rara.com, nuevo servicio de música a la carta, a examen

Interfaz y opciones

Una vez cumplimentado el formulario de registro y el pago, ya se puede hacer uso de rara.com (no es necesario ni tan siquiera validar la dirección de correo electrónico).

En un principio, la interfaz del servicio destaca de manera profusa. El impacto visual es evidente, así como las diferentes opciones disponibles, que no tardarán en cobrar sentido.

En la parte superior se encuentran las opciones generales, de izquierda a derecha: imagen de fondo, opciones de cuenta, ayuda (FAQ, condiciones del servicio, etc) y el buscador, pieza clave.

Respecto a las opciones de cuenta, son realmente limitadas, al punto que resultan un tanto inútiles. Desde la sección Mi cuenta solo se puede renovar la suscripción al servicio, y en Configuración solo se puede cambiar el idioma, fijado nada más entrar en la web por defecto. Ni tan siquiera se puede cambiar la dirección de correo electrónico. Muy mal.

En cuanto al buscador, no dispone de sugerencias, aunque de escribir ligeramente mal el nombre de lo que se busca, se pueden mostrar resultados similares. Un punto mejorable.

El menú de contenidos lo tenemos a la izquierda, y los nombres de sus opciones se explican por sí mismos; una vez seleccionados, se mostrarán en la franja inferior de la interfaz, lo mismo para los resultados del buscador, que se pueden filtrar por artista, álbum y single. Se puede navegar por géneros, listas de reproducción automáticas, recopilaciones con lo mejor de, radios, etc.

Cualquier contenido de esta sección inferior tiene únicamente dos opciones: reproducir y mostrar lista de reproducción.

Y queda el reproductor, puro Flash Player, muy vistoso pero bastante incómodo, muy improductivo si tal adjetivo se le puede aplicar a un servicio de este tipo. Como extra permite compartir canciones a través de Facebook o directamente por enlace, una opción social sin mucho sentido ya que solo los usuarios del servicio pueden acceder finalmente a la música (es prácticamente como enviar spam).

El gran problema del reproductor es la gestión de la música. Por ejemplo, los títulos de las canciones que siguen a la actual no se ven, a no ser que avancemos en la cola de temas manualmente, lo mismo para reproducir una pista que no sea «la siguiente». Para colmo tampoco es posible añadir o eliminar pistas de la lista de reproducción sin abrir la que podríamos denominar como «lista de reproducción completa», que surge como ventana emergente dentro de la misma ventana del servicio al pulsar sobre el icono de información -el de reproducción hace lo propio- de cualquier objeto, o como enlace debajo del reproductor.

Así, lo vistoso del servicio pierde gracia por la lentitud de la gestión de la lista de reproducción, y es que algo tan sencillo como intercambiar el orden de los temas debería ser cosa de arrastrar y soltar en estos días que corren. Otro punto a mejorar.

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