiene que ver aquel NB 100 que analizamos, un primer intento con carencias importantes. Partiendo de un diseño totalmente renovado Toshiba ha puesto especial interés el crear un teclado cómodo, mejorar la autonomía y lograr un dispositivo compacto y ligero al tiempo que resistente. Nada mejor que un tiempo de uso real para comprobar si lo han conseguido.

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Las grandes marcas no suelen cometer dos errores consecutivos y Toshiba lo demuestra con su nuevo netbook, un producto fantástico que poco tiene que ver aquel NB 100 que analizamos, nada revolucionario y con carencias importantes. Partiendo de un diseño totalmente renovado, Toshiba ha puesto especial interés en crear un teclado cómodo, mejorar la autonomía y lograr un dispositivo compacto y ligero al tiempo que resistente.

Aunque ya tuvimos un primer contacto con el nuevo Toshiba NB 200 cuando asistimos a su presentación oficial en Hamburgo, teníamos mucho interés en confirmar nuestras impresiones iniciales probando el equipo durante unos días. Toshiba nos ha enviado una unidad en color café y con batería de seis celdas idéntica a la que se puede encontrar en tiendas.


El diseño del nuevo netbook de Toshiba es espectacular.

Lo primero que llama la atención es el nuevo diseño, elegante y moderno, en el que destaca la cubierta posterior con su patrón de líneas diagonales en relieve. Los plásticos son de alta calidad y detalles como la bisagra, el cierre o el cuidado ensamblaje ponen de manifiesto el gran trabajo que lleva detrás la máquina.

El chasis se ha rediseñado por completo para albergar una pantalla de 10,1 pulgadas (un tamaño casi estándar en los nuevos netbooks) y un teclado completo mucho más cómodo que el del modelo anterior (sin duda su mayor problema). Aunque parece aluminio un examen mas detallado revela que se trata de plástico de alta calidad.

Este aumento de espacio ha permitido separar las teclas y agrandar ligeramente su tamaño haciendo mucho más sencillo teclear con precisión. El tacto y la respuesta son magníficos, de lo mejor que hemos probado en netbooks, y se nota que es uno de los apartados donde la compañía ha puesto más interés. Como anécdota comentar que nos ha resultado extraña la posición de la tecla mayúsculas derecha y más de una vez la hemos activado sin querer. Nada que no se solucione con unas horas de práctica.

Las teclas separadas permiten escribir con comodidad y precisión.

Si echamos un vistazo a los laterales del equipo encontramos las opciones de conectividad habituales: tres puertos USB 2.0, una toma Ethernet, salida y entrada de audio y un conector VGA. Habrá que esperar a la nueva generación para ver, por ejemplo, un puerto eSATA o una salida de vídeo HDMI en un netbook.

La parte posterior está casi totalmente ocupada por la batería (la de seis celdas sobresale un par de centímetros del cuerpo) y en el frontal encontraremos un lector de tarjetas y una fila de indicadores LED que nos informan sobre el estado del equipo.

La construcción y el ensamblaje son magníficos.

La pantalla es uno de los factores que diferencian a este equipo de la competencia. Con una diagonal de 10,1 pulgadas y resolución nativa de 1.024 x 600 píxeles se ha optado por la tecnología TruBrite para mejorar la viveza de colores y el contraste consiguiendo una calidad de imagen excelente, posiblemente la mejor de su categoría.

Aunque los ángulos de visión son generosos (sobre todo en el eje vertical) es complicado trabajar con el equipo en exteriores por los reflejos de la superficie de la pantalla, obligándonos a ajustar la inclinación de la misma con relativa frecuencia.

El ángulo de apertura máximo es inferior al de otros netbooks.

Si revisamos la hoja de especificaciones no encontraremos sorpresas. La configuración de la máquina es calcada a la de cualquier netbook del mercado y su rendimiento va en consonancia; más que suficiente para ofimática, navegación web y reproducción multimedia pero corto para procesos más complejos y multitarea.

El Toshiba NB200 lleva un procesador Intel Atom N270 (1,60 GHz, 512 Kbytes L2 Cache, 533 MHz FSB), un gigabyte de RAM DDR2 (fácilmente ampliable a dos) firmado por Samsung. La solución gráfica es la conocida Intel GMA 950, integrada en la placa y de probada solvencia.

El almacenamiento interno está resuelto con un disco duro de 120 gigabytes de capacidad y 5.400 RPM que incorpora un sistema de detección de movimientos para evitar la perdida de datos cuando movemos el equipo de forma brusca.

Haciendo uso de nuestra batería de pruebas habitual quisimos comprobar el rendimiento del equipo aunque con pocas esperanzas de encontrar diferencias sustanciales con modelos anteriores teniendo en cuenta la similitud de configuraciones.

Con la suite de rendimiento global PC Mark 05 obtiene 1501 puntos. Para medir el rendimiento 3D usamos 3D Mark en sus versiones 2001 y 2003 (la gráfica no es capaz de completar las últimas versiones del test), obteniendo puntuaciones de 2.899 y 758, respectivamente. Los resultados, como era de esperar, están en la línea del resto de equipos analizados.

Toshiba promete hasta 9 horas de autonomía con la batería de seis celdas y, según nuestra experiencia, el equipo no está lejos de esa cifra. Con el brillo al 50% y la conectividad inalámbrica desactivada el equipo funcionó durante 8 horas y cuarenta minutos. Si activamos WiFi se reduce en un par de horas e incluso con uso intensivo (reproducción de vídeo, brillo al máximo, configuración de alto rendimiento) no bajamos de las 4 horas y media. Sobresaliente sin lugar a dudas.

Conclusiones

El Toshiba NB 200 es un netbook excelente que ofrece un diseño cuidado, calidad de construcción y un rendimiento más que suficiente para tareas básicas. Destaca por su excelente pantalla y por su autonomía, al alcance de pocos portátiles en su categoría.

Toshiba, consciente de las peculiaridaddes de este nicho de mercado, ha centrado sus esfuerzos en mejorar otros aspectos que ayuden a decidirse al consumidor por este equipo en un escenario con múltipes alternativas de precio similar. Así la pantalla, su ligereza, la comodidad del teclado o una autonomía fantástica son puntos importantes a valorar en los que el equipo japonés obtiene buena nota.

En definitiva un ordenador magnífico como segunda máquina que mantiene el tipo incluso como equipo para usuarios viajeros que no necesiten el extra de potencia que puede brindarles un ultraportátil convecional y prefieran hacer una inversión menor con vistas a renovar el equipo a medio plazo. Muy recomendable.

Me encargo de traer innovación y nuevo negocio al grupo TPNET. Además colaboro en varios de nuestros sitios como MC y MCPRO.

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