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iPhone 6 de Apple frente a la competencia, ¿tiene opciones un doble núcleo?

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iPhone 6 de Apple

La llegada del iPhone 6 de Apple ha generado sensaciones contrapuestas que, en definitiva, podemos dividir en dos grandes grupos de seguidores y detractores, es decir, aquellos que ven el terminal con buenos ojos y aquellos que lo consideran como algo obsoleto o que incluso lo califican como «más de lo mismo».

En principio es innegable que a nivel personal yo también esperaba mayores cambios a nivel interno, especialmente a nivel de CPU y de memoria RAM, pero la pregunta es si realmente era necesario un incremento en la RAM y una CPU de cuatro núcleos en el iPhone 6.

Creo que la respuesta es un no rotundo, y los motivos [pajarito]no se limitan al ya gastado argumento de «la optimización de iOS»[/pajarito] sino que van más allá, y eso es precisamente lo que veremos en este artículo, donde además haremos una comparativa del iPhone 6 con otros terminales de primer nivel.

Especificaciones: un doble núcleo frente a la tendencia de los cuatro núcleos

Sin duda este ha sido uno de los puntos más criticados tanto por medios como por usuarios nivel particular, ¿por qué mantener una CPU de doble núcleo? Bien, antes de entrar en materia vamos a dar un repaso a las especificaciones del iPhone 6 y a las de sus tres principales rivales dentro del sector smartphone, ya que de esta forma estaremos mejor situados y facilitaremos la comprensión de todo lo expuesto.

iPhone 6 – iPhone 6 Plus

  • Pantalla IPS de 4,7 pulgadas – 5,5 pulgadas con resolución de 1.334 x 750 píxeles – 1.920 x 1.080 píxeles.
  • SoC Apple A8 con CPU de 64 bits y doble núcleo a 1,4 GHz.
  • GPU PowerVR GX6650 de seis núcleos.
  • Co-procesador M8.
  • 1 GB de RAM.
  • 16 GB/64 GB/ 128 GB de almacenamiento, sin ranura microSD.
  • Conectividad 4G LTE de 20 bandas, WiFi AC y NFC.
  • Cámara trasera de 8 MP con doble flash LED True Tone (estabilizador óptico en el iPhone 6 Plus).
  • Cámara frontal de 1,2 MP con detección facial.
  • Batería de 1.810 mAh – 2.915 mAh.
  • Medidas y peso: 138,1 x 67 x 6,9 mm y 129 gramos (iPhone 6) – 158,1 x 77,8 x 7,1 mm y 179 gramos (iPhone 6 Plus).
  • Precio medio libre versión de 16 GB: 699 euros y 799 euros, respectivamente

Galaxy S5

  • Pantalla SuperAMOLED de 5,1 pulgadas y resolución de 1.920 x 1.080 píxeles.
  • SoC Snapdragon 801 con CPU de 32 bits y cuatro núcleos a 2,5 GHz.
  • GPU Adreno 330.
  • 2 GB de RAM.
  • 16 GB/32 GB de almacenamiento ampliable vía microSD hasta 128 GB.
  • Cámara trasera de 16 MP.
  • Cámara frontal de 2 MP.
  • Conectividad WiFi AC, NFC y 4G LTE.
  • Batería de 2.800 mAh.
  • Medidas y peso: 142 x 72,5 x 8,1 mm y 145 gramos.
  • Precio medio libre versión de 16 GB: 599 euros.

HTC One M8

  • Pantalla SuperLCD 3 de 5 pulgadas con resolución de 1.920 x 1.080 píxeles.
  • SoC Snapdragon 801 con CPU de 32 bits y cuatro núcleos a 2,3 GHz.
  • GPU Adreno 330.
  • 2 GB de RAM.
  • 16 GB/32 GB de almacenamiento ampliable vía microSD hasta 128 GB.
  • Cámara trasera dual de 4 MP.
  • Cámara frontal de 5 MP.
  • Conectividad WiFi AC, NFC y 4G LTE.
  • Batería de 2.600 mAh.
  • Medidas y peso: 146,4 x 70,6 x 9,4 mm y 160 gramos.
  • Precio medio libre versión de 16 GB: 699 euros.

LG G3

  • Pantalla True HP IPS de 5,5 pulgadas con resolución de 2.560 x 1.440 píxeles.
  • SoC Snapdragon 801 con CPU de 32 bits y cuatro núcleos a 2,5 GHz.
  • GPU Adreno 330.
  • 2 GB de RAM (versión de 16 GB) – 3 GB de RAM (versión de 32 GB).
  • 16 GB/32 GB de almacenamiento ampliable vía microSD hasta 128 GB.
  • Cámara trasera de 13 MP con estabilizador óptico de imagen.
  • Cámara frontal de 2,1 MP.
  • Conectividad WiFi AC, NFC y 4G LTE.
  • Batería de 3.000 mAh.
  • Medidas y peso: 146,3 x 74,6 x 8,9 mm y 149 gramos.
  • Precio medio libre: 599 euros.

El hardware ha hablado, ¿pero y que hay del rendimiento?

No hay duda de que a simple vista parece que el iPhone 6 vendría a ser un smartphone «de segunda» frente a los tres grandes que hemos integrado en la comparativa, pero las apariencias a veces engañan.

