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PlayStation 4 y Xbox One, éxitos y fracasos

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PlayStation 4 y Xbox One, éxitos comerciales, discretos catálogos de juegos

Ya ha pasado algo más de un año desde que PlayStation 4 y Xbox One salieran al mercado, casi en paralelo, haciendo que la rivalidad entre ellas se iniciase desde el primer momento. ¿Cómo está el panorama ahora mismo?, ¿han sido productos que han triunfado o han fracasado?, es lo que intentaremos analizar en este artículo.

Es evidente que en un principio la consola de Sony más aceptación en el mercado que la de Microsoft, más que por los méritos de la empresa japonesa, ha sido por los múltiples fallos del gigante de Redmond. Primero fue la exigencia de conexión permanente a Internet, que puso la piel de gallina a muchos usuarios, luego fue la obligatoriedad de Kinect, un periférico que la inmensa mayoría de jugadores no quería. Todo esto, unido a algunas declaraciones polémicas de Don Mattrick, terminaron por ponérselo demasiado fácil a PlayStation 4, dominando con claridad en los primeros meses, salvo en épocas puntuales como el Black Friday, donde la marca de Microsoft conseguía venderse mejor que la de Sony, al menos en Estados Unidos, tanto en 2013 como en 2014.

Don Mattrick y sus errores al frente de Xbox

Además de la torpeza de Don Mattrick, algunas decisiones tomadas a nivel técnico han puesto en evidencia la menor potencia técnica de Xbox One frente a PlayStation 4, cosa que se ha visto en juegos como Dragon Age: Inquisition o Call of Duty: Advanced Warfare, donde las versiones para Xbox One funcionan a una resolución menor que las de PlayStaton 4. Con el fin de equilibrar las fuerzas, Microsoft decidió eliminar la obligatoriedad de Kinect y liberar poco a poco los recursos que ocupaba, permitiendo que uno de los juegos más esperados del año, Destiny, corriese a 1080p y 30fps en las dos plataformas.

Una generación con gran éxito comercial

En los últimos años hemos vivido un contexto de crisis donde las empresas resultaban reacias a sacar nuevas consolas, debido a que tenían bastantes dudas sobre su acogida en el mercado. Esto hizo que PlayStation 3 y Xbox 360 protagonizaran la generación más dilatada en la historia de los videojuegos desde la era las 8 bits, con la vieja NES a la cabeza. Tal era la inseguridad que Sony llegó a decir que no habría nada de PlayStation 4 hasta 2016, pero estaba claro que la generación llamada PS360 estaba dando signos de agotamiento, y que había arriesgarse a sacar una nueva generación de consolas.

Al poco tiempo de salir al mercado se pudo comprobar que Xbox One y PlayStation 4 fueron bastante bien recibidas, sobre todo la consola de Sony, que superó todas las expectativas de la empresa japonesa en occidente y dejó atrás a la consola de Microsoft, obligando a esta última a hacer movimientos con tal de recuperar el terreno perdido y que había ganado con Xbox 360, curiosamente tras una serie de torpezas por parte de Sony. Para ello el gigante de Redmond decidió hacer una agresiva política de precios, con packs atractivos y bajando el precio de la consola con el fin de mejorar las ventas, siendo uno de los movimientos en este sentido la eliminación de la obligatoriedad de Kinect.

Furor por PlayStation 4 en su lanzamiento

Parece que la estrategia ha tenido los resultados deseados por Microsoft, ya que ha equilibrado un poco la balanza de ventas según los últimos números que han publicado en MuyCanal, con 31,5 millones de PlayStation 4 vendidas frente a las 23,7 millones de unidades de Xbox One. Sony sigue ganando, pero al menos la diferencia no es tan escandalosa como al principio.

Hay otro mercado donde la historia es bien diferente, Japón. La última generación de consolas de videojuegos no está terminando de cuajar. PlayStation 4 sigue sin consolidarse mientras que Nintendo 3DS sigue siendo el rey absoluto allí. Por su parte Microsoft se tendría que plantear abandonar el mercado nipón tras el más que ridículo arranque de Xbox One en el país asiático. Cierto es que los japoneses nunca han sido grandes compradores de la marca de Microsoft, ni de casi nada de origen occidental en cuanto a videojuegos se refiere, pero las ventas allí nunca fueron tan malas como hasta ahora.

Una generación pobre a nivel de juegos

Si a nivel comercial tenemos una generación que está cumpliendo, hay un aspecto que tiene descontento a muchos jugadores exigentes, el catálogo de juegos.

Esta transición está siendo bastante especial, y es que está prolongando mucho en el tiempo, siendo posiblemente la más lenta y larga de la historia de la industria, teniendo en la actualidad un panorama que abusa de los llamados juegos “transgeneracionales”, que aparecen a la vez en PlayStation 3, Xbox 360, PlayStation 4 y Xbox One. El hecho de que muchos juegos salgan a la vez para la anterior generación y la actual lastra a la más reciente, ya que esto hace que no puedan tener un catálogo más fresco y genuino.

Abuso de los juegos transgeneracionales

Pocos han sido los que han decidido abandonar la generación PS360 por PlayStation 4 y Xbox One, como The Witcher 3, la saga protagonizada por Geralt de Rivia ha dicho adiós a la penúltima generación, sin embargo otros títulos muy esperados como Metal Gear Solid 5 siguen siendo transgeneracionales y aparecerán en las cuatro consolas, además de PC.

Una generación con mucho por delante

A pesar de que PlayStation 4 y Xbox One aun tienen unos catálogos de juegos a las que les falta, sobre todo, juegos exclusivos que les de personalidad como generación, sus buenos recibimientos comerciales les brindará con toda posibilidad un brillante futuro.

Por último, si el contexto económico no cambia, pinta que esta será otra generación de consolas con un dilatado periodo de vida comercial, ya que la crisis, que persiste aun en algunos ámbitos (en especial si hablamos de las clases medias), hace pensar que tanto Sony como Microsoft no asumirán grandes riesgos en los próximos años.

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