Lunar Palace 365: China se va 200 días a «otro planeta»

Encerrados detrás de las puertas de acero de dos bunkeres en un suburbio de Beijing, cuatro estudiantes de la Universidad de Aeronáutica y Astronáutica pasarán 200 días tratando de averiguar cómo se siente vivir en una estación espacial en otro planeta.

Es continuación de las pruebas que China está realizando bajo el proyecto Lunar Palace 365, destinado a crear un ecosistema autosuficiente que proporcione todo lo que los seres humanos necesitan para sobrevivir fuera de la Tierra, incluyendo la generación de oxígeno por las plantas de la estación, la comida a base de cultivos o el agua potable mediante el reciclaje de la orina.

Como en otros proyectos similares, imprescindibles para avanzar en la exploración espacial, los mayores desafíos no vendrán de la parte física sino de la psicológica. Los estudiantes tendrán tareas diarias (incluyendo el cultivo de hortalizas y otros suministros, vigilancia de la salud de los integrantes y el tratamiento de los desechos humanos y de la planta) para mantenerlos motivados, pero vivirán en un pequeño espacio, separado de amigos y familiares y de cualquier contacto físico.

No se han detallado todas las pruebas, pero se conoce que una de ellas será comprobar su reacción sin luz solar durante un tramo significativo de tiempo, lo que podría afectar a su salud física y especialmente mental. «Pueden llegar a ser un poco deprimente… Si pasas mucho tiempo confinado en este tipo de entornos puede sufrir problemas psicológicos», explica el profesor responsable del proyecto.

El presidente chino, Xi Jinping, quiere que China se convierta en una potencia mundial en la exploración del espacio, y el Lunar Palace 365, la primera base de soporte vital bioregenerativo desarrollada en China (la tercera en el mundo) es parte importante de esas ambiciones.

Un espacio que se compone de dos módulos de cultivo de plantas y un módulo integrado que incluye una sala de estar, una sala de trabajo, un baño y una sala de tratamiento de desechos. Según sus responsables, es la más avanzada del mundo al incluir un soporte vital de cuatro niveles que involucra a plantas, animales, microorganismos y seres humanos.

China planea enviar la primera sonda al lado oscuro de la Luna en 2018 y poner astronautas en el satélite en el año 2036. El experimento Lunar Palace 365 puede permitir una base lunar por períodos prolongados y los primeros pasos para vivir algún día en otro planeta.