Las averías más frecuentes del móvil durante las vacaciones y cómo solucionarlas

Los meses que delimitan el verano (julio y septiembre) son los que registran un mayor número de reparaciones de smartphone. Podríamos decir que se trata de una casualidad, en caso no tener en cuenta el agua de las piscinas, la arena de la playa o el calor; enemigos todos del mantenimiento de nuestro teléfono móvil. Así, en un comunicado lanzado en junio por Phone House, se afirmaba que el 33% de las averías de terminales tienen lugar durante el periodo vacacional.

De estas averías, el 50% se debe a las altas temperaturas. Por lo tanto, se aconseja no olvidar el dispositivo en un automóvil aparcado al sol, donde se pueden alcanzar los 50 grados. También es recomendable dar tregua al Smartphone para que pueda enfriarse por sí mismo, así como instalar apps de refrigeración y control de temperatura, a fin de evitar que el terminal supere los 35 grados.

Por otro lado, deberemos estar atentos a la avería por humedad, otro de los clásicos del verano. Y es que no es de extrañar que, entre baños de agua dulce o salada, nuestro móvil termine igualmente sumergido. Una medida casera ante estos accidentes: retirar la batería y dejar el terminal en un vaso con arroz durante un par de días.

Además de lo anterior, las caídas (traducidas en roturas de pantalla o de otros componentes) y los robos (que se incrementan durante estas fechas) completan la lista de peligros habituales para nuestro Smartphone. Con todo, la solución por la que se decanta un gran número de usuarios es contratar una cobertura adicional. Es el caso de la póliza de Miseguromovil.com, que ofrece protección ante daños por caídas, por contacto con líquidos, climatología adversa, robos, avería de elementos internos, toda clase de fallos eléctricos y mecánicos… En definitiva, una buena idea para disfrutar de los tiempos de ocio con la tranquilidad de saber que tenemos el móvil asegurado.

Continuando con las averías, en 2015 Phone House calculaba que el precio medio por reparación alcanzaba los 116 euros, si bien los usuarios pagaban alrededor de 40 (generalmente la garantía se hacía cargo del problema). No obstante, existen muchas reparaciones que no están contempladas en la protección de la operadora. Hablamos de ciertos errores de software, fallos en el Display o en la pantalla táctil, problemas con la batería o averías derivadas del mal uso. Una razón más para optar por un seguro para nuestro Smartphone.

Por último, en caso de que el problema de nuestro dispositivo esté cubierto por la garantía, lo mejor es ponernos en contacto con la propia operadora. En este sentido, las principales compañías son muy activas en lo que a reparaciones se refiere: según datos de 2015, Vodafone atendía entre 70.000 y 80.000 casos mensuales con un plazo de cinco días; mientras Orange tardó alrededor de una semana de media en reparar unos 50.000 terminales mensuales. Estos son solo dos ejemplos, a los que se sumarían muchos otros: desde el de Phone House, que hace dos años atendió unas 300.000 averías en sus 500 tiendas españolas; hasta el de aquellas tiendas-locutorios que ofrecen precios muy reducidos, justificados por la alta competencia y el empleo de recambios económicos.

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