Autonomía en smartphones, una cuenta pendiente

El mercado del móvil inteligente sigue en plena ebullición tras la llegada de nuevos terminales estrella como iPhone 6, Galaxy Note 4 o Nexus 6, pero con una cuenta pendiente: autonomía.

En la gama alta, todos tienen denominadores comunes y siguiendo una tendencia de mercado que no sabemos donde acabará han aumentado su tamaño de pantalla a cotas cercanas a las 6 pulgadas de diagonal, muy cercanas a las tabletas electrónicas de entrada.

El aumento de resolución es otro punto de avance, en el caso del Note 4 ofreciendo una densidad espectacular de 515 puntos por pulgadas al montar un panel de 1440 x 2560 píxeles con una diagonal de 5,7 pulgadas.

Para mover semejante pantalla que supera por mucho la media de resolución empleada en el mercado de monitores informáticos, portátiles e incluso televisores, la respuesta es continuar aumentando memoria RAM y almacenamiento y el rendimiento de los chips, con SoC que incluyen micro de cuádruple núcleo y GPUs de mayor rendimiento que convierten a los smartphones en grandes computadoras en tamaño reducido.

También sigue aumentando la conectividad en los módulos de geolocalización o soporte para las redes de banda ancha móvil y por otro lado, para compensar en peso el aumento de tamaño, otra de las tendencias es diseñar los terminales con un grosor reducido como los 6,9 mm del iPhone 6, por no hablar de los 4,85 mm del Oppo R5.

¿Dónde nos lleva todo esto en términos de autonomía?

La respuesta ya la conoces y no es como nos gustaría ya que es la autonomía en smartphones es la verdadera cuenta pendiente del sector. Si nuestro «ladrillo» de hace unos duraba tranquilamente una semana (y más) «sin repostar», los terminales actuales tienen que enchufarse a la red sí o sí cada noche. Y eso en el mejor de los casos ya que a muchos no nos dura ni una jornada de uso a poco que le demos caña por motivos profesionales o más placenteros.

Bien es cierto que los smartphones actuales no tienen nada que ver con los «móviles tontos» y que como decíamos son computadoras completas en miniaturas pero -a nuestro juicio- es urgente que las marcas tengan en el aumento de autonomía en smartphones una de las grandes mejoras a desarrollar en las próximas generaciones.

No será fácil por el aumento de potencia y pantalla y por la tendencia a un diseño tan, tan delgado que roza en lo ridículo si no deja espacio para componentes como una batería de mayor capacidad. ¿No es preferible un par de milímetros de grosor a cambio de un aumento de autonomía más razonable?

Ejemplos de ello lo tenemos en Motorola con el Droid Turbo que monta una batería de 3.900 mAh. También hay otros terminales que intentan aumentar la autonomía pero son la excepción y no la tendencia general para mejorar una de las características más importantes de un teléfono móvil y la única que no solo no ha mejorado sino que ha retrocedido con el tiempo, y mucho.