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Análisis

Apple iMac de 27 pulgadas

Apple renueva su ordenador compacto de sobremesa con una nueva pantalla LED en formato panorámico 16:9, procesadores Intel de última generación, más memoria RAM de serie y un disco duro de gran capacidad. La firma californiana matiene intacta su exitosa receta: diseño exquisito junto una perfecta integración de hardware y software para ofrecer una experiencia de usuario diferente que merece la pena probar.

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Apple renueva su ordenador compacto de sobremesa con una nueva pantalla LED en formato panorámico 16:9, procesadores Intel de última generación, más memoria RAM de serie y un disco duro de gran capacidad. La firma californiana matiene intacta su exitosa receta: diseño exquisito junto una perfecta integración de hardware y software para ofrecer una experiencia de usuario diferente que merece la pena probar.

Los nuevos iMac están disponibles en 21,5 y 27 pulgadas.

Una pantalla de cine

El cambio más relevante del ordenador es su nueva pantalla de 27 pulgadas (resolución nativa de 2.560 x 1.440 píxeles) en formato panorámico 16:9 y con una relación de contraste real de 1000:1. La tecnología LED ofrece un nivel de brillo superior (hasta 361 cd/m2 según nuestras mediciones) y una iluminación más uniforme, algo fundamental en un panel de este tamaño.

A pesar de que la pantalla del nuevo iMac de 27 pulgadas es "sólo" un 19% mayor que la del modelo de 24 pulgadas que hasta ahora ofrecía Apple, tiene un 60% más de píxeles, con una densidad de 109 ppp. Otra novedad interesante es el empleo de tecnología IPS (In Plane Switching), una tecnología que permite ver las imágenes de la pantalla desde un ángulo de visión de hasta 178º (en horizontal y vertical).

El resultado es una calidad de imagen sublime, con colores vibrantes y negros profundos, muy cercana a la que ofrece el excelente Apple Cinema Display y a la altura de cualquier monitor de gama alta.

El acabado del equipo es excepcional.

Otro sutil pero interesante cambio en la pantalla es que ahora el vidrio protector llega hasta los extremos del chasis y ya no veremos el borde de aluminio del modelo anterior, aunque se mantiene el marco negro rodeando la pantalla. La pantalla se puede inclinar unos grados sobre el eje vertical pero continúa siendo imposible regularla en altura.

Si echamos un vistazo a la parte posteriorr veremos que el aluminio sustituye al plástico de color negro que teníamos en el modelo de hace unos meses, manteniendo la rendija superior de ventilación. Además de un diseño aún más refinado gracias al chasis unibody, Apple ha conseguido una construcción más sólida, sin bordes suceptibles de deteriorarse con el uso o que puedan sufrir las consecuencias de un mal ensamblaje. De nuevo los ingenieros de la firma demuestran su saber hacer y se sitúan muy por delante de equipos de la competencia donde el plástico y la tornillería a la vista son muy habituales.

Se mantienen los puertos disponibles: 4 USB 2.0, FireWire 800, entradas ópticas y análogica de audio, conexión miniDisplay Port y Ethernet. En el lateral derecho encontraremos, además de la unidad regrabadora de DVD (el Blu-ray no está disponible ni como opción) una ranura para tarjetas SD. Por supuesto también seguiremos contando con la webcam y el micrófono incorporado en el frontal del equipo.

Una pequeña trampilla del borde inferior (totalmente perforado) da acceso sencillo a las ranuras para ampliación de memoria. Unos altavoces estéreo de 17 vatios están situados a ambos lados ofreciendo un sonido potente con unos graves sorprendentes para su reducido tamaño y sin distorsión apreciable, mejorando a anteriores propuestas de la firma y siendo más que suficiente para una estancia de tamaño medio.

Cuando revisábamos el iMac de 24 pulgadas comentamos como aspecto negativo la falta de una entrada de vídeo para conectar dispositivos al equipo y aprovechar su excepcional pantalla. El iMac de 27 pulgadas que analizamos admite vídeo desde una fuente externa por HDMI pero es necesario un cable especial (un bidireccional de HDMI a Mini Display Port) no disponible en el momento que realizamos estas pruebas.

En teoría, no hay impedimento técnico para conectar un ordenador, una consola de videojuegos o cualquier otro dispositivo al iMac. Probamos con un MacBook Pro de última generación y un cable Mini Display Port a Mini Display Port (disponible en la Apple Store) sin ningún problema: tras un leve parpadeo vemos la imagen del portátil en la pantalla del iMac y podemos comenzar a utilizarlo. La combinación de teclas Comando + F2 permite alternar entre la fuente de vídeo y la gráfica del iMac y en el teclado sólo están disponibles los controles de teclado para brillo, volumen y reproducción.

Con el teclado y ratón inalámbricos el iMac solo necesita el de alimentación.

Cambios en la configuración

El equipo que analizamos incorpora un procesador de doble núcleo Intel E7600 a 3,06 GHz, con 3 megabytes de caché L2. Opcionalmente podemos cambiarlo por uno a 3,33 GHz pagando 180 euros más, una cantidad que en nuestra opinión no compensa la mejora real de rendimiento que obtendríamos.

