Formas de probar una distro Linux hay varias, pero más rápidas y cómodas que simplemente abrir una pestaña en el navegador web, pocas; aunque no sea nada nuevo. Sea como fuere, DistroTest es un caso aparte que ha reunido por el momento más de 200 sistemas Linux y algún otro como Haiku o la familia BSD, listos para echar a correr a golpe de ratón.
DistroTest es una página web con un largo listado de sistemas ordenados por orden alfabético. En concreto, a la hora de publicar esta entrada el número asciende a 228 sistemas operativos y 714 versiones de los mismos. Y sí, encontrarás lo más granado de GNU/Linux, léase Ubuntu, Debian, Fedora, openSUSE, Arch Linux… Y un largo etcétera, que se suele decir.
El funcionamiento, además, es muy sencillo: buscas el sistema que quieras probar, entras en su página y lanzas la versión que te interese, para lo cual deberás esperar unos segundos a que esté preparada y permitir la ejecución de ventanas emergentes en esa pestaña; o introducir los datos de conexión en el cliente VNC de tu preferencia y hacerlo por ahí.
El cómo funciona este invento, es evidente: virtualización. DistroTest es un gran servidor Debian con QEMU sirviendo a su vez cada sistema.
Comentan sus creadores que «no hay restricciones aquí: puedes usar todas las funciones del sistema, desinstalar e instalar software, probar programas instalados e incluso eliminar o formatear el disco duro o los archivos del sistema». Pero lo cierto es que no es tan así.
1, 2, 3, probando…
El espacio en disco asignado a cada instancia es de poco más de 1 GB, por lo que no es posible instalar la mayoría de sistemas, solo ejecutarlas en modo vivo. El tiempo de prueba de cada sistema, una hora. Y tampoco hay conexión a Internet disponible, dejando a DistroTest como un entrenimiento casual, más que como una herramienta verdaderamente útil. No obstante, es una curiosidad que hemos descubierto vía OSTechNix y que compartimos por si a alguien le interesa.
Pero ojo, porque si probar distros a través del navegador es una de las formas más rápidas y cómodas de hacerlo, también es una de las peores formas de hacerlo. Como no podía ser de otra manera, DistroTest -un pequeño proyecto llevado por dos personas- tiene limitaciones importantes de recursos y la experiencia roza lo difícil, por más curioso que resulte.
Para probar distros Linux en condiciones es infinitamente más recomendable bajarse unas cuantas ISO y utilizar Virtualbox o el propio QEMU; o mejor aún, pasarlas a un USB y probar el modo en vivo; o mejor aún, instalarlas en una partición: cuanto más te acerques a una instalación sobre hardware real, mejor será el rendimiento y la estabilidad.
