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Bang & Olufsen BeoVision 7 y 10

Para el mundo de la electrónica de consumo la marca Bang & Olufsen es sinónimo de lujo. Una fama merecida tanto por su diseño, la alta tecnología que utiliza en sus productos, los procesos de fabricación y también por el precio. En MuyComputer tuvimos la ocasión de asistir a una demostración de los últimos modelos de sus televisores BeoVision 7 de 55 pulgadas y BeoVision 10 de 46 además del elegante subwoofer Beolab 11 y pudimos ser testigos del concepto de lujo de la marca danesa.

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Para el mundo de la electrónica de consumo la marca Bang & Olufsen es sinónimo de lujo. Una fama merecida tanto por su diseño, la alta tecnología que utiliza en sus productos, los procesos de fabricación y también por el precio. En MuyComputer tuvimos la ocasión de asistir a una demostración de los últimos modelos de sus televisores BeoVision 7 de 55 pulgadas y BeoVision 10 de 46 además del elegante subwoofer Beolab 11 y pudimos ser testigos del concepto de lujo de la marca danesa.

 

Con empresas como Bang & Olufsen es fácil caer en la polémica o el debate del concepto de lujo y de si ciertos precios están justificados en el caso de determinados productos. Antes de caer en la tentación de meternos en este tema, mejor será que hablemos de productos (que es lo nuestro). Hace unos días en MuyComputer tuvimos el placer de aceptar la invitación de Bang & Olufsen para asistir a un showroom con sus últimas novedades en la gama BeoVision y BeoLab.

 

 

 

El primer producto que tuvimos la ocasión de conocer fue el televisor LCD BeoVision 10 de 46 pulgadas. Presentado como un elemento de decoración más colocado en la pared, este televisor de 46 pulgadas tiene un diseño peculiar. La parte frontal, de forma cuadrada en vez de rectangular, se divide en dos zonas, la superior en la que se ha colocado la pantalla de 46 pulgadas 16:9 y la inferior en la que se alojan los altavoces. Todo ello se tapa con el mismo cristal (con los cortes correspondientes a los altavoces) especialmente diseñado de una sola pieza para convertirse en un verdadero objeto de decoración cuando está apagado.

 

 

 

La parte inferior, la de los altavoces, se tapa mediante una cubierta de tela que se fija con un sistema magnético. Esta cubierta está diseñada para ofrecer la mejor respuesta de sonido de su sistema de altavoces. Estos altavoces han sido diseñados para ofrecer una excelente respuesta en graves a pesar del poco espacio para el volumen de aire de las cajas acústicas. Ofrecen sonido envolvente virtual, pero también funcionan como altavoz frontal si los conectamos a un sistema 5.1.

 

 

 

Lo que más nos sorprendió al asistir a la prueba de sonido es que el televisor no sufre vibraciones gracias a un sistema de aislamiento especial. Incluso en escenas de acción con explosiones no notamos nada en el cristal ni en la carcasa. El apartado de la imagen también sobresale con un panel LCD LED de 46 pulgadas  capaz de reproducir 1920 x 1080 puntos con una frecuencia de refresco de 200 Hz. A pesar de esta característica, no está preparado para mostrar imágenes en 3D.

 

 

 

Lo que más apreciamos al asistir a la prueba es el excelente contraste y el amplio ángulo de visión del panel. Una respuesta de color muy detallada y rica sobre todo en tonos cálidos. El televisor puede montarse en el tradicional soporte para suelo de Bang & Olufsen o con el soporte de pared, que permite inclinar horizontalmente el televisor para permitir distintos ángulos de visión. Otro detalle de diseño es la cubierta inferior de tela que puede solicitarse en seis colores distintos según la decoración.

 

Si quedamos sorprendidos con la calidad de imagen del BeoVision 10 de 46 pulgadas, el momento estelar fue al contemplar un fragmento de Avatar en una de las joyas de la gama de televisores de Bang & Olufsen: el BeoVision 7 de 55 pulgadas. Sujeto en su soporte motorizado sobre el suelo, la extensa pantalla del televisor nos ofreció la gama de colores más convincente que hemos visto nunca sobre una pantalla de estas características.

