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Análisis

Analizamos Flyer, el primer tablet de HTC

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Desde hace unos días estamos probando en nuestro laboratorio técnico HTC Flyer, el primer tablet desarrollado por el fabricantes taiwanés HTC. Flyer se presenta como un tablet de siete pulgadas (resolución de 1.024 x 600) gobernado por Android 2.3 Gingearbread, lo cual como veremos a continuación es una de las apuestas más arriesgadas que hemos visto en los últimos meses en el mundo de los tablets, toda vez que la mayoría de los grandes fabricantes están apostando por las 10 pulgadas y la versión 3.0 de Android (Honeycomb) diseñada específicamente para este tipo de dispositivos.

Si realmente estamos ante un capricho de HTC (que no quiere renunciar a su capa de diseño Sense) o si Gingerbread se adapta mejor a un dispositivo de 7 pulgadas son algunos de los puntos que repasaremos en nuestro análisis.

Esto sin menoscabo de un repaso técnico de Flyer que incluye un procesador de 1,5 GHz, 1 Gbyte de memoria RAM, 32 Gbytes de almacenamiento interno (ampliables con tarjetas microSD de hasta 32 Gbytes), una cámara trasera de 5 megapíxeles y una cámara frontal de 1,3 megapíxeles para utilizar en programas de videoconferencia.

Ficha técnica

Además y como gran herramienta diferencial entre dispositivos de su misma categoría, HTC ofrece a sus usuarios un puntero táctil que se integra de forma natural en todas las aplicaciones del tablet, ofreciendo funciones más avanzadas de las que podríamos esperar de un puntero “tradicional”.

Trabajar con siete pulgadas

Cuando HTC, uno de los actores más importantes del mundo Android, anunció en el pasado Mobile World Congress que su primer tablet sería de siete pulgadas y estaría gobernado por Android 2.3, muchos medios de comunicación se echaron las manos a la cabeza.

Mientras que otros fabricantes como Motorola o Samsung apostaban decididamente por Honeycomb, la postura “a la defensiva” de HTC parecía difícil de explicar. Sobre todo si tenemos en cuenta que la primera aproximación a los tablets de siete pulgadas (Samsung Galaxy Tab) fue tan poco exitosa que llevó al fabricante surcoreano a lanzarse a las 10 pulgadas y a un Honeycomb que, digámoslo todo, todavía tiene bastantes detalles que pulir.

Dicho lo cual, no podemos negar que la envoltura con la que finalmente Flyer ha visto la luz no sea notable. HTC ha apostado, como por otro lado acostumbra a hacer, por un diseño elegante de curvas suaves, una carcasa unibody de aluminio y un hardware que sin ser lo más avanzado del mercado, sí que raya a gran altura.
 

En este sentido, la primera impresión que obtenemos cuando la sacamos de su caja es francamente positiva. Todos los detalles parecen extremadamente cuidados y antes de encenderla nos transmite la sensación de estar ante un dispositivo de gran calidad.

Como sus hermanos menores (HTC Desire S o HTC Desire HD), abandona cualquier rastro de botón en su parte anterior, para apostar por una franja táctil con la que gobernar las principales funciones del dispositivo.

En este sentido, junto a los ya conocidos botones “Home”, “Atrás” y “Menú” encontramos el nuevo botón “Lápiz” que como veremos en un apartado específico, es el encargado de gobernar todas las funciones del lápiz óptico que incluye HTC junto al dispositivo.

El conjunto se completa como hemos visto con anterioridad con dos cámaras, una salida de audio Jack 3,5 mm y un puerto microUSB. Para acceder a la bahía de memoria microSD debemos abrir la tapa posterior del dispositivo, un detalles que si bien encontramos más que justificable en un smartphone, nos parece un engorro cuando hablamos de una tablet, un tipo de dispositivo que por su propia naturaleza puede prestarse a utilizar varias tarjetas micro SD en función de los contenidos que queramos almacenar. A esto debemos añadir  que el abrir la tapa no es precisamente sencillo, lo cual toda la operación puede acabar por ser frustrante para el usuario.

De la misma forma echamos de menos la inclusión de un puerto HDMI, que si bien es cierto que puede no ser un factor diferencial para muchos usuarios, entendemos que está más que justificado en un tablet de siete pulgadas, especialmente ahora cuando la mayoría de los tablets equipados con Android lo ofrecen.

