Conecta con nosotros

Noticias

Repaso al pasado, presente y ¿futuro? de Nintendo

Publicado

el

de Nintendo

Las consolas de Nintendo han marcado, a su manera, un antes y un después en casi cada momento clave en que podemos dividir la historia de los videojuegos, convirtiéndose, tras la caída de SEGA, en la compañía más veterana del sector que todavía sigue en pie.

Sí, el hardware ha sido siempre una parte esencial de la compañía nipona, y lo cierto es que Nintendo supo acompañarla de un software de calidad, con personajes que hoy por hoy son conocidos en todo el mundo y cuyas franquicias son sinónimo de éxito.

Mario, Luigi, Link, Samus Aran, Kirbi, Wario, Donkey Kong, Captain Falcon, Fox McCloud y Little Mac son algunos de los nombres que forman, entre otros, parte del legado vivo con el que Nintendo ha ido alimentando nuestros sueños y saciando nuestros instintos jugones durante las últimas tres décadas, dejando claro que la unión hardware-software de calidad es vital para el éxito dentro del mundo del videojuego.

La fórmula de Nintendo ha estado clara durante toda su existencia, ya que la compañía siempre ha preferido diferenciarse y tomar caminos distintos a los de sus rivales, algo que hemos podido ver claramente en cada nueva consola, y que todavía se sigue cumpliendo a día de hoy.

Esta estrategia le ha funcionado, pero actualmente empieza a dar síntomas de agotamiento y ha colocado a Nintendo en una posición complicada con Wii U que, como sabemos, se ha convertido en una auténtica pesadilla para la firma japonesa.

Sí, es evidente, Wii U no ha logrado repetir el gran éxito de Wii, ni mucho menos, y la cosa no parece dar síntomas de mejorar, ya que sigue registrando unas ventas que no cumplen ni de lejos las previsiones de Nintendo y que se sitúan muy lejos de PS4 y Xbox One.

¿Qué ha hecho mal Nintendo? Podríamos dar una respuesta breve, simple y poco justificada, pero en este especial hemos preferido invitaros a dar un paseo por la historia de la gran N, repasando sus éxitos y sus fracasos, ya que con ello conseguiremos entender mejor el camino que ha recorrido la compañía hasta llegar a esta situación.

 

La guerra de los 8 bits

NES-Console-Set

La primera mitad de los ochenta vivió el primer gran enfrentamiento del sector del videojuego a nivel de consumo general, con Nintendo NES y Master System luchando por hacerse con el liderato en un mercado que no tenía ni por asomo el valor que ostenta hoy en día.

La NES golpeó primer y tuvo una ventaja temporal de dos años, aunque la Master System ofrecía gráficos de mayor calidad. Con todo el enorme catálogo de NES y las franquicias exclusivas de Nintendo, con juegos como la saga Super Mario Bros, Zelda y Metroid demostraron que lo importante no es la potencia, sino la calidad y variedad de tus juegos.

Estos dos puntos fueron también clave en la victoria de Game Boy frente a la Game Gear de SEGA, las dos grandes consolas portátiles de finales de los ochenta-principios de los noventa.

La portátil de Nintendo llegó un poco antes, y contó con un catálogo enorme de juegos, mientras que Game Gear tenía pantalla en color y ofrecía mucha más potencia gráfica, ya que era prácticamente idéntica a una Master System, pero apenas vendió unos 10 millones de unidades a nivel mundial. Game Boy rozó los 118 millones de unidades.

 

La era dorada de los 16 bits.

Super-Nintendo

SEGA golpeó primero con la Mega Drive, una consola muy avanzada en su momento que montaba un potente procesador Motorola 68000 a 7 MHz.

Ha sido sin duda el mayor éxito de la historia de SEGA dentro del hardware doméstico y mantuvo un enfrentamiento épico con Super Nintendo, consola que llegó dos años después y que tenía mayor potencial que Mega Drive, gracias al uso de numerosos chips de apoyo, ya que su procesador central de 3,6 MHz era muy flojo en comparación el de la 16 bits de SEGA.

Nintendo repitió la fórmula, aunque en esta ocasión sí apostó por la potencia, y el resultado fue un gran éxito. Su 16 bits fue una de las consolas más longevas y mejor valoradas de la historia, tuvo probablemente uno de los mejores catálogos de juegos de la historia y gozó de bombas con exclusividades temporales que la catapultaron como ganadora de la guerra de los 16 bits.

¿Cifras de ventas? Pues a nivel mundial Super Nintendo llegó a vender casi 50 millones de unidades, mientras que Mega Drive quedó en 42 millones de unidades.

