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Análisis

Microsoft Surface RT

Analizamos a fondo el tablet de Microsoft basado en el SOC Tegra 3. Surface RT está basado en Windows 8 y permite el uso de fundas con teclado Type Cover y Touch Cover.

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Ficha técnica

 

Se pueden decir muchas cosas de Windows 8, se pueden criticar algunas de sus propuestas pero no se puede negar que es un sistema que no sólo ofrece un cambio radical de filosofía sino que ha traído bajo el brazo algunas sorpresas. En el caso que nos ocupan son dos sorpresas en una: el primer Windows para una plataforma distinta a la X86 (en sus múltiples evoluciones) y el primer lanzamiento de un ordenador de marca Microsoft, todo condensado en el Surface RT. En MuyComputer hemos tenido la suerte de tenerlo entre manos durante algunas semanas donde lo hemos puesto a dura prueba.

Hay que decir que aunque el negocio principal de Microsoft ha sido tradicionalmente el software, la empresa de Redmond no es novata ni mucho menos en el desarrollo de hardware. Desde ratones y teclados pasando por la exitosa Xbox, la experiencia de Microsoft en estas lides se hace notar incluso desde el «packaging» que luce un diseño y una ergonomía digno de sus competidores de Cupertino y que sigue las directrices del empaquetado de productos como los dispositivos de la serie Wedge.

Tras la primera y positiva impresión de la caja sujetamos en nuestras manos el tablet y enseguida notamos otro de los factores diferenciales del producto sobre el que merece la pena detenerse. El exterior del dispositivo presenta una superficie mate con un tacto que una alta calidad de materiales y ensamblaje. El material elegido, llamado VaporMg, proporciona una rigidez y una sensación de robustez muy alta. También los elementos plásticos son de alta calidad, como la aleta que se abre en la parte posterior que hace las veces de soporte del dispositivo.

Al tenerlo en la mano y aplicando cierta presión parece como si el dispositivo fuera macizo, sin esa sensación de algunos tablets de que vayan a ceder (y en algunos casos ceden). La pantalla es de unas generosas 10,6 pulgadas en formato 16:9, totalmente adaptada a los contenidos multimedia actuales sin perder superficie de visualización.

En los lados del dispositivo podemos pasar revista a los conectores. En la parte inferior encontramos uno magnético de seis contactos que nos permitirá conectar y alimentar dispositivos (por ahora solamente las Type y Touch covers, las fundas con teclado de Microsoft). En la parte inferior derecha encontramos otro conector magnético, esta vez de cinco pines, que conecta al alimentador. Microsoft ha optado por un conector tipo magnético descartando la solución MicroUSB estándar.

Siguiendo con el tour de conectores nos encontramos con otro elemento diferencial del RT, un conector USB 2.0 de tamaño completo que permite la conexión de dispositivos de almacenamiento, teclados, impresoras y cualquier dispositivo compatible. Eso abre un abanico de posibilidades de conexión mucho más parecido a las de un PC que a los de un tablet que encontramos habitualmente en el mercado. Esta conectividad puede ser un elemento importante para cierto tipo de usuarios, particularmente profesionales.

Junto al conector USB encontramos una conexión HDMI, en este caso de tipo micro, para conectar con monitores y televisores. Luego encontraremos el proverbial botón de encendido. En la parte izquierda se coloca la conexión para auriculares y el control de volumen. La ranura para tarjetas MicroSD solamente es accesible al levantar la tapa/soporte de la parte posterior.

Hay que señalar que los diseñadores de Microsoft han decidido colocar los altavoces en los lados del dispositivo. Esto favorece que al apoyarlo o al sujetarlo sobre el brazo el sonido no se atenúe como sucede con los tablets que en su mayoría instalan el altavoz en la parte posterior. El resultado es que en las situaciones descritas el sonido es bastante más potente y de calidad que en otros dispositivos de la competencia, aunque dudamos que este punto llegue a suponer un factor diferencial.

Una vez encendido el tablet estamos delante de uno de los elementos que más han decepcionado a los fans: la resolución de la pantalla. Los 1.366 x 768 puntos del RT quedan muy lejos de los 2048 x 1.536 puntos de la pantalla Retina del iPad. Sin embargo el formato 16:9 aprovecha mejor el espacio a la hora de disfrutar de aplicaciones de vídeo.

Pero aunque la verdad es que algo más de resolución hubiera sido un punto a favor, no todo son puntos por pulgada en una pantalla. En la del RT Microsoft ha aplicado también la filosofía de materiales premium, con un cristal Gorilla Glass antirreflejos y anti arañazos muy eficaz y el sistema patentado por Microsoft para mejorar la definición de los caracteres como ClearType.

La luminosidad es espectacular, sin renunciar apenas a la autonomía como en algunos Ultrabooks y tablets. También hemos comprobado que los ángulos de visión son muy amplios y el contraste excelente. La pantalla del RT ofrece unos grises y negros más nítidos y profundos. En resumen una pantalla excelente.