 

 

Los culpables no solamente son la tecnología LED de alto contraste, la resolución de 1920 x 1080 puntos o el procesador VisionClear, que permite reducir el ruido y las interferencias para aumentar la diferenciación de color teniendo en cuenta la cantidad de luz ambiente, sino también el cristal que tapa el panel LCD. Este componente está realizado en vidrio templado que elimina casi completamente cualquier reflejo y permite un ángulo de visión muy amplio.

 

En ocasiones elementos como el cristal se soslayan en favor de la tecnología del panel, cuando realmente elementos como este son los que diferencian a un televisor de calidad de uno de precio medio o bajo. El proceso de fabricación del cristal pasa por distintas fases de pulido y templado para luego aplicar varias capas de material antireflectante en ambos lados del cristal. El resultado es un material de 5 milímetros de espesor con un comportamiento óptico espectacular.

 

 

También digna de nota es la estructura del televisor, de aluminio anodizado con un pulido y acabado especial para que los surcos resultado de dicho pulido y tratamiento se muestren solamente en una dirección. Para conseguirlo el proceso tiene que realizarse pieza por pieza para toda la estructura, desde el baño hasta el pulido, y todo prácticamente de forma artesanal.

 

También interesante es el soporte motorizado y la bandeja del reproductor de Blu Ray, que realiza varios movimientos articulados para mostrarse en la parte inferior del televisor mientras es iluminada por un pequeño foco de luz. Este proceso mecánico permite que la bandeja se muestre de forma horizontal para colocar el disco pero que se esconda dentro del televisor en una renura vertical, por lo que a la vista no queda absolutamente nada.

 

Toda una serie de detalles entre tecnológicos, ingeniosos y de diseño que evidencian por qué Bang & Olufsen es una marca tan diferente. A pesar de todo lo que más nos impresionó fue la calidad del color en cualquier circunstancia de iluminación y como ya hemos apuntado mucha culpa de esta impresionante calidad la tiene precisamente el cristal.

 

Además de los televisores se presentó el SubWoofer Beolab 11, un componente de alta calidad de sonido en el que sobresale su diseño en forma de tuliupán. Gracias a su sistema de aislamiento a las vibraciones, puede montarse tanto apoyado en el suelo como colgado en la pared. Un buen complemento a un equipo de música o cine en casa, pero también para los propios televisores. Puede adquirirse en color negro, rojo, azul, blanco, plateado y dorado.

 

 

Hemos dejado el apartado del precio para el final, aplazando esa posible discusión que hemos apuntado al principio. Los precios para el modelo BeoVision 10 de 46 pulgadas es de 7.734. euros Los modelos BeoVision 7 de 55 pulgadas son de 14.967 euros con Blu Ray incorporado y 9.728 sin él. El subwoofer BeoLab tiene un precio recomendado de 1.630 euros el modelo de color estándar y 1.800 en dorado. Todos son precios recomendados por el fabricante.

 

¿Son precios elevados? Sin duda, incluso muy elevados. Lo único que podemos decir al asistir a las demostraciones es que ese precio no solamente se paga por la exclusividad del diseño y de las soluciones ergonómicas, sino que hay mucha tecnología aplicada para que la experiencia sea perfecta. Es muy complejo realizar productos que permitan que un dispositivo completo y de excelentes prestaciones desde el punto de vista técnico se convierta en un objeto de decoración.

 

Por ahí pasa el impresionante panel de cristal del BeoVision 7, la estudiada estructura de tela para tapar los altavoces del BeoVision 10 de 46 pulgadas o las tecnologías antivibración aplicadas a los altavoces. Lujo sí, pero no es un lujo solamente estético sino de la expriencia completa, desde el objeto estático hasta su comportamiento como dispositivo.

 

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