 

Periféricos y rarezas en los 90.

virtual_boy3

Los noventa se caracterizaron por ser una etapa bastante convulsa dentro del sector. La llegada de los primeros gráficos en 3D, tanto reales como «simulados» (DOOM, por ejemplo) mostraban claramente una nueva etapa y resultaban muy atractivos para los consumidores.

En un intento por mejorar su posición y diferenciarse SEGA apostó por lanzar periféricos que mejoraban las capacidades de su Mega Drive, como el MegaCD o la Mega Drive 32X, aunque por desgracia ninguno de los dos proyectos cumplió con el hype que generó ni recibió el apoyo necesario por parte de los desarrolladores, quedando como fracasos estrepitosos.

Nintendo estuvo a punto de hacer algo parecido y seguir los pasos de SEGA, lanzando un CD para Super Nintendo, pero finalmente desechó el proyecto. Como anécdota os comento que dicho proyecto de CD estaba siendo desarrollado por Sony, y acabó dando pie a PlayStation.

Con todo Nintendo no se libró y también tuvo un gran fracaso en esta época, la portátil Virtual Boy, una estrambótica consola que ni siquiera llegó a Europa y que resultaba floja a todos los niveles.

 

¿32 bits? No, mejor 64 bits.

N64-Console-Set

PlayStation de Sony y Saturn de SEGA fueron los dos grandes rivales directos de la última mitad de los noventa, ambas máquinas de 32 bits.

Nintendo optó en este punto por algo que mantendría claramente hasta nuestros días, diferenciarse de sus rivales directos a nivel de hardware, sistema de control y juegos.

Como recordará alguno de nuestros lectores la nueva consola de Nintendo llegó dos años después que PlayStation y Saturn con una apuesta muy arriesgada.

Nintendo 64 mantenía el uso de cartuchos, lo que eliminaba los tiempos de carga que sí sufrían los CDs, pero esta ventaja era, a su vez, su gran tendón de Aquiles, ya que la capacidad de los mismos era limitada y obligaba a comprimir datos y a reducir la calidad de vídeos y sonido (Resident Evil 2 es una clara muestra).

Su potencia era grande, ya que montaba una CPU de 64 bits a 93 MHz y sus juegos llegaban a marcar diferencias visibles en el manejo de gráficos 3D, sobre todo utilizando el cartucho de expansión de memoria, pero PlayStation tuvo un catálogo enorme, variado y de mayor calidad, por lo que la superó claramente en ventas (104 millones frente a 32 millones).

Finalmente no podemos olvidarnos del mando de control de Nintendo 64, ya que marcó el inicio de los cambios en relación a la forma de controlar los juegos gracias al uso de un stick analógico además de la cruceta, algo que posteriormente Sony implementaría con los mandos Dual Stick.

En efecto, muchos criticaron el mando de Nintendo 64, pero su idea base fue un éxito copiado hasta la saciedad y presente en todas las consolas desde entonces hasta nuestros días.

No hay duda, la decisión de Nintendo fue muy arriesgada, tanto que estoy bastante seguro de que habría podido ser un importante fiasco de no ser por el enorme fracaso de Saturn, cuya muerte fue prematura y dejó a Nintendo 64 y a PlayStation solas durante un tiempo.

 

Los 128 bits, Sony se consolida y SEGA dice adiós.

gamecube

En la generación de los 128 bits Nintendo repitió estrategia con su GameCube, consola que llegó tarde, pero que se colocó como la segunda más potente de su generación, justo por detrás de Xbox.

La fórmula de Nintendo se centró de nuevo en ofrecer una gran potencia, un pad de control diferente y franquicias clásicas únicas de la gran N, acompañadas de algunas exclusivas importantes centradas, por ejemplo, en la saga Resident Evil.

En esta generación Dreamcast de SEGA se vio superada a nivel de potencia por todos sus rivales, y a pesar de haber sido la primera en llegar y de sus novedades (juego online, Visual Memory y un buen catálogo de juegos) murió también de forma prematura y marcó el fin de SEGA en el hardware doméstico.

Lo dicho dejó a GameCube, PS2 y Xbox como los tres grandes de su generación, aunque la consola de Nintendo quedó en tercer lugar, ya que consiguió unas ventas de 21 millones de unidades, frente a los 24 millones de Xbox y los 160 millones de PS2.

Su catálogo de juegos fue bastante limitado, y las exclusivas no lograron darle el empujón necesario para superar a Xbox, dejando claro que la fórmula de Nintendo estaba dando síntomas de agotamiento.

 

Una revolución llamada Wii.

wii_1_0

Con Wii Nintendo cambió de estrategia a un nivel que no nos habríamos atrevido a imaginar. La gran N no apostó por lanzar una consola de gran potencia, lo que la colocó muy por detrás de Xbox 360 y PS3 y limitó enormemente su catálogo de juegos, ya que la mayoría se desarrollaban aprovechando el hardware de las consolas de Microsoft y Sony.