Una vez en funcionamiento ponemos a prueba la potencia y funcionalidad del Surface RT. El tablet dispone de un procesador Nvidia Tegra 3 a 1,3GHz con versiones de 32 y 64 Gbytes. Incluye 2 GBytes de RAM y soporta tarjetas SD de hasta 128 GBytes. El almacenamiento ha sido una de las críticas que ha sufrido el dispositivo porque Windows 8 ocupa más espacio que Android o IOs. Un RT de 32 GB deja 16 GB libres y el de 64 hasta 45.

Además el RT dispone de conexión WiFi, Bluetooth 4.0 pero no dispone de conexión 3G (aunque la conexión USB facilita la instalación de un módem estándar) ni de GPS. Sí incorpora giróscopo y acelerómetro para detectar los movimientos del tablet y brújula. La ausencia del GPS y en menor medida de ranura 3G forma parte de los detalles que penalizan la versatilidad del dispositivo.

La segunda de las penalizaciones es la de las aplicaciones. Aunque el RT dispone de Windows 8, no es compatible con aplicaciones de Windows «para PCs». Eso quiere decir que el usuario de RT tiene que conformarse con instalar una de las 80.000 aplicaciones disponibles (según Microsoft), frente a 300.000 del iPad y otro tanto de la tienda Android (considerando que en total son 700.000 pero muchas no están adaptadas a su funcionamiento en tablets).

Sin embargo y por otro lado el Surface RT ofrece de serie una versión de Office de prueba, que permite utilizar Excel, Word, OneNote y PowerPoint como si estuviéramos en el ordenador de la oficina. Hemos puesto a prueba el RT en varias presentaciones con Powerpoint y ha funcionado sin problemas tanto en la edición como durante la presentación, conectado o no a un proyector externo gracias a la conexión HDMI. El Office podrá sustituirse sin coste por la versión definitiva cuando esté disponible.

Por otro lado, según Microsoft, se están facilitando las cosas para que las principales aplicaciones (sobre todo de productividad) vayan estando disponibles en la tienda de aplicaciones para RT. Hay que decir que por nuestra parte salvo en casos muy específicos, hemos encontrado todo lo que necesitábamos en una amalgama interesante entre usuario de PC y usuario de tablet.

En funcionamiento el Tegra que monta Surface RT es realmente bueno, aunque no espectacular. Con respecto a otros tablet y utilizando aplicaciones análogas las diferencias no son demasiado grandes. Sin embargo a la hora de reproducir vídeo y en algunos juegos sí hemos notado cierta agilidad adicional. En lo que respecta a la duración de batería podríamos decir que el Surface RT está por encima de la media. Hemos medido unas 10 horas de autonomía en uso (conexión inalámbrica deshabilitada).

Capítulo aparte merecen las fundas o covers que ofrece Microsoft para Surface. Hemos tenido la suerte de tener entre manos tanto la touch cover como la type cover. Todas ellas se enganchan al conector magnético de seis contactos de la parte inferior y hacen la función de protector de pantalla. La conexión es lo bastante robusta para que el Surface cuelgue de la tapa si la tenemos sujeta (aunque no recomendamos hacer experimentos como agitarlo o girarlo).

En el caso de la «touch cover» la funda dispone de un teclado de tipo membrana extrafino. La Type cover ofrece teclas mecánicas reales, aunque de perfil extremadamente bajo. En ambos casos los usuarios de PC se encontrarán a sus anchas porque la disposición es idéntica que en un teclado de portátil. Sin embargo la experiencia de teclear con la type cover es muy superior a la de la otra, solamente recomendable si no vamos a utilizar el teclado a menudo.

Conclusiones

Tras una buena temporada utilizando el Surface RT nos hemos dado cuenta de que aunque tiene algunos puntos que le hacen competir con los tablet de consumo, este producto de Microsoft está más orientado a un usuario profesional. Las facilidades de disponer de un Windows para acceder a recursos de la empresa, el Office integrado, los teclados, la robustez y autonomía… parecen virtudes desarrolladas más para el «road warrior» profesional que para el consumidor en general.

Pero dejando aparte la filosofía del producto no hay duda de que el Surface RT es un tablet robusto, de una excelente calidad de diseño y construcción y de muy buena calidad en detalles como velocidad de proceso o pantalla. Solamente detalles como la ausencia de GPS o ranura 3G le hacen perder puntos con los primeros. En cuanto al precio está en línea con lo que establece Apple para sus productos, lo que no es desde luego un punto demasiado positivo.

En cualquier caso un tablet interesante y sobre todo innovador, en un mercado en el que desde hace tiempo las innovaciones están haciéndose de rogar (salvo honrosas excepciones como el S-pen de Samsung). Un producto que por su filosofía va a tener su mayor competencia precisamente con su hermano Surface Pro: un Surface con pocos sacrificios de peso y tamaño pero con la potencia de un Ultrabook. Estamos deseando probarlo…

Y para finalizar os dejamos una toma de contacto en vídeo: Análisis Microsoft Surface RT.

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