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Prácticos

Mejora tu impresora de inyección

En este práctico os enseñamos, mediante unos sencillos pasos, lo que hay que hacer para cuidar y mantener nuestra impresora de inyección de tinta, consiguiendo así que la vida útil de ésta aumente. Las diferentes pautas de actuación que os explicamos a continuación son bastante sencillas, por lo que cualquier usuario puede realizar todo lo que contamos sin ningún tipo de problema.

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En este práctico os enseñamos, mediante unos sencillos pasos, lo que hay que hacer para cuidar y mantener nuestra impresora de inyección de tinta, consiguiendo así que la vida útil de ésta aumente. Las diferentes pautas de actuación que os explicamos a continuación son bastante sencillas, por lo que cualquier usuario puede realizar todo lo que contamos sin ningún tipo de problema.

Paso 1. Mantenimiento general

Como ya os hemos dicho, estamos hablando de impresoras de inyección de tinta. En éstas, todo el mecanismo de impresión se concentra en el cabezal, de ahí que casi todo el mantenimiento de este tipo de impresoras preste especial atención a este componente. A la hora de la limpieza el elemento más importantes a tener en cuenta es la propia tinta de los cartuchos. Además, se debe limpiar todo el polvo acumulado y los trozos de papel desprendido que puedan entorpecer el funcionamiento de nuestra impresora.

La tinta, aparte de manchar partes de la impresora o el propio papel, puede provocar que los inyectores queden inservibles si ésta queda seca sobre ellos. Para la limpieza de nuestra impresora debemos utilizar un paño de algodón y agua o un limpiador de plástico.

En primer lugar, retiramos las bandejas de papel de la impresora. Seguidamente separamos los cartuchos para proceder a su limpieza (¡cuidado porque podemos mancharnos con ellos!). Después, necesitaremos un pincel o un bote de aire comprimido para acceder a los engranajes y a los tambores de arrastre, y así retirar los restos de polvo y de papel que pueden existir allí.

Paso 2. Limpieza y mantenimiento de los cabezales de impresión

Este paso sólo debe realizarse en el caso de que notemos que se ha deteriorado la calidad de la impresión o que aparecen defectos en las hojas impresas. Para limpiar los cabezales podemos hacerlo de dos formas: una automática y otra manual. Los fabricantes suelen recomendar hacerlo de forma automática para evitar posibles daños en los conductos del cabezal. No obstante, hay otros fabricantes que venden kits de limpieza para hacerlo manualmente.

La limpieza automática se realiza desde el menú de herramientas de los controladores de la impresora. La operación no es otra que hacer pasar la tinta por los conductos a una mayor presión para proceder a su desatranco. Por ello, este proceso produce un generoso gasto de tinta que debes tener en cuenta a la hora de realizarlo.

Lo primero que debemos hacer para llevar a cabo la limpieza manual es extraer el cabezal de impresión, para lo cual hay seguir las instrucciones del fabricante. Para su limpieza debemos colocar el cabezal con los orificios hacia abajo (con un papel debajo) y agitarlo hasta que veamos el papel manchado, eso indicará que los orificios se han desatascado. También podemos utilizar un paño empapado en alcohol para limpiarlo, aunque recomendamos no utilizar mucho alcohol para no alterar la composición de la tinta.

Además de su limpieza para el buen funcionamiento de los cabezales es interesante que éstos esten alineados. Para ello hay que utilizar el controlador en su apartado de herramientas para que nos proporcione el programa adecuado.

Paso 3. Cambio de tinta

Este es el proceso que más veces realizaremos a lo largo de la vida de nuestra impresora. Para ello hay que sustituir los cartuchos, cosa que no tiene ningún misterio ya que viene explicado gráficamente en la mayoría de los modelos.

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