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Microsoft pone fin a la etapa Nokia ¿Hay futuro para Windows Mobile?

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Windows Mobile

Microsoft ha anunciado el despido de 1.850 empleados de su división móvil (la mayoría en la sede Microsoft Mobile en Finlandia) y un nuevo cargo de 950 millones de dólares para completar una reestructuración que supone el capítulo final de su etapa Nokia.

Una etapa impulsada por Steve Ballmer contra la opinión inicial de Bill Gates, una parte de la junta de Microsoft y también el que sería su sucesor, Satya Nadella. Rumores surgidos desde la cúpula, explicaron después que Ballmer amenazó con su renuncia si no se realizaba un proyecto que finalmente tomó forma abonando 7.200 millones de dólares por la compra de la división de móviles de Nokia.

La operación ha sido un completo fracaso. Microsoft ha perdido al menos 8.000 millones de dólares y lo que es peor, ha perdido a sus socios y hoy tiene una cuota de mercado irrelevante en el segmento de más crecimiento de la tecnología mundial. Un problema para Microsoft y también para los usuarios, que nos quedamos sin alternativas como ha recordado con tristeza el presidente actual de Nokia ante los últimos despidos: «El mercado se merecía un tercer gran ecosistema… Windows Phone podría haber sido un rival de Android y iOS».

Mal negocio desde el principio

Es fácil hablar ahora de todo esto pero se veía venir. Y no solo por Microsoft. La mejor época de Nokia ya había pasado, estaba en franco descenso de ventas y de ahí la venta a Microsoft por un precio que habría sido impensable unos años atrás cuando la compañía finlandesa dominaba con mano firme (con el permiso de Motorola en consumo y BlackBerry en segmentos pro) la telefonía móvil mundial.

Una Motorola que -por cierto- sufrió al igual que Nokia y también acabó vendida a Google por la friolera de 12.500 millones de dólares, para ser entregada poco después a Lenovo por 2.900 millones. Google también perdió una gran cantidad de efectivo aunque la compra fue impulsada principalmente por la necesidad de obtener patentes clave para Android y comunicaciones. Hoy mismo, Lenovo ha presentado resultados financieros admitiendo que la operación Motorola «no ha cumplido las expectativas». En todos los lados cuecen habas en un mercado del móvil que se va a complicar aún más al acabarse la explosión de ventas. Muy pocos obtienen rentabilidad.

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La compra de Nokia no ha aportado ningún beneficio a Microsoft. Con la compra de la división el gigante del software sumó 25.000 empleados a su plantilla. Una gran carga imposible de mantener cuando Nokia seguía perdiendo cuota de mercado. Apple arrasaba con los iPhones y la explosión de ventas de Android y la supremacía de Samsung estaba en ciernes.

En ese contexto los socios de Microsoft abandonaron el barco. Una Nokia en Microsoft asustó al resto de fabricantes e impidió su unión a la plataforma como criticó en su día el responsable de marketing de Huawei, resumiendo el sentir general entre los antiguos aliados de Microsoft que hablaban de Windows Phone como “un entorno cerrado que beneficiaba a Nokia”. La suerte estaba echada y fue el principio del fin.

Solo un año después de la compra de la división móvil de Nokia Microsoft despidió a 18.000 empleados. El nuevo CEO, Satya Nadella, abandonó la estrategia de dispositivos de Ballmer y explicó que la compañía debía estar preparada “para tomar decisiones difíciles en áreas que no estaban funcionando”. El aviso se concretó unos meses después con el anuncio de una reestructuración de la división de dispositivos móviles que incluía 7.800 despidos y asunción de importantes pérdidas, 7.600 millones de dólares en activos relacionados con la adquisición y 750 millones de dólares por cargos adicionales de la reestructuración de la división de dispositivos.

Lo que ha llegado después era previsible. Primero con la venta a Foxconn del departamento de móviles básicos de Nokia y ahora con más despidos que ponen fin completamente a la etapa Nokia. Y quizá a algo más.

¿Hay futuro para Windows Mobile?

Consecuencia de todo lo anterior la cuota de mercado de Windows Phone/Mobile ha caído en picado. Los últimos datos dicen que está por debajo del 1%, impensable para una compañía del potencial de Microsoft y de la cuota del Windows de escritorio.

Aunque Microsoft ha prometido soportar los terminales existentes y ha dejado abierta la comercialización de nuevos Lumia, no creemos que el futuro de Windows Mobile vaya por ahí. Nadella ya avanzó que Microsoft no abandonaría el negocio de la telefonía móvil aunque su presencia en el sector será muy distinta que en la etapa Nokia.

La idea pasa por una nueva línea Surface Phone que continúe la estrategia de lo realizado en tablets. Hoy mismo veíamos en nuestro sitio de canal como Surface Pro 4 había superado en ventas a iPad Pro en el mercado empresarial británico y por mucha diferencia. Una muestra de lo que podría hacer un Surface Phone no ya como superventas, sino como camino a seguir para mostrar las posibilidades de Windows 10 Mobile.

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La inversión en el desarrollo de software debe ser tan exigente como la anterior en hardware, junto a la recuperación de socios OEM que comercialicen smartphones para la plataforma. La finalización de la gama Lumia (que damos por hecha a medio plazo) debe convencer a los socios que Microsoft es un aliado y no un competidor como en la etapa Nokia.

El esfuerzo también debe ser importante en el tema de las aplicaciones. Las propias de Microsoft están cubiertas pero debe mantener y ampliar las de terceros. Hoy mismo se ha anunciado la retirada de la app de PayPal para Windows, BlackBerry y Amazon. Consecuencia de la cuota de mercado de Windows Mobile. Los proveedores no lo ven rentable y se limitan a otras plataformas con más cuota de mercado como iOS y Android.

El complemento -no menor- al desarrollo de Windows 10 Mobile, será los esfuerzos de Microsoft por llevar aplicaciones y servicios a iOS y a Android. Nada menos que 74 fabricantes pre-instalarán en Android aplicaciones de Microsoft. Desde la suite Office, OneDrive, Bing o Skype, sin olvidar el lanzador y el lockscreen publicado y la posibilidad abierta de crear una ROM propia. Lo ha confirmado esta misma semana el vicepresidente Terry Myerson: «Nuestra empresa será pragmática y abrazará otras plataformas móviles con nuestros servicios de productividad, servicios de gestión de dispositivos y herramientas de desarrollo. Independientemente de la elección del móvil de un usuario, queremos que todos sean capaces de experimentar lo que Microsoft tiene para ofrecerles».

Resumiendo. Adiós a la aventura Nokia y a la división de dispositivos tal y como la conocemos. La apuesta no será vender terminales ni Nokia ni Lumia propios, sino potenciar el apartado del software, Windows 10 Mobile y sus servicios, reforzados por unos cuantos Surface Phone que «exhiban» las posibilidades de la plataforma. También por sus socios, imprescindibles para impulsarla bajo la misma estrategia empleada en tablets y escritorios informáticos. No será fácil.

¿Cómo lo ves? ¿Hay futuro para Windows Mobile? ¿Apostarías por un Surface Phone? ¿Microsoft ha perdido el tren en movilidad?

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