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Análisis

Apple iPod shuffle 3G

El iPod shuffle de tercera generación (conocido como el iPod shuffle de 4 Gbytes de capacidad) es un reproductor de música reducido a la mínima expresión, tan pequeño que cuando lo tienes por primera vez en tu mano te preguntas cómo habrán podido los ingenieros de Apple integrar una batería con autonomía suficiente para reproducir música durante 10 horas y además una memoria flash de 4 gigas.

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El iPod shuffle de tercera generación (también conocido como el iPod shuffle de 4 Gbytes de capacidad de almacenamiento) es un reproductor de música reducido a la mínima expresión, tan pequeño que cuando lo tienes por primera vez en tu mano te preguntas cómo habrán podido los ingenieros de Apple integrar una batería con autonomía suficiente para reproducir música durante 10 horas y además una memoria flash de 4 gigas. El secreto está en que, salvo el boton de encendido (con la posibilidad de elegir entre reproducción secuencial o aleatoria), todos los controles del shuffle están en su auricular.

Como nos encontramos ante el iPod más pequeño de Apple (y probablemente el reproductor de música MP3 más pequeño del mercado, aunque no podemos asegurarlo porque hay tantos que igual alguno se nos escapa), lo mejor será hablar de su tamaño y aspecto. Fabricado en aluminio anodizado (como el de los MacBook), está disponible en color plata o negro, sus medidas son 45,2 x 17,5 x 7,2 mm (incluida la pinza) y sólo pesa 10,7 gramos. Por cierto, la pinza es de aluminio normal, por lo que es más brillante y además en ella sí que se marcan las molestas huellas dactilares, lo que nos hace pensar si no hubiera sido mejor que Apple fabricara todo el iPod shuffle 3G en aluminio anodizado.

Como hemos dicho, salvo el botón de encendido (y sus dos modos de reproducción) y la entrada de auriculares no hay nada más (exceptuando el logo serigrafiado de la manzana en la pinza) en el nuevo shuffle. Ni control de volumen, ni botón para avanzar canción… Todo, absolutamente todo se maneja desde el cable de los auriculares, que al principio crearon un cierto descontento entre los usuarios porque, como es lógico, no vale cualquiera para manejar al iPod shuffle de tercera generación, aunque ya se han empezado a anunciar modelos de empresas como Scosche, Etymotic, V-MODA o Klipsch. Respecto a la entrada de auriculares, comparte función con el cable USB (por un lado el tradicional conector y por el otro extremo un minijack), que nos permitirá conectarlo a nuestro equipo para sincronizarlo con iTunes y también recargar la batería. Y lo dicho, poco más se puede decir del aspecto externo del iPod shuffle 3G, por lo que pasemos a otros asuntos.


De un vistazo podemos apreciar las diferencias entre las tres generaciones de iPod shuffle. De izquierda a derecha vemos al primero de todos, en el centro el shuffle de segunda generación y a la derecha el nuevo, donde además de su pequeño tamaño llama la atención que no cuenta con ninguna rueda de control.

La primera conexión

Aunque todavía no la hemos mencionado, la cualidad más diferenciadora de esta nueva generación de iPod shuffle es la posibilidad de que nos hable gracias a la función VoiceOver. Para que esto sea posible, la primera vez que conectemos el shuffle al ordenador iTunes nos ayudará a configurarlo de manera que se sincronice con nuestra biblioteca de música y también se active VoiceOver. Por primera vez en un iPod shuffle, ahora es posible guardar varias listas de reproducción, ya que gracias a VoiceOver podremos navegar entre ellas escuchando sus nombres.

El nuevo shuffle es políglota porque puede hablar en 14 idiomas diferentes: español, inglés, francés, alemán, italiano, checo, holandés, griego, japonés, chino mandarín, polaco, portugués, sueco y turco. iTunes selecciona automáticamente el idioma y la mejor voz para decir los nombres de las canciones y sus artistas. Obtiene información de la canción (título, artista y álbum) y aplica algoritmos para elegir el idioma correspondiente. Es decir, si iTunes localiza que una canción es inglesa, nos pronunciará tanto el nombre del artista como el título en el idoma de Shakespeare. Por supuesto, si quisiéramos escuchar esta información en otro idioma, se puede cambiar. Como curiosidad, comentaros que para el idioma inglés se escuchan diferentes tipos de voces según el sistema operativo con el que sincronices tu shuffle. Si lo haces con un Windows o un Mac OS X Tiger, la voz será la incluida en el paquete VoiceOver, pero si usas Mac OS X Leopard (la última versión del sistema operativo de Apple), escucharás una voz muy lograda de un locutor inglés que ya está metida dentro de Leopard.

