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Guía: Montando un PC para jugar en 4K por 1.300 euros

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Montar un PC para jugar en 4K puede ser toda una odisea, especialmente si tenemos en cuenta la gran cantidad de configuraciones posibles que tenemos y las dudas que han generado algunas «desinformaciones» que circulan por Internet y que afirman que sólo es posible disfrutar de una experiencia realmente óptima gastando mucho dinero.

No es necesario montar un procesador de 600 euros y una tarjeta gráfica de 800 euros si queremos construir un PC para jugar en 4K con garantías, de hecho con menos de lo que costarían esos dos componentes disponemos de todo el presupuesto necesario para dar forma a un equipo plenamente capaz para jugar en dichas resoluciones.

En este artículo vamos a demostrar que es posible montar un PC para jugar en 4K con calidades máximas o muy altas manteniendo un buen nivel de fluidez gastando alrededor de 1.300 euros, manteniendo un equilibrio óptimo entre los componentes y cuidando tanto el acabado estético como la ventilación y las posibilidades de ampliación.

Esperamos que os guste y sobre todo que os sea útil. Como siempre podéis dejar cualquier duda que tengáis en los comentarios.

Plataforma

Hemos apostado por la plataforma AM4 de AMD por ser la que mejor relación calidad-precio ofrece actualmente, ya que con ella podemos acceder a procesadores con un alto IPC y un buen conteo de núcleos-hilos sin hacer un gasto excesivo.

Dicha plataforma también cuenta con todas las funciones avanzadas y características que podemos llegar a necesitar tanto a medio como a largo plazo, así que es cubrirá y se adaptará sin problemas a futuros cambios.

Esto quiere decir que hemos apostado por RYZEN, y dentro de esa gama de procesadores también hemos priorizado el binomio calidad-precio como veréis a continuación.

Procesador

Hemos elegido un RYZEN 5 1600 porque ofrece un rendimiento excelente, tiene un funcionamiento muy fresco incluso con el disipador de serie y su precio es muy bueno.

Dicho procesador monta seis núcleos y tiene doce hilos gracias a la tecnología SMT. Sus frecuencias de trabajo son de 3,2 GHz-3,6 GHz en modo normal y turbo, pero podemos llevarlo a 3,8 GHz sin problemas con el ventilador de serie y mantener en todo momento las temperaturas por debajo de los 70 grados a plena carga.

Podemos conseguirlo por 225 euros.

Placa base

Aunque el presupuesto no es tan bajo como el de otros montajes debemos intentar no hacer derroches innecesarios, una realidad que nos ha llevado a apostar por una placa base con chipset B350.

Hemos apostado por la GIGABYTE GA-AB350-GAMING 3, una placa base que tuvimos ocasión de analizar en su momento y que ofrece una excelente calidad de construcción, una estabilidad total y cuenta con todo lo que necesitaremos para disfrutar al máximo de nuestro equipo.

Ya ha recibido la actualización AGESA 1.0.0.6a, así que ofrece un excelente soporte con la mayoría de los kits de memoria RAM del mercado.

Su precio es de 114,95 euros.

Memoria RAM

Es un componente fundamental para asegurar un buen rendimiento así que debemos cuidar nuestra elección, ya que RYZEN se lleva muy bien con las memorias de alta velocidad y latencias ajustadas.

Teniendo eso en mente y siguiendo el criterio de buscar la mejor relación calidad-precio hemos optado por un kit Corsair Vengeance LPX DDR4 a 3.000 MHz PC-24000 de 16 GB.

Dichas memorias funcionan en doble canal (2 x 8 GB) y cuentan con unas latencias CL15.

Su precio es de 152 euros.

Tarjeta gráfica

Componente imprescindible ya que de él dependerá que podamos jugar mejor o peor. Montar un PC para jugar en 4K con garantías requiere que pongamos la mirada directamente en la gama alta pero no podemos cometer excesos ya que el presupuesto es limitado así que nos hemos ido a las GTX 1080, en concreto a por el modelo Windforce OC de GIGABYTE.

