Análisis del Wolder Wiam #23

Dentro de la nueva gama de smartphones que ha presentado Wolder el Wiam #23 se muestra como el modelo más básico, y por tanto el más asequible, pero también el más discreto a nivel de especificaciones y diseño.

Antes de arrancar cualquier análisis es vital tener claro las pretensiones del fabricante con cada producto, la gama a la que se dirige y su precio, ya que de lo contrario corremos el riesgo de acabar diciendo incongruencias o sin sentidos.

Primer vistazo

El Wolder Wiam #23 es un terminal que como dijimos se dirige al sector de gama básica, pero sin caer en recortes que puedan llegar a derivar en una baja calidad o en una mala experiencia de uso.

Esto es importante, ya que el hecho de comprar un terminal asequible no debe ir asociado a mala calidad o mal rendimiento, sino más bien a un buen equilibrio entre prestaciones y calidad de materiales bien ajustados al precio del dispositivo.

Bien, en este sentido el Wiam #23 cumple con nuestras expectativas, ya que su ergonomía es bastante buena y la calidad del plástico utilizado en su fabricación es agradable al tacto, de manera que consigue transmitir en general sensaciones positivas.

En calidad de construcción nada que objetar, y en lo personal me resulta positivo la idea de poder intercambiar fácilmente su carcasa trasera, que está disponible en colores rojo claro, blanco y negro, siendo quizá el segundo el que mejor resultado estético consigue, aunque esto ya es cuestión de gustos.

Hardware y rendimiento

Como dijimos modesto no es sinónimo de pobre, y en este sentido sus especificaciones ya nos anticipaban que se trataba de un smartphone capaz de ofrecer una buena experiencia de uso, y hemos podido comprobar que no estábamos equivocados.

Su pantalla de 4,5 pulgadas tipo IPS con resolución de 854 x 480 píxeles permite una experiencia de uso diario muy buena, incluso en multimedia, y contribuye a su vez a mantener un bajo consumo de batería y recursos en aplicaciones exigentes como juegos.

El SoC MediaTek con CPU de cuatro núcleos a 1 GHz y 64 bits cumple sin grandes alardes, y gracias al respaldo de 1 GB de RAM consigue mover Android 5.1.1 sin problemas y de forma fluida. Bastante equilibrado en este sentido.

Su capacidad de almacenamiento es la que cabía imaginar de un modelo de su gama, 8 GB, aunque gracias a la posibilidad de instalar tarjetas microSD de hasta 32 GB no tendremos problemas para llevar con nosotros una buena cantidad de aplicaciones, música, vídeos y fotos.

Saltando a las cámaras tenemos una frontal de 5 MP y una trasera de 8 MP con flash. Como suele ocurrir en los terminales de gama básica no son nada del otro mundo, pero cumplen y ofrecen resultados aceptables.

Especial mención merece la presencia de ranura para doble SIM, un detalle que añade valor al terminal, y la batería de 1.800 mAh, gracias a la cual consigue una buena autonomía que permite aguantar un día de uso sin mayor problema.

Finalmente no podemos olvidarnos de su conectividad 4G, un detalle importante que cada vez es más común en modelos económicos, pero que igualmente resulta positivo.

Software y conclusiones

Wolder acompaña al Wiam #23 de software gratuito que añade un valor importante al terminal, entre el que destacan especialmente los seis meses de protección gratuita con Panda Security.

Teniendo en cuenta que su precio libre es de 99 dólares podemos concluir que es un buen terminal para aquellos que busquen algo asequible pero con un mínimo de calidad en general, es decir, tanto a nivel de rendimiento como de calidad de construcción.