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El próximo ganador de Eurovisión es un robot

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No habrá Eurovisión este año. Como muchos otros eventos,  el COVID-19 ha obligado a los organizadores del festival europeo de la canción a buscar otras fechas. Y sin embargo, para los eurofans más recalcitrantes no está todo perdido. La televisión pública holandesa, que se encargaba este año de organizar el festival, está celebrando estos días el «AI Song Contest» o lo que es lo mismo: un concurso eurovisivo en el que los participantes son algoritmos basados en Inteligencia Artificial.

La idea surge hace unas semanas, cuando un grupo de investigadores holandeses, decide aprovechar la ventana de oportunidad que le da la cancelación del evento para difundir su iniciativa es decir, experimentar con las posibilidades que ofrece la IA a la hora de componer un hit musical.

Como cuentan en Ars Technica, el equipo holandés, entrenó su algoritmo utilizando las melodías y los ritmos incluidos en más de 200 temas eurovisivos populares, desde el «Waterloo» (1974) de Abba hasta el «Euphoria» (2012) de Loreen. Para le letra en cambio, los investigadores decidieron entrenar un segundo modelo en el que emplearon los contenidos de distintos grupos de Reddit. El resultado final ha sido un tanto descacharrante. Porque aunque la música de este «Abuss» se mantiene dentro de cierta normalidad, la letra ha acabado por lanzar proclamas anarquistas del tipo “kill the government, kill the system.»

A pesar de ello, los holandeses decidieron presentar Abuss al concurso, ya que como explicó en su momento Janne Spijkervet, una de las estudiantes que han trabajado en este proyecto, «es una forma de demostrar los peligros que implica el uso de la IA, incluso en algo tan teóricamente inofensivo como un festival musical».

El festival más reñido

La competición, que ha conseguido el respaldo de la propia Eurovisión, cuenta en su primera edición con la participación de 13 países. En estos momentos todas las apuestan dan por favorita a Australia, cuya «Beautiful the World» es un tema en el que para su composición, el algoritmo se ha nutrido de sonidos de koalas, dacelos y demonios de Tasmania. Y no, no es la primera vez que Australia participa en Eurovisión. El país oceánico ha participado hasta la fecha en tres ediciones, eso sí, en las que el cantante era de carne y hueso.

Otra de las que tiene posibilidades es «I´ll marry you, punk come» cuya composición corre a cargo del equipo alemán. Para hacerla realidad explican, han utilizado hasta siete redes neuronales. El resultado mezcla letras de balbuceos generados a partir de música a capella de los años 50 con estilos vocales de death metal generados por la IA y una línea de bajo cromático «pensada» por una red neural entrenada en el canon de Bach. Casi nada.

Como en el concurso original, para escoger al ganador se tendrá en cuenta tanto el «voto popular» como el del «jurado de expertos», formado en este caso por expertos en machine learning y Inteligencia Artificial. La esperanza «secreta» de los organizadores de este festival alternativo es que tal vez en un futuro, su ganador pueda llegar a participar en el concurso anual y competir contra los intérpretes humanos.

¿Pasa el futuro de la composición musical por la IA?

Pero más allá de la curiosidad que puede suponer la participación de un algoritmo de IA en Eurovisión, merece la pena preguntarse qué relevancia puede tener este tipo de tecnología en el futuro de la música. En uno de los capítulos de «Mozart in the Jungle», la serie de Amazon en la que Gael García Bernal interpreta a un director de orquesta, se plantea un dilema similar. Partiendo del inconcluso Réquiem de Mozart (el compositor falleció antes de terminarla), se especula si haciendo uso de la IA, podría llegarse a su final lógico tal y como Mozart lo hubiese deseado. En el capítulo vemos como un científico entrena su robot particular utilizando toda la obra del genio austriaco y sus contemporáneos. ¿El resultado? Desde el punto de vista técnico, parece impecable aunque todos coincidirán en decir que aunque la música está, la emoción brilla por su ausencia.

Es cierto que probablemente la IA no esté aún en ese momento y mucho menos, de crear desde cero una obra maestra. Sin embargo, no son pocos los que han visto su potencial a la hora de democratizar y flexibilizar la composición musical. Anna Huang, uno de los jueces del «AI Song Contest» explica por ejemplo,que el uso de la IA podría ayudar a cualquier estudiante pudiese componer para orquestas enteras, automatizando los arreglos necesarios para cada instrumento, o facilitando que experimenten con nuevas armonías y formas musicales.

De hecho, en esto último se basó uno de los experimentos que puso en marcha Google el año pasado. El gigante de Internet puso a disposición de los usuarios un Google Doodle interactivo que animaba a los internautas a introducir una melodía sencilla. Con esta fuente de entrada, la IA generó 55 millones de fragmentos musicales que combinados y procesados le permitieron crear decenas de armonías que el propio Bach habría firmado.

 

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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