Demandan a Valve por juego ilegal con armas de Counter Strike

El negocio de los aspectos y diseños para armas de Counter Strike se ha convertido en algo enorme que sólo el pasado año movió aproximadamente unos 2.300 millones de dólares.

Muy lucrativo, sin duda, pero su estado actual ha sido objeto de una fuerte polémica, sobre todo tras el surgimiento de páginas web que facilitan el intercambio y negocio de dichos «bienes virtuales», dando forma a una especie de juego que carece de cualquier tipo de regulación.

Hablamos de juego porque en principio se cumplen los requisitos clave de azar y uso de dinero real, pero sin embargo Valve no se ha molestado en tomar medidas y establecer una regulación o un control mínimo, algo que hace posible que incluso menores de edad participen y puedan acabar gastando dinero ajeno sin consentimiento.

Todo esto crea un escenario perfecto para que surjan estafas y por tanto conflictos. El primero ya está servido gracias a Michael John McLeod, un usuario que ha decidido demandar a Valve por permitir, bien por omisión o bien de forma activa, el juego ilegal asociado a Counter Strike y los diseños de armas del mismo.

Actualmente es posible asociar cuentas de Steam a webs de terceros dedicados a este controvertido negocio, como CSGO Lounge. La demanda es clara, ya que equipara los diseños de armas, conocidos popularmente como «skins», a las fichas utilizadas en casino, asegurando que al igual que aquellas tienen un valor claro en dinero real.

El propio demandante asegura haber participado en ese negocio y haber perdido dinero tanto como menor como de adulto, algo que podría llevar a pensar que sólo se trata de un jugador enfadado, pero lo cierto es que en el fondo su demanda tiene mucho sentido.

Veremos cómo evoluciona el proceso y qué medidas acaba tomando Valve al respecto, aunque viendo esto y las noticias de amaño de partidas entre jugadores profesionales de Counter Strike podemos sacar en claro que todo lo que rodea a dicho título se ha vuelto algo turbio.

Más información: Kotaku.