Conecta con nosotros
placas base placas base

Guías

Qué placa base debo elegir: guía de compras actualizada para procesadores Intel y AMD

Publicado

el

La placa base es el pilar central sobre el que se construye cualquier PC, un título bien merecido, puesto que sobre ella tendremos que conectar componentes tan importantes como el procesador, la memoria RAM, la tarjeta gráfica y la unidad de almacenamiento.

En efecto, la placa base actúa como nexo de unión de los diferentes componentes del PC, ya sea de forma total o parcial. Por ejemplo, los ventiladores no se instalan directamente sobre la placa base, pero se conectan a ella para obtener la energía que necesitan, y lo mismo ocurre con las unidades de almacenamiento que utilizan formatos de 2,5 y 3,5 pulgadas.

No debemos olvidar que, además, es la placa base la que determina qué componentes y qué periféricos podremos conectar a nuestro equipo. Podríamos establecer pequeños matices, ya que es cierto que al añadir tarjetas de sonido o tarjetas gráficas podemos superar algunas de las limitaciones que impone una determinada placa base, pero al final es esta la que fija el baremo mínimo en términos de compatibilidad.

Su importancia está fuera de toda duda. Equivocarnos al elegir una placa base puede arruinar por completo el montaje de un PC, un problema que puede venir de varios frentes, incluyendo desde una placa base con un tamaño muy grande que no encaja en un chasis determinado o que no soporta una CPU concreta, y también puede dar forma a un montaje funcional pero «lisiado».

Lo entenderemos mejor con un ejemplo: un equipo con una placa base H370 y un procesador Core i9 9900K funcionará sin problemas, pero estará «lisiado» porque no podremos aprovechar el multiplicador desbloqueado del procesador y hacerle overclock. Para ello necesitaríamos una placa base con chipset Z370, cuyo precio es superior al de los modelos con chipset H370.

Como vemos hay muchas cosas que debemos tener en cuenta a la hora de elegir una placa base, y eso hace que acabe siendo una decisión muy complicada. Por ello hemos decidido actualizar nuestra guía de compras dedicada a placas base, un artículo que ha gustado mucho a nuestros lectores y cuya renovación nos estabais pidiendo desde hacía algunos meses. Aquí lo tenéis, espero que disfrutéis tanto leyéndolo como yo escribiéndolo.

¿Qué placa base elegir? Primeros pasos

El presupuesto es clave a la hora de elegir una placa base, de eso no hay duda. Si tienes un presupuesto reducido tendrás que buscar modelos más económicos. Esto implicará que tendrás que renunciar a una serie de prestaciones determinadas, y que tendrás que aceptar una estética menos cuidad y una calidad de construcción inferior.

Sin embargo, es importante tener claro que aunque tu presupuesto sea reducido debe ser suficiente para comprar una placa base que se ajuste a las necesidades del equipo que tienes previsto montar, y esto supone varias cosas que deben quedar grabadas en piedra. La primera es que debe estar preparada para aprovechar de forma óptima todos los componentes que vayas a instalar. Por ejemplo, si vamos a utilizar procesadores Ryzen debemos buscar una placa base AM4, y si vamos a utilizar procesadores Core 9000 debemos hacernos con una placa base con socket LGA1151 y chipset serie 300.

En segundo lugar debemos prestar atención al tamaño. Si vamos a utilizar un chasis que solo admite el formato micro-ATX y compramos una placa base ATX tendremos un problema. Por contra, si nuestro objetivo es montar un equipo muy pequeño debemos hacernos con una placa base mini-ITX. A continuación os dejo un resumen con los formatos más utilizados a día de hoy y sus diferentes tamaños para que tengáis una referencia exacta.