Dicho lo cual y a pesar del impecable diseño de conjunto (de una calidad bastante superior al Samsung Galaxy Tab o a otros tablets de 7 pulgadas), no podemos evitar la sensación de que tenemos en nuestras manos un smartphone algo más grande que el HTC Desire HD (4,3 pulgadas) y algo más pesado. Y decimos algo más pesado porque si bien sus 420 gramos son fácilmente asumibles cuando trabajamos con las dos manos, se notan bastante cuando intentamos manejar el gadget con una sola mano.

Con todo, las siete pulgadas tienen su lado positivo. Resulta mucho más cómodo llevarlo con nosotros a diario (un tablet de diez puede llegar a ser un engorro), y debemos reconocer que para un uso no excesivamente intensivo (lectura de e-mail, navegación por internet, etc.) el gadget cumple a la perfección, ofreciendo una experiencia de usuario que está al mismo nivel que las tablets de un tamaño superior.

Por otro lado, en algunos escenarios como por ejemplo la lectura de libros electrónicos o el visionado de vídeos y películas cuando estamos por ejemplo en el transporte público, las siete pulgadas nos parecen el tamaño ideal para este tipo de dispositivos, siendo los tablets de diez algo aparatosos para según que situaciones.

Sin embargo, la expresión “los tablets están diseñados para consumir contenidos y no para crearlos” cobra más sentido que nunca en las diete pulgadas del Flyer, y es que (en parte debido a las limitaciones de Gingerbread) la ejecución de aplicaciones que no sean las nativas desarrolladas por HTC, parecen quedarse en tierra de nadie.

HTC Sense 3.0 y Android 2.3

Una de las justificaciones que en su momento ofreció HTC para apostar por un sistema operativo que según declaró la propia Google “no ha sido diseñado para funcionar en tablets” fue su “cabezonería” en no renunciar a su capa de diseño “Sense”, una capa que tal y como están hoy en día las cosas, no debe de resultar demasiado sencillo el aplicarla a Honeycomb.

En este sentido, HTC prometió que la versión 3.0 de Sense iba a ser espectacular y que nadie echaría en falta las funciones adicionales y la forma de trabajar de un sistema pensado para tablets como Android 3.0.  Teniendo esto en mente hemos tenido la oportunidad de comprobar cómo si bien es cierto que los avances que se han implementado en varias áreas son sobresalientes, lo cierto es que no estamos ante un sistema revolucionario o que realmente marque la diferencia frente a otros tablets.

Pero vayamos por partes. Por un lado, no podemos sino afirmar que el diseño de Sense 3.0 es espectacular. Las transiciones entre espacios de trabajo, montadas sobre un cilindro tridimensional no tienen equivalente en el mundo Android, los widgets están tan cuidados que podrían parecer “made in Cupertino) y se han incorporado algunas aplicaciones adicionales para ofrecer un producto más completo, que realmente llaman la atención tanto por su calidad como por sus funcionalidades.

Sin embargo, esta sensación de armonía, de poder competir de tú a tú incluso con el iPad de Apple se pierde cuando salimos del universo mágico de Sense, devolviéndonos a la “cruda realidad” de un Android Market que apenas ofrece aplicaciones capaces de aprovechar no las diez pulgadas de un Galaxy Tab o de un Motorola Xoom, sino las siete de del Flyer, sobre todo porque corre sobre un sistema operativo que no admite aplicaciones que hayan sido diseñadas para Honeycomb, lo que es lo mismo, para tablets. Veamos sin embargo qué mejoras ha introducido HTC para superar las “limitaciones” de Android 2.3

Navegador HTML 5 y soporte para Flash

Uno de los grandes lemas marketinianos que suelen esgrimir los competidores del iPad de Apple es que sus dispositivos sí que reproducen Flash. Ahora, la experiencia de ususario que ofrece Flash varía bastante en función del dispositivo en el que se integra pudiendo pasar de ser sencillamente desastrosa (como muchos de los tablets equipados con Windows 7) a una experiencia que se aproxime al sobresaliente, como el BlackBerry Playbook.

En el caso del HTC Flyer, la integración con Flash es bastante buena. Hemos sido capaces de reproducir vídeos HD (720p) en streaming sin ningún problema, pero lo cierto es que de la misma forma que observamos que ocurre en muchos otros gadgets, no acaba de trabajar de forma fluida con aplicaciones o determinadas páginas web con una gran presencia de flash.

