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Sobre antivirus y neveras

Fernando de la Cuadra, director de formación de Ontinent, nos regala en este interesante artículo un punto de vista diferente sobre la percepción de la seguridad hoy por parte de los usuarios. Ya no corremos como antaño, el serio riesgo de que nos infecten el sistema; ahora los peligros son mas amplíos y dañinos. Internet, además de muchas ventajas, ha abierto agujeros de seguridad que nosotros como usuarios debemos saber cerrar.

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Fernando de la Cuadra, director de formación de Ontinent, nos regala en este interesante artículo un punto de vista diferente sobre la percepción de la seguridad hoy por parte de los usuarios. Ya no corremos como antaño, el serio riesgo de que nos infecten el sistema; ahora los peligros son mas amplíos y dañinos. Internet, además de muchas ventajas, ha abierto agujeros de seguridad que nosotros como usuarios debemos saber cerrar. 

 

 

Fernando de la Cuadra, director de Educación de Ontinent (distribuidor exclusivo de ESET en España) y autor de este artículo.

 

Cualquier lector de MuyComputer tendrá más o menos claro el concepto de seguridad informática, aunque tenga muchos significados para cada uno. Para un lector será “no tener virus”, para otro, “que no me entren en el ordenador”, para otro, “que no me roben el portátil”…

 

Y todos tendrán razón. La seguridad informática es un campo muy amplio al que es posible acercarse desde muchos ámbitos distintos. Hace muchos, muchos años, ya se empezó a discutir si la seguridad informática era que los programas informáticos funcionaran sin problemas o si era que los “cerebros electrónicos” de la época tuvieran controles de acceso físico.

 

Hoy en día, la informática la encontramos en todos los lados y cada aspecto exige un sistema de seguridad asociado a ella. Cualquier coche que conducimos actualmente precisa de sistemas de seguridad físicos para evitar que sus dispositivos de control puedan sufrir daños (¿quién no conoce una avería de “la centralita”?) o que sean manipulados sin control, últimamente demasiado de moda para conseguir el mejor “tuneado” del barrio.

 

Sin embargo, pocos usuarios de sistemas informáticos son conscientes de que su nuevo televisor de pantalla plana tiene más de ordenador que de televisión, o de que la nevera de casa tiene programas, memorias y sistemas de control informático. Nos limitamos a pensar en el ordenador del salón, o en el de la oficina.

 

¿Y por qué? Precisamente, por la función para la que fueron diseñados. Son sistemas “multipropósito”, es decir, pueden llevar a cabo múltiples tareas, siempre que le demos los medios para hacerlo y les digamos cómo hacerlo. La nevera no sabe poco más allá de iniciar el programa de descongelado cuando un determinado sensor se lo ordene. Sin embargo, un ordenador de sobremesa puede servir para alojar una página web, escribir desde una tesis doctoral a las recetas de la abuela; puede almacenar las fotos de las vacaciones o servir de guía para la restauración de un fresco renacentista…

 

Y entre todos esos propósitos, destaca uno cuando hablamos de la seguridad: la ejecución de programas no deseados, los llamados “virus” o, comúnmente, “malware” (software malicioso). Aquí la seguridad ya depende de nosotros mismos, del comportamiento que tengamos a la hora de trabajar (o jugar) con el ordenador.

 

Cada vez hay más amenazas que ponen en peligro no ya solo la información del sistema, sino nuestros datos personales (Facebook, Twitter, tarjetas de crédito, etc.). Y no podemos contrarrestarlas sin ayuda. Al igual que la nevera es capaz de emitir un pitido cuando nos hemos dejado la puerta abierta, existen los antivirus, poderosas herramientas que nos avisarán cuando haya un peligro amenazando a nuestro ordenador.

 

 

Sin embargo, no podemos fiarnos. A pesar de que la nevera tiene esa alarma, carece de un brazo que dé ese último empujoncito a la puerta para que no se estropeen los yogures. Un antivirus no servirá de nada si no empleamos el sentido común y no nos aventuramos en determinados sectores de Internet ni tenemos cuidado con lo que hacemos con nuestros datos personales.

 

Y, volviendo al principio… ¿Qué es la seguridad informática? El sentido común. El tratar nuestro ordenador con cuidado a la hora de conectarnos a Internet y no pensar que todo es tan bonito como en los anuncios. Las neveras de los anuncios siempre están muy bien colocadas y llenas de cosas. Pero nuestra conexión a Internet está más desordenada y más sucia de lo que pensamos. ¿Le instalamos una alarma?

 

Para más información Ontinet.com
 

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