  • ATX: es el tamaño que se considera como estándar en el mercado de consumo general y se mantiene como el más popular. Tiene unas medidas de 305 x 244 mm.
  • Micro-ATX: su popularidad ha crecido de forma sustancial, ya que permite montar equipos compactos pero potentes. Tiene unas medidas de 244 x 244 mm.
  • Mini-ITX: permite montar equipos muy pequeños sin tener que renunciar por ello a un buen nivel de prestaciones. Tiene unas medidas de 170 x 170 mm.

placas base

No hay duda de que la placa base representa una inversión muy importante, y como tal debemos darle el valor que merece. Sin embargo, a la hora de elegir debemos tener muy claro el presupuesto del que partimos y los objetivos del montaje que vamos a llevar a cabo, ya que ello afectará a nuestra decisión.

Si tienes pensado elegir un procesador con el multiplicador desbloqueado y subir sus frecuencias necesitas elegir una placa base que cuente con el chipset necesario para poder hacer overclock. En el caso de AMD los chipsets B350, X370, B450, X470 y X570 permiten hacer overclock sin problemas, mientras que en el caso de Intel solo los chipsets serie «Z» nos permitirán hacer overclock. Por ejemplo, un procesador Core i9 9900K debería ir acompañado de una placa base con chipset Z370, mientras que un Core i9 10900K debería ir montado en una placa base Z490.

No es necesario comprar una placa base de 300 o de 400 euros para disfrutar de una buena experiencia, aunque tampoco existe una regla universal que nos permita definir el presupuesto que debemos destinar a dicho componente de forma absoluta. Con todo, me gusta utilizar una regla bastante sencilla e interesante que no suele fallar casi nunca y que quiero compartir con vosotros: lo más recomendable es, en la mayoría de los casos, invertir en la placa base entre un tercio, como mínimo, y la mitad, como máximo, de lo que nos vaya a costar el procesador que vamos a utilizar.

Imagina, por ejemplo, que vas a montar un Ryzen 7 3700X, cuyo precio es de 299,85 euros. Pues bien, no deberías destinar más de 100-150 euros a la placa base. Con una GIGABYTE B450 Aorus Elite tendríamos más que suficiente (cuesta 101,89 euros), aunque si queremos asegurar una compatibilidad total con los procesadores Ryzen 3900X y Ryzen 9 3950X, así como con los futuros Ryzen 4000, y disfrutar de las ventajas que ofrece el estándar PCIE Gen4 con una inversión razonable podríamos optar por la GIGABYTE X570 UD, que cuesta 149,89 euros.

Con procesadores económicos ocurre exactamente lo mismo. No tiene sentido comprar un procesador de 50 a 100 euros y montarlo en una placa base de 200 euros, salvo que tengas previsto utilizar esta configuración de forma provisional, es decir, como plataforma temporal hasta que puedas montar un procesador acorde a esa placa base de 200 euros. Algunos usuarios recurren a este tipo de montajes «por fases», no es lo ideal, ya que perdemos dinero al comprar componentes varias veces en un plazo de tiempo relativamente corto, pero es una opción que hay que tener en cuenta.

¿Qué cosas dependerán directamente de la elección de una placa base?

Pues muchas, la verdad, tantas que podemos entender sin problemas por qué hemos dicho que es tan importante cuidar la elección de este componente.

A continuación comparto con vosotros un desglose simplificado, pero bastante completo, con todas las claves que debéis tener claras a la hora de elegir vuestra nueva placa base:

