Acer Revo One RL85, análisis

El nuevo Acer Revo One RL85 es un ordenador que aspira a convertirse en el centro del nuestro hogar digital, acompañando a un televisor de alta definición y ofreciendo al usuario la versatilidad que solo la plataforma PC puede ofrecer. Lo hemos probado durante unas semanas y estas son nuestras impresiones.

Muchos lectores recordarán la «fiebre del netbook» que vivimos hace unos años. En menor medida, meses después aparecieron varios equipos bajo el concepto nettop, que pretendía llevar esa filosofía para sustituir al sobremesa. Acer fue uno de los primeros fabricantes en apostar por esos formatos alternativos que, años después, parecen resucitar. El Acer Revo One que analizamos hoy es heredero espiritual de uno de los primeros nettops que pasaron por el laboratorio técnico de MuyComputer.

Al final, parece que el PC no se está muriendo sino simplemente se transforma para adaptarse a las necesidades del nuevo perfil de usuario doméstico: híbridos, convertibles, microPC, Steam Machines o todo tipo de barebones son soluciones que deberían mantener vivo al ordenador, al tiempo que la llegada de Windows 10 ayudará a recuperar parte del mercado perdido.

La base técnica del Acer Revo One no es muy distinta a la de cualquier ordenador de gama media: procesador Intel Core i3 (Broadwell) de bajo consumo con gráficos integrados, 8 Gbytes de RAM DDR3, hasta 6 terabytes de almacenamiento y Windows 8.1 como sistema operativo. En lo relativo a conectividad ofrece soporte para redes WiFi 802.11 ac, Bluetooth y un buen surtido de puertos en la parte posterior, incluyendo HDMI y dos puertos USB 3.0.

Construido en plástico ABS de excelente calidad, el nuevo Revo puede presumir de un diseño que parece robado a los chicos de Cupertino y una calidad de construcción notable. Las posibilidades de ampliación se reducen a ampliar el almacenamiento (nuestra unidad venía con tres discos duros de 2,5 pulgadas y 1,5 Tbytes cada uno, configurados en RAID5) y no detectamos puntos débiles en el ensamblaje ni el armazón, aunque nos hubiera gustado ver refuerzos de metal en las bahías de los discos.

Con estos mimbres estamos ante una máquina capaz de mover el sistema operativo y prácticamente cualquier aplicación sin dificultades, con rendimiento especialmente destacado en todo lo relacionado con el contenido multimedia (desde hace un par de generaciones Intel está haciendo las cosas muy bien con los gráficos integrados). En nuestras pruebas obtuvimos 1869 puntos en PCMark 8 y 4001 con GeekBench 3, valores esperados teniendo en cuenta la configuración y que sirven de referencia para saber qué podemos pedir al equipo.

El términos de rendimiento hablamos de un ordenador capaz de reproducir vídeo hasta 4K sin ningún problema, que funciona perfectamente en labores de ofimática y navegación web y que también se atreve con juegos, siempre que no sean demasiado exigentes ni de última hornada (acompañado de un buen pad o un stick, podemos aprovecharlo como una gran máquina para emulación, por ejemplo).

En nuestras pruebas aprovechamos para instalar un SSD básico (un Sandisk de 64 Gbytes de capacidad de hace un par de generaciones) y, evidentemente, el rendimiento general del equipo se dispara. Hubiera sido interesante que Acer lo incluyera de serie (aunque fuera una unidad de poca capacidad, para el sistema operativo y las aplicaciones habituales) pero, si compramos la versión básica, es una inversión modesta que recomendamos; además todavía nos quedarían dos bahías para discos tradicionales que nos permitirían alcanzar los 4 terabytes.

Acer acompaña el equipo de un mando a distancia que intenta sustituir a la clásica combinación de teclado y ratón. Como nos ha ocurrido en otras ocasiones la idea es buena, pero la ejecución deja bastante que desear en lo relativo a calidad de construcción, respuesta y precisión. Es usable durante un rato y cumple si solo lo queremos para multimedia pero recomendamos encarecidamente comprar un teclado con trackpad adicional si realmente queremos sacar todo el partido al ordenador.

¿Para qué podemos usar un equipo como este? El Acer Revo One es ideal como centro multimedia, instalado XBMC o Plex. Además podemos usarlo como centro de descargas instalando un cliente de Bittorrent ligero (su consumo es bastante reducido) o centralizar nuestras copias de seguridad y configurarlo como si se tratara de un NAS. Sí, existen aparatos dedicados para esas tareas pero la gran ventaja de este equipo es el ingente ecosistema de aplicaciones disponible para Windows.

En lo relativo a software, Acer entrega el equipo con el sistema operativo instalado y una colección de aplicaciones (algunas versiones de prueba). También se incluye acceso a BYOC (Build your own cloud, una solución propietaria de Acer), una solución que puede resultar interesante para determinados perfiles de usuario. En todo caso, pensamos que el mercado cloud está maduro y hay opciones más que suficientes (tanto gratuitas como de pago) para que cada uno elija la mejor opción en su caso.

Conclusiones

El Acer Revo One ya se puede comprar por unos 300 euros (lo hemos encontrado por algo menos en Amazon) en su versión más básica, con procesador Intel Celeron Quad Core 2957U, 4 Gbytes de RAM y 500 Gbytes de disco (dos bahías disponibles para ampliar). El precio nos parece razonable teniendo en cuenta sus características y posibilidades.

En definitiva, una interesante alternativa como ordenador de salón que consume poco, apenas ocupa espacio y viene configurado de serie. Montar un barebone pieza a pieza con prestaciones similares puede ser más barato, pero para muchos usuarios puede ser práctico optar por una solución integrada y lista para funcionar.

Acer España no nos ha confirmado si venderán el modelo analizado en nuestro país que, como veréis, ofrece una configuración superior al que podéis encontrar en tiendas. Actualizaremos esta información en cuanto tengamos datos confirmados.