La pregunta del millón: ¿Servidor dedicado o VPS?

Está claro que la virtualización es un término y concepto que en los últimos años oímos más y más. Las posibilidades de aprovechar los recursos disponibles mediante este método son obvias lo que conlleva también un ahorro en inversión, mantenimiento y en tiempo de restauración del servicio en caso de caída.

Si quieres hospedar un desarrollo web podrías optar por un servidor dedicado de un coste considerable sobre el que tendrías control total o bien un VPS (Virtual Private Servers). Esta última opción se muestra interesante debido al ahorro en el desembolso inicial y dado a que será más que suficiente para la mayoría de servicios.

Desde Total Publishing estamos llevando a cabo una promoción del hosting de Strato, una de las compañías que más tiempo lleva en este mercado.

La oferta de servidores es muy amplia y en esta ocasión nos centramos en los servidores Windows que facilitarán la gestión a administradores web a un precio que parte de 12,90 € al mes con tráfico ilimitado.

Los VPS tienen cabida dentro de proyectos de una envergadura media, es decir, son demasiado para desarrollos pequeños, como un blog personal, o bien una simple tienda web pero se quedan cortos si queremos montar un servicio web global con una alta carga de memoria y transferencias.

Este tipo de servidor nos da control total del mismo ya que tendremos cuenta de administrador en el mismo y se podrá instalar software, servidor web, aplicaciones, etc. a nuestro gusto.

Una de las limitaciones de los VPS es que, a modo de analogía, compartimos piso y nosotros tenemos derecho a nuestra habitación, pero tenemos vecinos, y en cierta manera ello puede afectar a la manera de funcionamiento de nuestra web en caso de tener compañeros que carguen mucho el sistema. También es cierto que las compañías ya están limitando vía software este tipo de comportamientos abusivos prometiendo un rendimiento mínimo.

Como hemos comentado: en la mayoría de los casos, como decimos, un VPS es sin duda una solución perfecta tanto en precio como en prestaciones.