Intel ha terminado el diseño de Ice Lake, segunda generación de CPUs a 10 nm

El gigante del chip ha confirmado que ya ha terminado el proceso de diseño de Ice Lake, lo que en la industria se conoce como «tape-in». Se trata de un paso previo al «tape-out», otro proceso que se caracteriza por ser el que marca la salida del diseño final para que comience su producción.

Es por tanto un paso importante que confirma que Intel va por buen camino, aunque debemos tener en cuenta que Ice Lake será la arquitectura base de la segunda generación de procesadores fabricados en proceso de 10 nm.

Sin embargo será Cannon Lake quien marque la llegada de los diez nanómetros al mercado de procesadores de consumo de alto rendimiento. Esa nueva generación de CPUs llegará al mercado durante la segunda mitad de 2017, aunque se espera que los primeros modelos estén dirigidos principalmente a equipos portátiles y a sistemas en los que prime el consumo sobre el rendimiento.

Para paliar esa situación el gigante del chip cubrirá la recta final de 2017 con los procesadores Coffee Lake, dirigidos a PCs y sistemas que siguen precisamente la tónica inversa, es decir en los que lo principal es el rendimiento.

Esperamos que las primeras versiones de procesadores Cannon Lake mantengan el máximo de cuatro núcleos y ocho hilos, mientras que Coffee Lake supondría la llegada al mercado de consumo general (socket LGA1151) de los primeros procesadores con seis núcleos reales.

Volviendo a Ice Lake no podemos pasar por alto que dicha arquitectura supondrá un «tock» sobre Cannon Lake, y que por tanto podría marcar un importante aumento de rendimiento.

Os recordamos que las reducciones de proceso de fabricación tienen como ventajas clave la mayor eficiencia del chip y su menor impacto en la oblea de silicio, lo que se traduce normalmente en un menor consumo, un funcionamiento más fresco y una reducción de costes que ayuda a amortizar el proceso hasta su madurez.

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