Sí, Wii ha sido algo así como una GameCube «vitaminada», con todo lo que ello conlleva, y habría sido un fracaso enorme de no ser por su innovador sistema de control que, como sabemos, logró atraer incluso a personas que nunca habían «echado una partida».

Esta consola ha sido, junto con la Game Boy original, el mayor éxito de ventas de Nintendo a nivel de hardware, y ha logrado marcar, guste o no, un antes y un después, demostrando una vez más que la compañía japonesa ha sido la gran innovadora en el sector del videojuego, ya que tanto Microsoft como Sony copiaron a su manera el concepto de control de Wii.

Con todo, y a pesar de su gran éxito de ventas, la realidad es evidente, Wii ha sido una consola para jugadores casuales y grandes fans de Nintendo y sus juegos exclusivos.

Wii U, ¿el gran error de Nintendo?

news_photo_34151_1382048910

Hasta la llegada de Wii Nintendo no había descuidado la potencia del hardware de su consola, pero el cambio de estrategia le dio muy buenos resultados, tan buenos que llegaron a marcar a la gran N de cara al desarrollo de Wii U.

Con Wii U los japoneses han vuelto a lanzar una consola cuyo hardware resulta muy inferior al de las consolas de nueva generación de Sony y Microsoft, una decisión con la que Nintendo se mantiene fiel a la actitud de «no hacer lo mismo que sus rivales» que ha mantenido a lo largo de los años, pero que esta ocasión no le ha salido bien.

No, no le ha salido bien, y no lo digo yo, lo dicen los resultados que hemos ido viendo desde la salida de Wii U. La consola no cumple con las expectativas de Nintendo, y su recepción tanto por medios como por consumidores ha sido bastante fría, algo que tiene una explicación muy sencilla que podemos resumir en cuatro puntos:

  • Hardware desafasado: Wii U no aporta una diferencia clara frente a Xbox 360 y PS3, consolas que llegaron al mercado hace casi ocho años.
  • El nuevo sistema de control no ha revolucionado el sector: Viendo el lanzamiento de Wii U podemos afirmar que Nintendo se marco una especie de todo o nada, donde el nuevo mando-tablet era el revulsivo con el que pretendían vender consolas como churros, algo que finalmente no ha ocurrido.
  • Flojo catálogo de juegos: Wii U tiene un catálogo de juegos muy limitados, sin ninguna «bomba» de importancia, más allá de los clásicos de Nintendo.
  • Precio: El precio de Wii U es excesivo, no hay duda, ya que actualmente se sitúa en unos 250 euros, superior al de consolas como Xbox 360 o PS3, mucho mejor asentadas y con un catálogo de juegos impresionante.

Todo esto nos lleva a una respuesta clara, Nintendo se ha equivocado con Wii U. Sí, su estrategia no ha sido la adecuada, y a día de hoy lo tiene muy complicado, por no decir casi imposible, para levantar a Wii U y conseguir que sea algo más que «una consola para fans de Nintendo», entre los que me incluyo.

Sí, la potencia gráfica no lo es todo, pero siempre que nos movamos dentro de un límite que Nintendo ha sobrepasado al lanzar un hardware claramente obsoleto.

 

Conclusiones finales.

Todo el artículo nos lleva a una pregunta final, ¿qué puede o debe hacer Nintendo? La respuesta no es fácil, pero lo cierto es que podemos agrupar tres grandes opciones partiendo de un principio base que, en definitiva, ayudarían a la compañía a llevar mejor la situación.

El principio base es que Nintendo tiene que dar un tiempo prudencial de vida a Wii U antes de lanzar una sustituta, ya que de lo contrario estaría «defraudando» a los que compraron Wii U y perjudicando su propia imagen.

Con esto en mente pasamos a ver las tres opciones:

  • Lanzarse a por el sector móvil, adaptando sus clásicos a iOS, Android y Windows Phone.
  • Buscar acuerdos exclusivos para mejorar el catálogo de Wii U y aprovechar mejor el mando-tableta.
  • Lanzar hardware específico en mercados emergentes para aumentar sus ingresos.

Entre todas estas opciones Nintendo ha apostado por la tercera, quizá la menos recomendable, pero una alternativa viable al fin y al cabo.

¿Tendrá futuro Nintendo en el hardware doméstico tras el fiasco de Wii U? Servidor cree y espera que sí, aunque Nintendo tiene que aprender bien la lección y cambiar su estrategia con la sucesora de Wii U.

Como de costumbre os invitamos a dar vuestra opinión en los comentarios.

Editor de la publicación on-line líder en audiencia dentro de la información tecnológica para profesionales. Al día de todas las tecnologías que pueden marcar tendencia en la industria.

Lo más leído