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Internet Explorer falto de ritmo

Con la llegada de una versión «platform preview» de Internet Explorer 9, Microsoft vuelve a evidenciar uno de los problemas que hacen que haya perdido terreno con respecto a los navegadores rivales: la falta de ritmo. En Redmondo están haciendo un gran trabajo y ya lo hicieron con Internet Explorer 8 consiguiendo un producto excelente… pero al que sus competidores habían alcanzado para cuando se lanzó. Es la filosofía de desarrollo de Microsoft que no se adapta al mundo de los navegadores.

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Con la llegada de una versión «platform preview» de Internet Explorer 9, Microsoft vuelve a evidenciar uno de los problemas que hacen que haya perdido terreno con respecto a los navegadores rivales: la falta de ritmo. En Redmondo están haciendo un gran trabajo y ya lo hicieron con Internet Explorer 8 consiguiendo un producto excelente… pero al que sus competidores habían alcanzado para cuando se lanzó. Es la filosofía de desarrollo de Microsoft que no se adapta al mundo de los navegadores.

 

Tras la presentación de una peculiar versión preliminar de Internet Explorer 9 y además comprobar los muchos avances que promete este nuevo navegador, hemos podido leer un artículo de Ars Technica en el que se da una visión creo que acertada de los problemas que puede encontrar Microsoft para hacer que este nuevo navegador triunfe en el mercado.

 

 

El problema principal es el ritmo. Microsof está acostumbrado a marcar ciclos largos en sus desarrollos importantes, como Windows y Office, y ha incorporado a este ciclo el desarrollo de las sucesivas versiones de Internet Explorer. Mientras tanto los desarrolladores de los navegadores rivales van sacando del horno versión tras versión en un ritmo muy superior al de Microsoft.

 

El resultado se puede ver en un ejemplo paradigmático que muestra Ars Technica en su artículo. La primera vez que se habló de Internet Explorer 9 fue en el PDC 2009. En esta feria se mostraban los resultados de la velocidad del motor de JavaScript de los principales navegadores frente al desarrollo de IE9. En esa ocasión la versión del navegador Opera era la 10.10 y en la gráfica de rendimiento con Sun Spider que se presentó quedaba por detrás de IE9 y de todos los demás navegadores menos IE8.

 

 

En el MIX 10 Microsoft presentaba una gráfica de la evolución de rendimiento con SunSpider, y aunque Internet Explorer 9 había mejorado, Opera lo había hecho aún más y su versión 10.50 ya superaba a todos los navegadores en las pruebas SunSpider. Es decir, a Opera le ha dado tiempo de sacar en este tiempo en el que sólo hemos visto la sombra del nuevo IE9 y ninguna evolución del IE8 una versión de su navegador que mejora de forma radical sus prestaciones con JavaScript.

 

Lo que se evidencia es que Microsoft va contracorriente en este caso y no cambia su filosofía de sacar versiones sólidas en ciclos fijos sin proponer versiones intermedias que mejoren prestaciones o aporten cambios. Mientras tanto Mozilla, Opera y la propia Google siguen evolucionando y, lo que es más importante, ofreciendo versiones estables con mejoras palpables.

 

 

No es que la filosofía de Microsoft no de sus frutos. Como hemos apuntado, el trabajo de los desarrolladores en IE8 ha sido inmenso. Es un producto más estable, con múltiples mejoras y comodidades para el usuario y que mejora prestaciones con respecto a su antecesor. Sobre todo las mejoras en seguridad y privacidad son muy positivas y le han colocado a la vanguardia en este aspecto.

 

Sin embargo una política de versiones intermedias podría favorecer la imagen de Microsoft en este aspecto. El resto de navegadores parece que se mueven más al ritmo de la Red y esto les permite adaptarse a su evolución constante. Otro caso ejemplar en este sentido y que quizás ha desencadenado el deterioro de la imagen de Microsoft en el mercado de los navegadores ha sido Internet Explorer 6.

 

 

Este navegador ha permanecido en uso en un tiempo de muchos cambios en Internet, con el boom de aplicaciones Web, nuevos problemas de seguridad, la popularización de Flash, las redes sociales… Mientras los demás navegadores se adaptaban al cambio Internet Explorer tenía que esperar a la versión 7 para ver una evolución.

 

En cualquier caso, y como apuntan en Ars Technica, la mentalidad de Microsoft ha cambiado un poco con Internet Explorer 9. La presentación de una previa de la plataforma descargable de forma generalizada y el anuncio de que la misma se actualizará cada ocho semanas marca un cambio de tendencia, por lo menos de cara a los desarrolladores.

 

 

También la obsesión de cumplir los estándares y de obtener mayores prestaciones muestra un cambio de rumbo interesante y que puede hacer cambiar la imagen del navegador frente a los usuarios. El modelo de versiones como puntos kilométricos inalterables puede ser contraproducente en el dinámico mundo de la web, pero también tiene sus ventajas, como ha demostrado IE8, en temas como la seguridad.

 

El dilema se presenta al decidir si es necesario desarrollar una plataforma sólida para la navegación y uso de aplicaciones web con prestaciones suficientes y todas las medidas posibles de seguridad y privacidad o seguir sacando versiones con ritmo creciente para estar al día de los cambios que se producen en la Red. El tiempo dirá qué modelo es el ideal.

 

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