La copia para uso personal es ilegal en Reino Unido

El año pasado Reino Unido legalizó la copia para uso personal, también conocida como copia privada, algo que hacía que cosas tan simples y cotidianas como pasar a MP3 un CD que hemos comprado fuese algo legítimo.

Por desgracia los grupos de presión han hecho una vez más de las suyas y el sin sentido ha vuelto a primar en una sentencia judicial de un alto tribunal británico, en la que se establece que el derecho de copia privada tal cual estaba concebido era ilegal.

¿Qué supone esto? Pues que si a un británico se le daña un CD y quiere salvar las canciones por las que ha pagado un «precio justo» haciendo una copia de seguridad está cometiendo un acto ilegal, un absurdo del que podríamos poner otros muchos ejemplos.

Ahora la alternativa que plantean las principales organizaciones pro derechos de autor de Reino Unido es simple, aplicar un canon digital a los dispositivos susceptibles de almacenar contenidos protegidos, como por ejemplo CDs, DVDs y memorias USB, entre otros.

En efecto, algo similar a lo que operaba hasta hace poco en España y que fue declarado ilegal por la Unión Europea con respecto a profesionales y empresas, pero ante lo que el gobierno supo dar una vuelta de tuerca para reinstaurar una alternativa con cargo a los Presupuestos Generales del Estado formados, como no, con nuestros impuestos.

La base de la sentencia es, por si no lo habíais intuido, que la copia privada daña a los autores y a las entidades defensoras de derechos de autor, ya que en la cuadriculada mente de estos sujetos incluso una copia privada equivale a una venta perdida.

Estos sistemas compensatorios en base a un canon son una solución absolutamente injusta para los consumidores y altamente beneficiosa para estas entidades gestoras, basta pensar que por ejemplo en España la mayoría de películas y música que se copia y almacena en dispositivos gravados con dicho canon son extrajeras, pero el dinero recaudado queda en manos de gente que no tiene nada que ver con las mismas.

Sí, buena parte del dinero recaudado va a manos de entidades que en la mayoría de los casos no lo merecen, pero eso no es todo, ya que se impone presumiendo que todo aquél que compre los dispositivos gravados los va a utilizar para realizar copias privadas, cuando puede limitarlos a almacenar fotos o vídeos propios, en cuyo caso habrá pagado injustamente.

Más información: TorrentFreak.