Volkswagen Golf Variant GTD: doble identidad

Me he casado con Rambo…

Helen (Mentiras Arriesgadas)

Tarde de martes, lo que significa maletero cargado con la compra y recoger a los niños de natación. Un instante de pánico te invade mientras te detienes en el semáforo en rojo, pero no, el cacao soluble está a buen recaudo en su bolsa junto con las galletas de fibra (en oferta). Menos mal. Un biplaza rojo se acerca por la derecha con escándalo de música demasiado alta y gorgoteo de cilindros al ralentí. Intentas no mirar pero miras y el conductor te sonríe bajo sus carísimas gafas de sol. Sonríe con suficiencia a tu maletero lleno de bolsas, sonríe a tu coche familiar, sonríe a los elevadores de los asientos de atrás…

Semáforo en verde. Pisas el acelerador y el cambio DSG, los 184 caballos y los 380 nM de par se encargan de congelar la sonrisa que imaginas derretirse bajo las gafas de sol. Ves por el retrovisor al coche rojo que pierdes de vista en la siguiente bocacalle. Nuevo semáforo en rojo. Suspiras. Echas un vistazo a las sillas de los niños y a la bolsa de la ropa. Piensas: aún hay tiempo, cogeré el camino largo. Y entonces la sonrisa la vistes tú…

Ficha técnica

• Fabricante: VolksWagen
• Modelo: Golf GTD Variant
• Motor y acabado: 2.0 TDI (184CV) BMT Pack Sport DSG
• Potencia: 184 CV
• Velocidad max: 231 Km/h
• Aceleración 0-100: 7,9s
• Largo/ancho/alto: 4575/1799/1470 mm
• Potencia máxima RPM: 184 CV a 3.500 RPM
• Par máximo Nm/RPM: 380/1750-3250
• Caja de cambios: Automático secuencial 6 vel.
• VolksWagen.es
• Precio: 37.515 euros

El concepto de familiar deportivo es todo un clásico en el mundo del motor. Esa oportunidad para que los padres y madres o cualquiera con necesidad de espacio no tengan que renunciar a la deportividad para esas ocasiones en las que es posible disfrutarla. La fórmula es simple: un coche práctico que permita ciertas alegrías, y la verdad es que el Volkswagen Golf Variant GTD que hemos tenido la suerte de probar en MC cumple perfectamente con las premisas. Dos identidades radicalmente distintas, como las del personaje de Arnold Schwarzeneggeren la película Mentiras Arriesgadas: padre de familia y espía internacional.

Dos personalidades compatibles

Por un lado tenemos un coche de 184 caballos, 380 nM de par, asientos deportivos, cambio DSG, suspensión rebajada y dirección endurecida y por el otro un generoso maletero de 605 litros de capacidad, una buena habitabilidad delantera y trasera y un consumo (teórico) de 4,4 litros a los 100 kilómetros. Esta, por cierto, es precisamente la gran diferencia con su hermano el Variant R de 300 caballos de gasolina (además de la menor potencia): un consumo mucho más razonable.

El caso es que al echar el primer vistazo a cierta distancia al modelo que nos proporcionó Volkswagen es inevitable no pensar en un lobo con piel de cordero. Una carrocería familiar blanca inmaculada, logotipos GTD discretos y nada que aparentemente haga pensar en una doble personalidad con licencia para matar. Al acercarnos las llantas en aluminio y negro y sobre todo las pinzas de freno rojas y el escape doble ya empiezan a contar otra historia.

Con respecto a los modelos estándar el GTD también presenta un frontal y una parte trasera más ancha además de un chasis deportivo y una suspensión rebajada en 15 milímetros. Dentro encontramos los asientos deportivos de cuadros con muy buen agarre, pedales metálicos deportivos y un volante con detalles de aluminio.

El interior se completa con la generosa pantalla del sistema de infotainment de WolksWagen de ocho pulgadas. Tras el volante encontramos el taquímetro y velocímetro analógicos y entre ellos una pantalla de LCD que ofrece información del sistema, del estado del coche, de la navegación y otros datos. En realidad un sistema de entretenimiento a bordo idéntico al del Passat 2015 que tuvimos la ocasión de probar, salvo por el sistema MirrorLink que no estaba incluido.