Sin embargo, versión a versión, los chicos de HTC demuestran que son capaces de desarrollar uno de los mejores navegadores “móviles” del mercado, y la experiencia que obtenemos con el browser de HTC sigue convenciéndonos mucho más que la que nos pueden ofrecer otros navegadores más “ricos en funciones” como por ejemplo Opera. La nueva funcionalidad de pestañas sobre la barra de direcciones hace que navegar sea sencillo e intuitivo y no podemos sino afirmar una vez más que en este apartado HTC ha hecho los deberes.

Correo electrónico

La aplicación se correo electrónico ha experimentado algunas modificaciones para adaptarse al mayor espacio que proporcionan las siete pulgadas de Flyer. Al situarlo en posición horizontal por ejemplo, se nos muestra una interfaz muy similar a la que ofrece Gmail en su aplicación para tablets, es decir una columna en la izquierda que nos muestra los mensajes recibidos (o las distintas carpetas) y una más ancha en la derecha que nos muestra el cuerpo de los mensajes.

Además se han incluido nuevos botones en la parte inferior que nos permiten por ejemplo, agrupar los mensajes en conversaciones, mostrar nuestros mensajes favoritos o la posibilidad de gestionar nuestros archivos adjuntos.

Redes sociales

Una de las señas de identidad de HTC con respecto a otros competidores dentro del mundo Android es el cuidado que siempre ha tenido a la hora de integrar las distintas redes sociales en su interfaz Sense, tanto en el desarrollo de aplicaciones ad Hoc (Twitter, Facebook) como con Widgets que como por ejemplo Friend Stream nos permite integrar todas nuestras actualizaciones en un único panel.

En este apartado no podemos sino señalar  un triste “sin novedades en el frente” ya que esperábamos que, teniendo en cuenta la mayor superficie disponible, HTC se hubiese esmerado en ofrecer una experiencia más a la altura de los tiempos que corren. Más bien al contrario, la taiwanesa se ha limitado a aumentar el tamaño de los widgets y ofrecer alguna tímida función adicional, pero desde luego no es lo que esperábamos visto lo que hemos visto en el terreno smartphone.

HTC Watch

HTC Watch es una de las grandes novedades que inauguran la serie Sense 3.0. Diseñado para convertirse en un videoclub on-line de referencia, la realidad muestra en cambio un catálogo más bien escaso y unos precios que se mantienen ligeramente por encima de lo que ofrecen otros servicios.

Aunque la idea de base de la que parten es buena, la mayoría de las películas a las que podemos acceder sólo están disponibles para su compra (por encima de los 11 euros cada título), y solo en algunas se nos da la opción “alquiler”.

Se trata no obstante de un servicio prometedor (sobre todo cuando se presenten las nuevas tablets de 10 pulgadas), pero aún tiene mucho camino que recorrer si quiere ponerse a la altura de los grandes del mercado y por otro lado, la sombra alargada de Netflix podría llegar alcanzar Europa. Veremos lo que ocurre en los próximos meses, pero se aventura una batalla interesante.

Cuaderno de notas

El cuaderno de notas es otra de las aplicaciones sobre las que más intensamente ha trabajado HTC para ofrecer una experiencia diferencial con respecto a otras tablets. Ya sea a través de la aplicación o del widget, podemos capturar todo tipo de elementos como texto, fotografías o vídeos, e incluso escritura manual gracias al stylus con el que se acompaña la libreta.

La aplicación permite que sincronicemos nuestras notas con un servicio tan popular como Evernote, lo cual es una característica más que interesante para todos aquellos que quieren apuntar una idea para trabajar con ella después de forma más sosegada en la comodidad de su ordenador.

Más allá de las grandes actualizaciones de Sense, la interfaz está plagado de pequeñas actualizaciones que sin ser especialmente significativas, sí que sirven para completar la experiencia de usuario. En este sentido, ha mejorado el diseño de aplicaciones como la Galería de Imágenes y Vídeos, se ha mejorado el Cover Flow de la aplicación de música y se han incluido aquí y allá algunas pequeñas aplicaciones testimoniales.