Algunas de las opciones que nos da el iPod shuffle 3G cuando lo conectamos por primera vez (luego también es posible acceder a ellas). Como véis, se puede activar el control de volumen o convertir a AAC de 128 kbps las canciones con una velocidad de bits mayor o activar el modo de uso como disco (se comporta como una memoria flash).

Gracias a iTunes podremos organizar nuestras canciones en las llamadas listas de reproducción (por ejemplo, podríamos crear listas del tipo "Música para el gimnasio", "Musica para relajarnos", "Éxitos del rock and roll", "Pop español"…). También se pueden crear listas de reproducción inteligentes que se actualizarán automáticamente en función de las reglas que hayamos definido. Si queremos utilizar la función Genius y crear automáticamente listas de reproducción con canciones de nuestra biblioteca de música que combinan entre sí, deberemos configurar Genius en iTunes.

El iPod shuffle 3G sobre un MacBook con carcasa unibody.

Cómo funciona el mando de control de los auriculares

Los botones de control del nuevo iPod shuffle están ubicados en el cable auricular derecho de manera que te sea sencillo manejarlos con la mano derecha con sólo flexionar el codo. Tengo que decir que personalmente no me costó nada hacerme con ellos, aunque a veces, y sobre todo al principio, se me soltaba el auricular de mi oreja derecha por tirar sin querer del mando de control. Como hemos dicho, en el iPod shuffle las listas de reproducción son vitales porque no te deja seleccionar álbumes, aunque el truco está en crear una lista de reproducción por cada uno de los álbumes que luego quieras reproducir en el shuffle.

En la parte de arriba del shuffle sólo tenemos la entrada de auriculares (que sirve también para conectar el cable USB de sincronización y recarga de batería) y el interruptor de encendido.

Para saber en qué lista de reproducción nos encontramos, en el botón central del mando de control, después de que escuchemos la pista de reproducción y el artista, oiremos un leve pitido y cuando soltemos el botón el shuffle empezará a decir "en voz alta" los nombres de todas las listas de reproducción. Cuando escuchemos la que queramos, con volver a pulsar el botón central se empezará a reproducir dicha lista. Eso sí, tened en cuenta que dependiendo de la posición del interruptor de encendido, la música se reproducirá en modo secuencial o aleatorio.

Esto tan pequeño es el mando de control (no sobrepasa los dos centímetros).

Pero aquí no acaba la cosa. Para hacer una pausa en la canción que estemos escuchando sólo hay que pulsar el botón central una vez. Si lo hacemos dos veces nos iremos a la canción siguiente, mientras que si pulsamos tres veces consecutivas iniciaremos la reproducción de la canción previa. Para saber el nombre de la melodía que estamos escuchando y el nombre del artista deberemos mantener pulsado el botón central un segundo más o menos. Por último, subiremos o bajaremos el volumen con el "+" y el "-" del mando de control.

Junto con el shuffle 3G se entrega este pequeño cable USB que en uno de sus extremos se conecta a su entrada minijack.

Conclusiones

El shuffle nunca ha sido nuestro iPod favorito, es más, es el que menos nos gusta, pero entendemos que se dirige a un público muy particular que probablemente lo utiliza como su "segundo iPod" en momentos determinados donde el factor peso y tamaño es fundamental. Dicho esto, creemos que el hecho de que sólo pese 10,7 gramos, tenga un tamaño tan reducido y nos permita controlarlo con el mando incluido en los auriculares es todo un acierto de Apple para este tipo de público, pero, lo sentimos, a nosotros no nos apasiona. Por cierto, no vemos tan importante la reducción en dos horas de la vida útil de la batería (el modelo de segunda generación alcanzaba 12 horas mientras que este shuffle 3G se queda en 10 horas), pero nos extraña que Apple haya dado un paso atrás en este sentido, quizá motivada por el pequeño tamaño del nuevo shuffle.

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