  • El socket y los procesadores que podremos utilizar. Las placas base con socket LGA, en sus diferentes versiones, soportan CPUs Intel, mientras que las placas base con socket AM4 soportan procesadores y APUs AMD.
  • La cantidad de memoria RAM soportada, las ranuras disponibles, el tipo y la velocidad de la misma. Una placa base con cuatro ranuras de memoria RAM es más versátil a la hora de planear futuras ampliaciones.
  • Los conectores para unidades de almacenamiento (SATA III, M.2, étc) y para accesorios. Si queremos montar una unidad SSD M.2 PCIE y elegimos una placa base sin dicho conector tendremos un problema.
  • La cantidad de ranuras PCIE disponibles, así como el tipo y la velocidad de las mismas. No es un tema conflictivo, ya que todas las placas base actuales montan, al menos, un conector PCIE 3.0 x16.
  • El soporte de funciones avanzadas, las opciones de uso y de seguridad. En este apartado podemos funciones interesantes, como la BIOS Dual y los sensores de temperatura.
  • La calidad del sistema de alimentación (VRM), la refrigeración y el soporte óptimo de determinados componentes. No todas las placas base pueden alimentar de forma óptima a los procesadores más potentes, ni cuentan con los mismos sistemas de refrigeración aplicados a elementos tan importantes como el VRM o el chipset.
  • La compatibilidad con procesadores que soportan overclock. Debemos tenerlo muy en cuenta, ya que montar un procesador que soporta overclock en una placa base que no permite aprovechar dicha característica será un error grave.
  • Otros aspectos importantes, como las opciones de conectividad, de red y de sonido integrados. Las placas base más avanzadas cuentan con soluciones de sonido superiores y permiten utilizar herramientas de gestión y de optimización avanzadas. Lo mismo aplica a las opciones de red.

Tened en cuenta que no todos estos elementos tienen la misma importancia. Si tenemos un presupuesto ajustado debemos dar prioridad a la calidad general de la placa, y asegurarnos de que esta cuente con los conectores y ranuras que necesitamos. De nada te servirá comprar una placa base muy chula con LEDs si su sistema de alimentación no puede con el procesador que vas a montar, por ejemplo.

En términos de conectividad la mayoría de las placas base actuales cuentan con todo lo que podamos llegar a necesitar, incluyendo conectores USB Type-C y una generosa cantidad de puertos USB Type A, así que salvo casos muy concretos no tendréis  problema en este sentido.

Un vistazo a los chipsets Intel

Aunque algunas generaciones de procesadores asociados a determinados chipsets ya han sido descatalogados todavía podemos encontrar una gran variedad de placas base que utilizan versiones que podemos considerar como «antiguas». Por ejemplo, los procesadores basados en la arquitectura Skylake (Core 6000) necesitan una placa base con chipset serie 100 o serie 200, y lo mismo ocurre con los procesadores Kaby Lake (Core 7000). Podéis ampliar los cuadros haciendo clic en ellos.

Por su parte los procesadores más actuales basados en Coffee Lake y Coffee Lake Refresh (Core 8000 y 9000 respectivamente) utilizan placas base con chipset serie 300, y los recién estrenados Comet Lake (Core 10000) necesitan placas base con chipset serie 400. Todos, con la excepción de los Core serie 10, que se instalan en el nuevo socket LGA1200, utilizan el socket LGA1151, pero requieren de un chipset distinto, como vemos.

  • Nivel básico: aquí se ubican los chipsets H110 y H310. No soportan configuraciones multiGPU y tienen una configuración baja de líneas PCIE (x6) que, además, es de tipo 2.0 en la serie H110. Esto puede afectar al rendimiento de unidades SSD M.2 NVME. Sin embargo son una buena opción para equipos económicos, ya que la tarjeta gráfica utilizará las 16 líneas del procesador. No soportan la tecnología Intel Optane.
  • Nivel intermedio: aquí podemos ubicar una gran cantidad de chipsets, como las series B250, H170, H270 y H370. En general mejoran la cantidad de líneas PCIE disponibles, así como el número máximo de puertos USB disponibles, los conectores SATA integrados y también introducen el soporte de funciones avanzadas, como Intel Optane y también Intel Rapid Storage Technology, entre otras.
  • Nivel alto: aquí se agrupan los chipsets serie Z170, Z270, Z370, Z390 y Z490. Soportan configuraciones multiGPU, aumentan también la cantidad de líneas PCIE, así como los puertos USB y los conectores SATA, mantienen la presencia de tecnologías avanzadas y cuentan, además, con soporte de overclock. Imprescindible para aprovechar procesadores con overclock.