En definitiva, no podemos sino afirmar que por la parte de Sense se han cumplido con buena nota las expectativas y aunque es verdad que el sobresaliente todavía se nos antoja que queda algo lejos, nos gustaría ver qué son capaces de hacer los chicos de HTC si un día tienen la oportunidad de aplicar su capa a Android 3.0

Un lápiz mágico

Apostar por un stylus como factor diferencial es otra de las apuestas arriesgadas que HTC plantea con su Flyer. En un “momento tecnológico” como en el que nos encontramos en que casi todo parece estar regido por los gestos, por tocar con los dedos, llama la atención que un stylus pueda marcar la diferencia, sobre todo sobre una pantalla que no permite grandes alardes.

Sin embargo HTC no ofrece un Stylus sin más, sino un puntero que es capaz de integrarse con el firmware de Flyer, convirtiéndolo en algo bastante más interesante. En este sentido, al activar el stylus descubriremos cómo no solo podemos interactuar con cualquiera de las aplicaciones nativas (tomando notas, resaltando elementos, etc.) sino que además, podremos escoger el grosor del pincel, el color, el tipo de textura que deseamos, etc.

Además gracias a sus botones integrados, tareas tediosas de realizar con los dedos como copiar y pegar, se vuelven realmente sencillas. Flyer incluye también un sistema de reconocimiento de escritura manual, por lo que podremos pasar nuestras notas “tomadas al vuelo” a modo texto si así lo deseamos.

Como contrapartida, toda esta variedad de funciones se pierden cuando utilizamos el puntero con aplicaciones no nativas. Seguiremos pudiendo utilizarlo como un stylus tradicional, pero como os podéis imaginar, gran parte de la magia se pierde. Con esto y con todo apreciamos el esfuerzo realizado por HTC por ofrecer un elemento innovador y original, y aunque es verdad que las siete pulgadas no invitan a escribir con un stylus, también lo es que en determinados escenarios puede tener cabida.

Rendimiento

Si bien es cierto que el rendimiento general de Flyer es notable, queda algo lejos de otros competidores como Samsung Galaxy Tab (por no hablar del iPad 2). No obstante, no notaremos la diferencia en tareas poco intensivas como navegar por Internet o trabajar con aplicaciones que no sean especialmente exigentes.

Ejemplo de lo anterior es que mientras el visionado de vídeos en Flash no da ningún problema (muy buen trabajo en este punto), navegar en páginas web que requieren bastante flash o trabajar con este tipo de aplicaciones no es precisamente una experiencia “user friendly” y de momento, no es algo que podamos recomendar. De la misma forma, aunque ejecuta son gran soltura la mayoría de los juegos del mercado, el hecho de contar con un único núcleo acaba por ralentizar su funcionamiento cuando tenemos muchas aplicaciones abiertas.

Finalmente otro punto muy mejorable es la duración de su batería, La batería del HTC Flyer dura un 35% menos de tiempo de lo que podemos obtener con un iPad 2, y un 25%  menos de lo que ofrecen la mayoría de las tablets equipadas con Android 3.0 Honeycomb. Teniendo en cuenta que estamos ante un dispositivo pensado para ser mucho más portátil que sus rivales, nos encontramos ante un verdadero problema que HTC tendrá que esforzarse en solucionar.

Conclusiones

Desde hace bastante tiempo estamos acostumbrados a que HTC posicione en el mercado productos de gran calidad, llamados a marcar la diferencia. Por este motivo, esperábamos mucho de un tablet de que se esperaba que pudiese estar si no a la altura del iPad, sí posicionarse como el mejor dentro del mercado Android. Sin embargo aunque HTC Flyer es sin lugar a dudas un buen producto, no cumple con las expectativas.

Y es que aunque la primera tablet desarrollada por HTC tiene muchos puntos positivos (Sense 3.0, buenas aplicaciones nativas, su innovador puntero) el hecho de escoger Android 2.3, la escasa vida de su batería y no ofrecer por ejemplo un puerto HDMI (a pesar de que es posible utilizar la conectitividad MHL)se nos antojan como inconvenientes demasiado importantes como para poder ser pasados por alto.

Es verdad que podríamos cerrar un ojo ante alguno de estos “defectos”, pero si tenemos en cuenta que su versión más básica (16 GB Wi-Fi) cuesta 499 euros (20 euros más que el iPad 2 básico) creemos que el usuario que desee un tablet de siete pulgadas puede encontrar otras opciones mucho más ajustadas en su relación calidad-precio.

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