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El porno, también en 3D

La reciente celebración del CES en Las Vegas ha dejado claro que buena parte de la industria audiovisual quiere dar el salto a la producción de contenidos 3D. Y la industria del porno no es una excepción, aunque parece que la mayoría de realizadores son cautos al respecto y prefieren esperar a que la aceptación de este tipo de soluciones sea más amplia. El porno ha sido tradicionalmente uno de los mercados en los que las nuevas tecnologías ha calado más rápidamente, y un ejemplo es Blu-ray.

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La reciente celebración del CES en Las Vegas ha dejado claro que buena parte de la industria audiovisual quiere dar el salto a la producción de contenidos 3D. Y la industria del porno no es una excepción, aunque parece que la mayoría de realizadores son cautos al respecto y prefieren esperar a que la aceptación de este tipo de soluciones sea más amplia. El porno ha sido tradicionalmente uno de los mercados en los que las nuevas tecnologías ha calado más rápidamente, y un ejemplo es Blu-ray.

 

Gigantes de la electrónica como Sony o Samsung desvelaron en el CES diversos productos orientados al disfrute de los contenidos 3D en el hogar, un mercado que se ha visto impulsado claramente por el éxito en las taquillas de Avatar, la última película de James Cameron.

 

 

Ese interés de la industria también se ha extendido al mundo de la pornografía, aunque los productores de estas películas se muestran algo más conservadores que con la llegada de otras nuevas tecnologías que si se adoptaron rápidamente en el mundo del porno.

 

«Nos encantaría realizar producciones 3D, pero creemos que la presencia de televisiones 3D no es lo suficientemente alta en el hogar como debería ser«, indicó Rob Smith, director de operaciones en la empresa Hustler Video Group. «Espero que en el cuarto trimestre del año nos encontremos en un punto en el que podamos justificar la producción de una película 3D«, añadió.

 

Las producciones en la industria pornográfica cuentan con un presupuesto mucho más reducido que las típicas películas de Hollywood, y suelen rondar entre los 25.000 y los 40.000 dólares. «Sería fantástico hacer 3D, pero actualmente es demasiado caro«, admitía Graham Travis, del estudio porno Elegant Angel. Parece que los aficionados a este tipo de contenidos tendrán que esperar algo de tiempo antes de poder contar con producciones 3D.

 

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