Recordad que junto a estas plataformas de consumo tenemos la plataforma HEDT de Intel, que utiliza el socket LGA2066 y el chipset X299. Presenta una base común que aplica a todas las placas base que existen actualmente, ya que todas soportan overclock y tienen unas especificaciones comunes, siendo el procesador el que marca diferencias importantes en temas clave, como el total de líneas PCIE.

Un vistazo a los chipsets AMD

Las placas base que comercializa actualmente AMD cubren un conjunto bastante amplio de soluciones compatibles con casi todos sus procesadores y APUs Ryzen, siempre que se encuentren actualizadas la última BIOS disponible.

Los procesadores Ryzen 1000 llegaron junto a las placas serie 300 con socket AM4, pero las placas base B350 y X370 han sido actualizadas para soportar los nuevos Ryzen 3000, y lo mismo ocurre con las placas base B450 y X470, que acompañaron a los Ryzen 2000 pero funcionan sin problemas con los Ryzen 3000.

Tened en cuenta que los Ryzen 9 3900X y Ryzen 9 3950X requieren de un VRM bastante sólido, y que no tienen porqué funcionar bien en todas las placas base serie 300 y 400 aunque sean, en teoría, compatibles. Mucho cuidado con esto.

  • Nivel básico: se encuadra el chipset A320, utilizado en las placas base más económicas de AMD con socket AM4. No soporta overclock, pero permite utilizar sin problemas tarjetas gráficas en configuración PCIE x16 y unidades SSD M.2 con interfaz NVME PCIE x4.
  • Nivel medio: aquí posicionan los chipsets B350 y B450. Ambos permiten hacer overclock, soportan configuraciones multiGPU (aunque de forma limitada) y ofrecen prácticamente las mismas características clave. Las únicas diferencias importantes están en que el segundo es compatible con funciones avanzadas como Precision Boost Overdrive y Store MI. Muy pronto llegarán los modelos con chipset B550, que soportarán el estándar PCIE Gen4.
  • Nivel alto: en esta posición se encuadran los chipsets X370, X470 y X570. Soportan overclock y configuraciones multiGPU. Encontramos diferencias más importantes que ya no se limitan al soporte de Precision Boost Overdrive y Store MI, presentes en las placas X470 y X570, sino que también se extienden al soporte del estándar PCIE Gen4, presente únicamente en las placas base X570, ya que fue deshabilitado en los modelos X470 compatibles.

Como en el caso de Intel os recuerdo que existe una plataforma HEDT de AMD, formada por la gama de procesadores Threadripper, que utilizan los socket sTR4 y sTRX4 el chipset X399 y tienen también un nivel de prestaciones común. El primer socket se utiliza por los procesadores Threadripper de primera y segunda generación, y el segundo por los de tercera generación. Presentan diferencias importantes que afectan a las líneas PCIE, así como a la cantidad de puertos USB y de conectores.

¿Qué placa base elegir? Recomendaciones de modelos que son una buena elección

Toda guía debe incluir una serie de recomendaciones concretas, claras y precisas. Ya tenemos una serie de nociones importantes que nos permiten tener claros los puntos más importantes a la hora de elegir una placa base, y para terminar este artículo vamos a compartir con vosotros una serie de modelos que son, por un relación precio-prestaciones, una buena compra.

Placas base Intel

placas base

MSI H310M PRO-VD Plus por 61,86 euros

  • Socket LGA1151.
  • Chipset H310, compatible con los procesadores Core 8000 y Core 9000.
  • Ranura PCIE con protección metálica.
  • Hasta 32 GB de DDR4 a 2.666 MHz en dos slots.
  • Formato Micro ATX.

GIGABYTE Z390 UD por 115,91 euros

  • Socket LGA1151.
  • Chipset Z390, compatible con los procesadores Core 8000 y Core 9000.
  • Permite overclock y SLI-CrossFire.
  • Ranura PCIE con protección metálica.
  • Hasta 64 GB de DDR4 a 4.266 MHz en cuatro slots.
  • Formato ATX.