El coche dispone de conexión USB pero en esta ocasión en la parte frontal bajo la pantalla. En cambio las ranuras SD se encuentran en la guantera. Tras el volante las levas del DSG y los controles del sistema de sonido, las ayudas a la conducción y el control de los menús. En realidad un volante bastante poblado de botones.

Los asientos deportivos delanteros son realmente eficaces a la hora de sujetar en curvas cerradas. Por su forma el acceso a las plazas no es precisamente cómodo, pero las sensaciones en ruta compensan con creces. El apoyo lumbar, los reposacabezas… todo denota que VolksWagen tiene experiencia en este tipo de versiones deportivas como su histórico GTI. Atrás los asientos son menos espectaculares pero bastante cómodos, sobre todo viajando solamente dos personas. Hay espacio de sobra para las piernas.

El doble techo solar que equipa la unidad (opción gratuita en oferta en estos momentos) nos ha gustado especialmente. Tanto el techo como el parasol se accionan eléctricamente de forma independiente. El espacio que abre en el techo es realmente amplio y resulta un complemento muy divertido a las aptitudes deportivas del vehículo. No llega a descapotable pero sí transmite en parte ese tipo de sensaciones al tenerlo abierto.

El Variant GTD para todos los días

En su faceta de empleado eficiente y padre / madre de familia cumplidor y servicial el Variant GTD ofrece muchas ventajas. En primer lugar el maletero, que partiendo de los 605 litros puede llegar a cargar hasta 1.620 litros con los asientos abatidos. Unos 30 centímetros más largo que el modelo normal muy bien aprovechados. El plano de carga no es demasiado alto por lo que no es complicado manejar objetos pesados para colocarlos en el maletero.

La habitabilidad trasera es bastante buena y permite su uso por parte de dos adultos de talla incluso generosa. No sucede lo mismo con el asiento del centro en el que iremos incómodos a partir de cierta estatura. El Golf ofrece mulitud de cómodos y accesibles espacios portaobjetos para la agitada vida de a bordo como complemento práctico al resto de virtudes del coche.

En cuanto a comportamiento este modelo es muy cómodo para conducir por ciudad. El cambio automático responde con prontitud en los arranques de los semáforos y el sistema Start & Stop permite ahorrar combustible en los mismos. Eso sí, si no queremos que los consumos se disparen demasiado es aconsejable seleccionar el modo «Eco» en el selector de «personalidades» para no encontrarnos con consumos demasiado elevados.

A pesar de su mayor longitud y de la dirección deportiva no hemos encontrado demasiado incómodo la realización de maniobras, aunque también recomendamos en este caso no seleccionar el modo Sport. El radio de giro es similar al de otros modelos de Golf y no presenta demasiados inconvenientes. Los asistentes de aparcamiento y de alcance para evitar choques en medio del tráfico son dos ayudas más para el agente secreto disfrazado de tranquilo urbanita.

Un apunte sobre los modos de conducción. El sistema DCC ofrece nada menos que cinco, desde Comfort a Individual pasando por el tentador Sport. Recomendamos seleccionar Individual para ver todas las características del coche sobre las que actúa el sistema. En cualquier caso y a diferencia de otros casos hay mucha diferencia (sobre todo de comportamiento y de consumo) entre por ejemplo el modo Sport y el Eco.

Eso sin olvidar el práctico Park Assist que incorporaba el modelo que probamos. Este sistema y siempre que estemos conduciendo a una velocidad inferior a 30 kilómetros por hora buscará huecos para aparcar tanto en línea como en batería. Una vez encontrado solamente tendremos que engranar la marcha atrás y adelante según nos indiquen mientras que el volante funciona de forma autónoma.

En definitiva el sistema «manos libres» de aparcamiento que hemos visto también en otras marcas. En el caso del Variant GTD funciona realmente bien, aunque suele ser bastante conservador aparcando en línea. Por el tamaño del coche tampoco parece que el sistema sea estrictamente necesario, además se maniobra con él con bastante agilidad. Sin embargo y según las encuestas es un sistema que empieza a ser muy valorado así que bienvenido sea.

