Análisis
Smartphones y almacenamiento
Los teléfonos móviles ya no son lo que eran. Han pasado de ser dispositivos para comunicarnos de forma básica a convertirse en verdaderos compendios de funcionalidades, desde ordenador hasta cámara digital o GPS. Todas estas funciones nuevas que adoptan los teléfonos tienen una necesidad en común: el almacenamiento. Y es todo un reto dotar a terminales tan compactos con un sistema de almacenamiento rápido, fiable y de gran capacidad. Vamos a repasar necesidades y soluciones.
Los teléfonos móviles ya no son lo que eran. Han pasado de ser dispositivos para comunicarnos de forma básica a convertirse en verdaderos compendios de funcionalidades, desde ordenador hasta cámara digital o GPS. Todas estas funciones nuevas que adoptan los teléfonos tienen una necesidad en común: el almacenamiento. Y es todo un reto dotar a terminales tan compactos con un sistema de almacenamiento rápido, fiable y de gran capacidad. Vamos a repasar necesidades y soluciones.
A medida que los fabricantes van agregando funcionalidades a los teléfonos móviles, como cámaras digitales de mayor resolución, posibilidad de grabar vídeo, reproducción de películas, navegación GPS, ejecución de programas y juegos, navegación por Internet, consulta de correo electrónico y otras, surge el problema de dónde y cómo se van a almacenar todos esos datos que precisan estas aplicaciones para funcionar.
Si antes un teléfono no precisaba más que un puñado de Kilobytes para almacenar nuestras agendas y mensajes de texto, con la sofisticación de los terminales la cosa se complica. Vamos a revisar con qué necesidades de almacenamiento nos vamos a encontrar si damos uso de todas las funciones de la que es capaz nuestro teléfono móvil.
2 Gbytes |
4 Gbytes |
8 Gbytes |
16 Gbytes |
32 Gbytes |
|
Reproducción películas (o grabación en vídeo) |
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Alta calidad (13 Mbps/CBR) |
20 min. |
40 min. |
80 min. |
160 min. |
320 min. |
Calidad normal (9 Mbps/VBR) |
30 min. |
60 min. |
120 min. |
240 min. |
480 min. |
Baja calidad (6 Mbps/VBR) |
45 min. |
60 min. |
180 min. |
360 min. |
720 min. |
Fotografias digitales |
|||||
10 Megapíxeles, 3.648 x 2.736 |
770 fotos |
1.540 fotos |
3.080 fotos |
6.160 fotos |
12.320 fotos |
Música |
|||||
ACC, MP3 alta calidad, 128 Kbps |
34 h 7 min. |
68 h 14 min. |
136 h 27 min. |
272 h 54 min. |
545 h 48 min. |
CBR = Tasa de bits constante
VBR = Tasa de bits variable
No hay que olvidar que si utilizamos el teléfono con más de una de estas aplicaciones las necesidades de almacenamiento se suman. Luego hay que añadir otras aplicaciones con necesidades de almacenamiento como los programas de navegación GPS. Un mapa de Europa completo puede llegar a ocupar unos 256 Mbytes aproximadamente. Otras aplicaciones como juegos o herramientas de ofimática ocupan una cantidad variable pero respetable de espacio de almacenamiento.
Como vemos, aunque un teléfono pueda potencialmente hacer muchas cosas, podemos encontrarnos con la desagradable sorpresa de que el almacenamiento por defecto que proporciona el terminal se vaya agotando rápidamente. Por suerte muchos de los fabricantes de telefonía están optando por proporcionar a sus productos la posibilidad de ampliar el almacenamiento del móvil a través de tarjetas de memoria.
El formato que más éxito está teniendo en estos terminales es la microSD card o su evolución la tarjeta microSDHC. Estas tarjetas, herederas de la tarjeta SD (Secure Digital), permiten una gran capacidad de almacenamiento (hasta 32 Gbytes) con una velocidad de lectura y escritura muy alta que permite satisfacer las necesidades multimedia y de otras aplicaciones de los modernos terminales.
¿Cuál es el grado de adopción de esta tecnología en el mercado? Según cifras de la SD association, en 2010 se prevé que un 81,6% de los terminales que se vendan en el mundo sean compatibles con el formato microSD. Como se puede ver en la gráfica, la adopción de esta tarjeta ha crecido mucho desde su lanzamiento en 2005 e incluso actualmente muchos fabricantes de cámaras digitales y otros dispositivos como GPS se están pasando a la hermana pequeña de la tarjeta SD.
Físicamente una tarjeta microSD es realmente diminuta, más pequeña que una uña. Mide 15 x 11 x 1 milímetros y su peso es de aproximadamente medio gramo. Es tan minúscula que suele venderse con un estuche de plástico que impida que se nos extravíe. La capacidad de almacenamiento de una tarjeta microSD es de hasta 2 Gbytes, mientras que las tarjetas microSDHC llegan hasta los 32 gigas.
Hay que tener en cuenta que aunque cualquier dispositivo compatible con microSDHC puede funcionar perfectamente con tarjetas microSD, lo contrario no es cierto: un dispositivo antiguo compatible con microSD puede no serlo con microSDHC. Sin embargo, los fabricantes se están adaptando. Por ejemplo desde 2009 todos los dispositivos Windows Mobile son compatibles microSDHC.
Si no nos conformamos con el almacenamiento de las tarjetas mIcroSD o microSDHC solamente tendremos que esperar un poco. En la feria CES 2009 ya se presentó una nueva generación de tarjetas microSD denominadas microSDXC que permiten almacenar hasta 2 Tbytes de datos.
Otra característica importante de los sistemas de almacenamiento es su rendimiento. La SD Association ha desarrollado un índice de prestaciones de las tarjetas microSD que clasifican las tarjetas en Clase 2, Clase 4 y Clase 6. Esta etiqueta, que podemos encontrar indicada en las tarjetas, muestra la velocidad de transferencia: de por lo menos 2, 4 y 6 Mbytes por segundo respectivamente. Las tarjetas microSDXC por su parte llegarán hasta los 104 Mbytes por segundo de transferencia.
Un detalle que puede pasar desapercibido pero que es importante para la versatilidad de estos sistemas de almacenamiento es su capacidad de hot-swap, es decir, que la tarjeta de memoria pueda ser intercambiada con el terminal encendido. Eso nos permite, por ejemplo, disponer de una tarjeta para almacenar fotografías y otra con música y poder cambiarlas cuando cambiemos el uso del teléfono.
Algunos terminales permiten el intercambio de tarjetas y disponen de una ranura que es accesible en la carcasa exterior del teléfono. Sin embargo, otros terminales precisan que abramos el teléfono e incluso en ocasiones que retiremos la batería para acceder a la ranura de memoria. Un factor importante para la decisión de compra de un smartphone o un teléfono móvil multimedia.
Si queremos pasar el contenido de una tarjeta microSD o microSDHC a un ordenador precisaremos de una ranura compatible en el PC. Si éste no dispone de ella (es lo más habitual) podemos utilizar un adaptador que suele incorporarse con la tarjeta. Recientemente SanDisk ha incorporado al paquete con el que comercializa sus tarjetas microSDHC un lector USB específico para este tipo de tarjetas que permite leer su contenido incluso desde un ordenador sin ranuras para leer tarjetas de memoria.
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