Podremos disfrutar de una luna azul este viernes

Tranquilos que no cunda el pánico, nuestro querido satélite no enfrenta una crisis de identidad ni ha decidido «quitarse las canas», y es que no debemos tomar el fenómeno de la luna azul de forma literal.

Los astrónomos utilizan ese nombre como referencia a la segunda luna llena que se produce en un mismo mes siguiendo el calendario gregoriano, algo que tendrá lugar en este mes de julio ya que la primera ocurrió el día 2 y la segunda será visible el próximo día 31.

Tal y como afirman los expertos esto sólo ocurre una vez cada tres años, aproximadamente.

Tranquilo querido lector no te decepciones tan pronto, ya que esta noticia tampoco quiere decir que la luna no pueda «volverse azul» y nos sirve de base para explicar sus interesantes cambios de color.

Sí, nuestro satélite puede cambiar de color temporalmente y verse de color azul, pero para ello es necesario que se produzcan previamente erupciones volcánicas de gran intensidad que saturen la atmósfera con partículas microscópicas que actúan a modo de filtro y bloquean la luz roja.

De esta forma a lo largo de la historia algunos privilegiados han podido ver auténticas lunas azules en periodos muy concretos, como por ejemplo tras las erupciones de los volcanes Krakatoa y El Chichón, ocurridas en 1883 y 1983, respectivamente.

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