Como podemos ver en el vídeo que acompaña a este apartado el rendimiento en GeekBench 3 del iPhone 6 frente a sus principales rivales deja claro que las primeras impresiones pueden llegar a ser precipitadas.

Así, los iPhone 6 e iPhone 6 Plus muestran un rendimiento a nivel de CPU muy grande, ya que en la prueba mononúcleo no tienen competencia y se distancian en más de un 60% de sus rivales, mientras que en la prueba multinúcleo consiguen un resultado casi idéntico al del nuevo Moto X que, recordamos, cuenta con un SoC Snapdragon 801 con CPU de cuatro núcleos a 2,5 GHz.

Esto quiere decir que un Galaxy S5 tiene dos núcleos más que un iPhone 6 y una mayor frecuencia de trabajo, pero un núcleo de la CPU del nuevo smartphone de Apple es hasta un 60% más potente que un núcleo de la CPU del Galaxy S5.

Bien, ¿y como afecta esto a la experiencia de uso?

Esta pregunta merece una respuesta demasiado larga, así que es mejor acompañarla de un vídeo que de nuevo ilustre mejor la explicación y nos permita simplificar.

Con cualquiera de los smartphones de los que hablamos en este artículo disfrutaremos de una experiencia de uso fantástica, ya que son topes de gama y ofrecen un gran rendimiento, pero como vemos en el segundo vídeo en general el iPhone 6 ofrece un funcionamiento más fluido que el Galaxy S5 en diferentes tareas, aunque es especialmente evidente en la carga de aplicaciones pesadas como juegos, por ejemplo.

Sí, esto es muy importante, ya que el terminal de Apple sólo cuenta con 1 GB de memoria RAM, algo que como dijimos ha sido criticado, pero que evidentemente es más que suficiente.

Otro punto importante es la cámara de ambos terminales, un punto en el que la estabilización óptica del LG G3 y del iPhone 6 Plus marcan la diferencia, así como la posibilidad de grabar vídeo a 240 FPS en el iPhone 6.

Finalmente en lo que respecta a la batería Apple no ha hecho los deberes, especialmente en el iPhone 6, así que en este punto pierde claramente frente al Galaxy S5, que gracias a funciones como el modo ultra-ahorro de energía ofrece una mayor autonomía.

¿Entonces el iPhone 6 no es un smartphone «con tecnología del 2012»?

Hay que tener mucho cuidado con las campañas de márketing que lleva a cabo cada compañía y no creernos cualquier cosa, ya que pueden inducir a error y ser muy peligrosas para el consumidor menos experto.

Como dijimos cualquiera de los smartphones que hemos citado son buques insignia y como tales rinden de maravilla, pero tildar al iPhone 6 de «obsoleto» por no montar muchos núcleos o mucha RAM no es algo acertado, y los motivos han quedado claros.

Resulta muy apropiado traer a colación en este punto un ejemplo que me parece idóneo, la etapa Pentium 4 y Athlon 64. En ese momento Intel tiraba de márketing, de frecuencias bestiales de trabajo que llegaban hasta los 3,6 GHz, mientras que los procesadores de AMD ofrecían un rendimiento muy superior con frecuencias de trabajo mucho más reducidas. El Athlon 64 4000+ tenía un núcleo y apenas corría a 2,4 GHz, pero fue el objeto de deseo de todo gamer y amante del rendimiento en su momento.

Lamentablemente para AMD los esfuerzos de Intel a nivel de márketing, su mayor reconocimiento como marca y la absurda guerra de los GHz impidió que los de Sunnyvale propinaran al gigante del chip un verdadero mazazo.

¿Entonces qué smartphone debo elegir?

Esta elección es complicada y ciertamente a nivel personal prefiero interpretar la elección de un smartphone por plataformas y presupuestos, más que por número de núcleos o hardware bruto.

Sí, entiendo que un smartphone es una experiencia de uso, no un simple montón de componentes, y que lo importante es que dicha experiencia de uso satisfaga al usuario por completo durante toda su vida útil, así como la calidad de su acabado que depende, en definitiva, también del gusto personal de cada uno.

De esta forma, y siendo coherente con mis palabras, para presupuestos ajustados suelo recomendar un terminal basado en Windows Phone, como los Lumia 520-530-630, ya que permiten disfrutar de una experiencia de uso plena, fluida y tienen garantizados largos ciclos de actualizaciones, además de disponer de las aplicaciones más básicas y necesarias.

Con esto quiero decir que cada plataforma tiene sus ventajas y sus desventajas, más allá de la potencia del hardware. Así, Android es más abierta y está llena de posibilidades, pero presenta una menor optimización y las actualizaciones son, según el fabricante, un caos. Windows Phone por contra es más limitada a nivel general, pero ofrece mucho y pide poco a nivel de recursos.

Finalmente iOS es más cerrada y limitada que Android, pero está muy optimizada y garantiza ciclos de actualizaciones bastante largos.

Sí, la elección depende de cada uno de vosotros, ya que sois los que al fin y al cabo vais a disfrutar del terminal y nuestro deber tiene que limitarse a orientaros con la mayor imparcialidad posible.

Como siempre os animamos a dejar vuestra opinión en los comentarios.

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