Dicha tarjeta gráfica tiene una excelente relación calidad-precio, ya que ofrece una construcción de primer nivel y puede llegar a los 1.797 MHz en la GPU en modo turbo activando el perfil OC. Sus 8 GB de GDDR5X a 10 GHz aseguran que no nos quedaremos cortos de memoria ni de ancho de banda.

Su precio es de 579 euros.

Unidades de almacenamiento

Nuestro PC para jugar en 4K va cogiendo forma pero el presupuesto se está agotando. Ya tenemos los componentes clave para asegurar un rendimiento óptimo en dichas resoluciones, pero hemos apostado por el equilibrio así que no podemos descuidar los otros elementos.

Por ello hemos elegido una combinación de SSD más un HDD que nos permitirá disfrutar de lo mejor de esos dos mundos con una inversión mínima.

El SSD que hemos elegido ha sido el Kingston HyperX Fury de 120 GB, un modelo que ofrece capacidad suficiente para el sistema operativo y algunos juegos concretos. Tiene unas velocidades muy buenas (500 MB/s en lectura y escritura secuencial) y un precio de 62,75 euros.

Para el disco duro (HDD) nos hemos decantado por un Toshiba P300 de 1 TB a 7.200 RPM. Con él cubriremos de sobra nuestras necesidades y disfrutaremos de un buen rendimiento. Cuesta 49 euros.

Fuente de alimentación

Tenemos un equipo de gama alta que alimentar aunque por suerte no hemos elegido componentes muy «tragones».

La GTX 1080 necesita una fuente de 500 vatios y un conector de alimentación de 8 pines, mientras que el procesador a frecuencias de stock tiene un TDP de 65 vatios.

Con el resto de componentes en mente y teniendo en cuenta que vamos a hacer overclock en la CPU y que no queremos cerrarnos las puertas a futuras expansiones hemos apostado por una Corsair TX550M 550W 80 Plus Gold.

Dicha fuente es semimodular, viene con dos conectores de 6+2 pines y ofrece potencia más que suficiente para mantener nuestro equipo y permitirnos futuras ampliaciones.

Tiene un precio de 77 euros.

Torre para el montaje

Nos ha sobrado bastante dinero del presupuesto así que podemos elegir una torre de calidad y con un diseño atractivo.

Esto es importante porque nos permitirá disponer de un buen flujo de aire y de espacio más que suficiente para llevar a cabo cualquier proyecto futuro.

Como siempre este punto depende del gusto de cada uno e incluso podéis elegir una torre más barata para montar un SSD más grande, por ejemplo, pero hemos querido seguir esa premisa del equilibrio hasta el final así que lo dejamos como opción.

Nosotros hemos elegido la Corsair Carbide Series Spec-Alpha, una maravilla que tiene una construcción de alta calidad, un diseño fantástico y viene con tres ventiladores para asegurar un excelente flujo de aire.

Cuesta 86 euros.

Notas finales: ¿Es realmente un PC para jugar en 4K?

Tenemos un PC para jugar en 4K sin problemas que además está cuidado al milímetro, ya que como dijimos hemos priorizado el equilibrio y la relación calidad-precio.

El coste total con la configuración que hemos elegido es de 1.345,70 euros, cifra que podríamos reducir prescindiendo del SSD o comprando una torre más económica. Si estáis muy apurados y no podéis pasar de 1.300 euros os recomiendo optar por una torre que ronde los 50 euros y mantener el SSD.

Como siempre toca hablar del rendimiento que ofrece, ya que es la única manera de comprobar si realmente hemos podido dar forma a un PC para jugar en 4K de forma óptima. Os dejamos algunos resultados:

  • Ashes of the Singularity (Extreme y DirectX 12): 51 FPS de media.
  • Battlefield 1 (máximo, DirectX 12): 64 FPS de media.
  • DOOM 2016 (máximo, Vulkan): 61 FPS de media.
  • HITMAN (máximo, DirectX 12): 50 FPS de media.
  • Resident Evil 7 (máximo, DirectX 11): 49 FPS de media.

Enlaces de interés: Guías MC.

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