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El CrunchPad ya es historia

Durante todo el año se ha venido hablando del CrunchPad, un dispositivo que surgió como una idea de la comunidad de lectores de TechCrunch que parecía que ofrecería una alternativa viable a los TabletPCs convencionales. Sin embargo, el proyecto de desarrollo de este portátil en formato Tablet ha sido «robado» en cierta forma por la empresa que estaba colaborando en el desarrollo Fusion Garage, que ahora, justo a punto de tenerlos preparados, quiere venderlos como suyos propios.

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Durante todo el año se ha venido hablando del CrunchPad, un dispositivo que surgió como una idea de la comunidad de lectores de TechCrunch que parecía que ofrecería una alternativa viable a los TabletPCs convencionales. Sin embargo, el proyecto de desarrollo de este portátil en formato Tablet ha sido «robado» en cierta forma por la empresa que estaba colaborando en el desarrollo Fusion Garage, que ahora, justo a punto de tenerlos preparados, quiere venderlos como suyos propios. 

 

El propio Michael Arrington, fundador de TechCrunch, ha publicado un post contando la sorprendente historia de lo que ha ocurrido con su CrunchPad. Este dispositivo en formato Tablet PC con pantalla táctil de 12 pulgadas iba a ser toda una revolución en un mercado dominado por los grandes fabricantes, y las ideas del desarrollo llegaron gracias a la comunidad de lectores de TechCrunch.

 

Esa idea inicial comenzó a desarrollarse en colaboración con Fusion Garage, una empresa con sedes en Singapur y Taiwán que ofrecería los recursos necesarios para su puesta en marcha y fabricación.

 

El proyecto estaba a punto de finalizar, y se esperaba que a finales del pasado mes de noviembre se presentase el primer modelo de CrunchPad, pero sin embargo no ocurrió así. Como explica Arrington, días antes de la presentación recibió un correo electrónico del CEO de Fusion Garage, Chandra Rathakrishnan, que le comentaba que querían quedarse con la propiedad intelectual del dispositivo, aunque permitirían actuar a TechCrunch como representante y evangelizadora de la solución.

 

La propiedad intelectual era de las dos empresas, lo que hace imposible que ni TechCrunch ni Fusion Garage puedan terminar el desarrollo por sí mismas, y tal y como indica la actitud del CEO de Fusion Garage -al menos según el post de Arrington, aunque ellos tendrán su propio punto de vista- el CrunchPad parece cosa del pasado, lamentablemente.

 

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