En cualquier caso si necesitamos un plus de potencia y pensamos dedicar el equipo a tareas pesadas merece la pena elegir el tope de gama, equipado con una procesador Intel Core i5 de cuatro núcleos y 8 megabytes de memoria caché de segundo nivel. Es una pena que Apple no se haya decidido por ofrecer unos micros más modernos, sobre todo en los modelos de 21,5 pulgadas; es probable que lo hagan en la habitual revisión anual de hardware, manteniendo intacto el diseño y manteniendo los precios.

El iMac de 27 pulgadas admite un máximo de 16 Gbytes de memoria RAM DDR3 a 1.066 MHz (en cuatro módulos) aunque de serie todos vienen con 4 Gbytes en dos módulos. La mejora es evidente en aplicaciones que hacen uso intensivo de la memoria o cuando abrimos varias al mismo tiempo pero, de nuevo, el precio que Apple cobra por aumentarla nos parece excesivo.

El equipo cuenta con una tarjeta gráfica ATI Radeon HD 4670 con 256 megabytes de memoria dedicada (se puede ampliar a una ATI Radeon HD 4850 con 512 megabytes por 135 euros más), suficiente para mover con soltura aplicaciones y contenido multimedia (incluyendo alta definición) pero que se quedará corta para los más jugones.

Para obtener una referencia del rendimiento 3D instalamos Windows Vista mediante BootCamp para ejecutar pruebas en modo nativo; conseguimos una puntuación de 10.012 con 3DMark Vantage y la demo de Crysis se ejecuta con fluidez suficiente a 1.280 x 1.024, con detalles en nivel medio. En la práctica no deberíamos tener problemas ejecutando juegos no demasiado exigentes aunque no es el punto fuerte del equipo.

El disco duro ahora tiene un terabyte de capacidad (que también podemos ampliar a dos de forma opcional por 225 euros) y funciona a 7.200 rpm. Si necesitamos una solución de almacenamiento externo recomendamos encarecidamente optar por una FireWire (mejor aún si es de triple interfaz) para aprovechar el puerto del equipo y obtener un rendimiento superior y evitar las limitaciones del USB 2.0.

Nuestras pruebas

Para comprobar las posibilidades de equipo realizamos pruebas de uso real con el software más habitual y utilizamos la batería XBench 1.3 para compararlo con su antecesor, el iMac de 24 pulgadas, que ya analizamos en el laboratorio técnico. Como vemos en los resultados la mejora en la configuración del nuevo modelo se nota, destacando especialmente el apartado gráfico y el nuevo disco duro.

El equipo mueve Mac OS X 10.6 y todas las aplicaciones habituales con solvencia, siendo muy complicado llevarlo al límite sin echar mano de videojuegos o test sintéticos. Realizamos pruebas tratando imágenes de gran tamaño con Photoshop, reproduciendo archivos multimedia pesados y codificando audio con iTunes obteniendo un rendimiento magnífico en todos los casos y superior al del iMac de 24". Hemos trabajado con el equipo durante unos días y os aseguramos que es una auténtica gozada por la fluidez del sistema operativo y la posibilidad de visualizar varias ventanas al mismo tiempo.

En el apartado multimedia el iMac es de lo mejor del mercado. No sólo es una máquina excepcional para disfrutar de películas, fotografías o nuestra música favorita sino que gracias a la suite iLife (incluida de serie) crear nuestro propio contenido es sencillo y divertido, obteniendo muy buenos resultados sin necesidad de conocimientos previos.

Más detalles y conclusiones

El equipo incluye, de serie, el teclado inalámbrico Bluetooth y el nuevo Magic Mouse que ya analizamos hace unos días en el laboratorio. Como nota curiosa ahora el teclado se empareja con el equipo desde el mismo instante que lo encendemos, así que ya podemos ejecutar comandos en la secuencia de arranque que hasta ahora sólo estaban disponibles si conectabamos un teclado USB.

Una desagradable sorpresa ha sido la ausencia del Apple Remote (recientemente renovado), un detalle incomprensible teniendo en cuenta el precio del equipo. Si lo queremos debemos desembolsar 19 euros más. Otra ausencia notable es la del lector Blu-ray aunque todo apunta a que Apple está más por la labor de ofrecer alta definición en forma de descargas digitales que apostando por un soporte óptico.

El equipo analizado cuesta 1.449 euros, un precio realmente competitivo teniendo en cuenta sus características, su espectacular diseño y la calidad de la nueva pantalla de 27 pulgadas. En sistemas todo en uno no tiene rival siendo, sin lugar a dudas, la mejor opción disponible en el mercado hoy día.

Posiblemente revisando la hoja de especificaciones la propuesta de Apple salga perdiendo con a otros equipos en el mismo rango de precios pero, en nuestra opinión, valores añadidos tan importantes como el excepcional sistema operativo, la construcción, la calidad del panel o el rendimiento global declinan la balanza a favor de la máquina de Cupertino. En definitiva, un equipo excepcional que se sitúa entre los mejores que han pasado por el laboratorio técnico de MuyComputer.

Me encargo de traer innovación y nuevo negocio al grupo TPNET. Además colaboro en varios de nuestros sitios como MC y MCPRO.

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