MSI Mag Z390 Tomahawk por 164,90 euros

  • Socket LGA1151.
  • Chipset Z390, compatible con los procesadores Core 8000 y Core 9000.
  • Permite overclock y SLI-CrossFire.
  • Ranura PCIE con protección metálica.
  • Hasta 64 GB de DDR4 a 4.400 MHz en cuatro slots.
  • Formato ATX.

placas base

MSI MPG Z490 GAMING PLUS por 189,90 euros

  • Socket LGA1200.
  • Chipset Z490, compatible con los procesadores Core 10000.
  • Permite overclock y CrossFire.
  • Ranura PCIE con protección metálica.
  • Hasta 128 GB de DDR4 a 4.800 MHz en cuatro slots.
  • Formato ATX.

placas base

MSI X299 PRO por 327,99 euros

  • Socket LGA2066.
  • Chipset X299, compatible con los procesadores Core 7000 Extreme, Core 9000 Extreme y Core 10000 Extreme (HEDT).
  • Permite overclock y SLI-CrossFire.
  • Ranuras PCIE con protección metálica.
  • Hasta 256 GB de DDR4 a 4.200 MHz en ocho slots.
  • Formato ATX.

Placas base AMD

GIGABYTE B450 Aorus Elite por 101,89 euros

  • Socket AM4, compatible con procesadores Ryzen 1000, 2000 y 3000.
  • Chipset B450, soporta overclock.
  • Hasta 64 GB de DDR4 a 3.600 MHz en cuatro slots.
  • Soporte de configuraciones multiGPU en CrossFire.
  • Formato ATX.

GIGABYTE X570 UD por 149,89 euros

  • Socket AM4, compatible con procesadores Ryzen 2000 y 3000 (Zen+ y Zen 2).
  • Chipset X570, soporta overclock.
  • Hasta 128 GB de DDR4 a 4.000 MHz en cuatro slots.
  • Soporte de configuraciones multiGPU en CrossFire.
  • Ranura PCIE con protección metálica.
  • Soporta PCIE Gen4.
  • Formato ATX.

placas base

ASUS Prime X570-P por 196,70 euros

  • Socket AM4, compatible con procesadores Ryzen 2000 y 3000 (Zen+ y Zen 2), y APUs Ryzen de primera generación.
  • Chipset X570, soporta overclock.
  • Hasta 128 GB de DDR4 a 4.400 MHz en cuatro slots.
  • Soporte de configuraciones multiGPU en CrossFire.
  • Ranura PCIE con protección metálica.
  • Soporta PCIE Gen4.
  • Formato ATX.

ASUS Rog Strix X399-E Gaming por 381,90 euros

  • Socket sTR4, compatible con procesadores Threadripper 1000 y 2000.
  • Chipset X399, soporta overclock.
  • Hasta 128 GB de DDR4 a 3.600 MHz en ocho slots.
  • Ranuras PCIE con protección metálica.
  • Soporte de configuraciones multiGPU con hasta tres tarjetas gráficas (NVIDIA SLI y AMD CrossFire).
  • Formato ATX.

placas base

ASUS ROG Strix TRX40-E Gaming (reacondicionado) por 412,55 euros

  • Socket sTRX4, compatible con procesadores Threadripper 3000.
  • Chipset X399, soporta overclock.
  • Hasta 256 GB de DDR4 a 4.600 MHz en ocho slots.
  • Ranuras PCIE con protección metálica.
  • Soporte de configuraciones multiGPU con hasta dos tarjetas gráficas (NVIDIA SLI y AMD CrossFire).
  • Soporta PCIE Gen4.
  • Formato ATX.

Editor de la publicación on-line líder en audiencia dentro de la información tecnológica para profesionales. Al día de todas las tecnologías que pueden marcar tendencia en la industria.

Lo más leído