En ruta 

Pero el Golf GTD Variant no solamente es un urbanita ejemplar, también es un viajero bastante austero. Puestas las cuatro ruedas sobre el asfalto de la autopista y acompañados por los distintos sistemas de control de crucero adaptativo y el sistema activo para mantenerse en el carril (el famoso Lane Assist que tanto nos gustó en el Passat) este Volkswagen puede masticar muchos kilómetros sin piedad.

Eso sí, la comodidad se ve algo sacrificada por las suspensiones deportivas, pero ayuda mucho si seleccionamos la opción «confort» en el selector de comportamiento del coche. El confort de marcha es bastante bueno en carretera y autopista y no se aprecia demasiado ruido aerodinámico. En lo que respecta a consumos en nuestras pruebas de recorrido mixto con un 60% de autovía no hemos superado los 5,7 litros a los 100, una buena cifra para un coche con alma de deportivo.

El cambio DSG de doble embrague con seis marchas también pone su granito de arena para aprovechar al máximo la autonomía del depósito, siempre teniendo la precaución de seleccionar un modo de configuración del coche de bajo consumo para que el sistema no apure tanto las marchas.

El Variant GTD para… esos otros días

Seleccionemos ahora el modo «Sport». El sonido es lo primero que da muestras de esa personalidad que esconde tan bien el Golf GTD Variant. A pesar de ser un cuatro cilindros el ronroneo de los 184 caballos puestos a prueba con el pedal a fondo traspasa el aislamiento acústico para introducirse en las venas en forma de adrenalina. No se trata del sonido de un V12 pero sí que se hace sentir y es muy de agradecer porque es uno de esos pequeños detalles que hacen asomar la sonrisa de los compradores de coches de estas características.

En cuanto al cambio hemos oído en foros y publicaciones especializadas que los últimos cambios DSG producidos por VolksWagen habían sido «domados» para que fueran más prácticos (por ejemplo para facilitar las maniobras al recorrer menos distancia en primera con el acelerador sin pisar). He de decir que hay que fijarse mucho para notar la diferencia y que este cambio sigue siendo una de las opciones automáticas más recomendables para una conducción deportiva.

Dicho esto sí que es perceptible un ligerísimo aumento en el tiempo a la hora de reducir marchas por parte del sistema cuando se pisa a fondo y que el coche salga disparado, pero no tanto como para considerarlo un defecto. Es posible que conductores muy acostumbrados a la caja de cambios de generaciones anteriores noten la diferencia, pero en nuestro caso la competencia del DSG en cualquier situación «deportiva» está más que confirmada.

El agarre en curva no ha empeorado con respecto a las versiones deportivas cortas de este Golf, incluso se podría decir que el peso trasero adicional aporta algo más de aplomo en curva. Desde siempre los Golf con el distintivo GT han tenido un comportamiento muy divertido y desde luego esta variante no defrauda para nada, ofreciendo al mismo tiempo un comportamiento seguro y predecible cuando es necesario intervenir en la trayectoria.

Conclusiones

Aunque el comportamiento es divertido hay que aclarar que el Golf GTD Variant no proporciona las sensaciones de rivales o compañeros de mayor potencia y motor gasolina. La respuesta del motor TDI, siendo buena, no llega a los límites de otras alternativas, sin ir más lejos su hermano el GTI. A la hora de decidirse por este modelo hay que tener en cuenta que si queremos invertir puramente en sensaciones y prestaciones deportivas hay otras opciones incluso más asequibles.

La clave aquí es el equilibrio que mencionábamos al principio entre coche de todos los días y sensaciones deportivas, esa doble personalidad acentuada por la carrocería familiar y el motor diésel. Y en el caso del GTD el compromiso está muy conseguido, estamos ante un coche práctico, con un consumo ajustado capaz de ofrecer ese espíritu GT… por un precio que solamente aquel que busque esa doble vida sabrá apreciar.

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