Conecta con nosotros

Noticias

¿Quieres el que pudo ser el primer ratón de la historia? Es el momento para pujar por él

Publicado

el

¿Quieres el que pudo ser el primer ratón de la historia? Es el momento para pujar por él

¿Alguna vez te has preguntado cuál fue el primer ratón de la historia? Si eres un usuario casual de la informática y la tecnología lo más probable es que la respuesta sea no, pero en caso de que seas un apasionado o, como mínimo, una persona apasionada por el mundo de estos sorprendentes dispostivos y su historia, sí que es más probable que conozcas la historia de la que voy a hablar a continuación, y que al leer el nombre de Douglas Engelbart, hayas pensado de inmediato en la madre de todas las demostraciones.

Por si no es el caso, hagamos algo de historia: El 9 de diciembre de 1968, Douglas Engelbart y otros 17 investigadores de Stanford llevaron a cabo una demostración de 90 minutos de tecnologías innovadoras que proporcionaron una visión sorprendentemente precisa de un futuro que aún estaba a décadas de distancia. Y una de esas apuestas de futuro que se pudieron ver aquel día fue un dispositivo que, al moverse, desplazaba un elemento gráfico en pantalla. Era, efectivamente, el primer ratón de la historia, el precursor de los ratones que empleamos hoy en día.

En aquella presentación se mostraron, además del primer ratón, otras apuestas de futuro, como como una herramienta para procesar texto con edición en tiempo real, hipervínculos que permitían saltar rápida y cómodamente de unos documentos a otros, videoconferencia, uso compartido de pantalla y una interfaz de software con ventanas que se podía navegar con el dispositivo señalador inventado por Engelbart y su colega, Bill English.

Ahora, 52 años después, el primer ratón de la historia o, al menos, uno de los primeros (no se puede confirmar si es el que empleo Engelbart en su presentación, pero sí que uno de los de la primera hornada, y que sentaron las bases sobre las que ha ido evolucionando uno de los dispositivos de control) está siendo subastado en RR Auctions, una subasta que partió de los 200 dólares, de momento acumula tres pujas que han subido hasta los 242 dólares y en la que el próximo participante tendrá que ofrecer 267 dólares. Hablamos de una subasta, por lo que hasta que se cierre no conoceremos su valor final, pero RR Auctions estima que estará por encima de los 800 dólares.

¿El primer ratón de la historia no debería ser más caro?

Si tenemos en cuenta que hablamos de un dispositivo histórico, lo cierto es que su valor de venta esperado parece un tanto bajo. La principal razón de ello, además de que no hay constancia explícita de si fue el primer ratón, es decir, el empleado por Engelbart en la gran presentación o, por el contrario, y pese a que tiene el mismo origen y seguro que fue ensamblado en ese mismo tiempo, no goza de tal honor.

Además, su anterior propietario, Serge Timacheff, cortó parte del cable para tenerlo como objeto de exposición en su mesa. Es interesante saber cómo el primer ratón llego a manos de Timacheff. Engelbart fundó una consultora tecnológica y, por avatares de la vida, ésta se instaló en parte del espacio de las oficinas de la compañía en la que, por aquellos tiempos, Timacheff era el  director de relaciones públicas. Con el tiempo desarrollaron una buena amistad y Engelbart terminó regalándole el ratón. La historia resulta aún más interesante al saber qué empresa era esa en la que trabajaba Timacheff. Y es que el ejecutivo que recibió como regalo el primer ratón de la historia trabajaba en Logitech.

La subasta estará activa hasta el próximo 17 de diciembre, y personalmente me extrañaría que fuera adjudicado por menos de mil dólares. Y es que, sea el primer ratón de la historia, el segundo o el quinto, lo que sí que está acreditado mediante múltiples documentos es su autenticidad, y estamos hablando de un dispositivo que, décadas después de ser concebido por Engelbart, sigue marcando el día a día de cómo interactuamos con el PC. Para algunos en aquella presentación se «adivinó» el futuro, pero en realidad lo que se hizo fue escribirlo.

Si quieres ver la madre de todas las demos, justo bajo este párrafo encontrarás la primera parte de la misma, y estos son los enlaces para ver la segunda parte y, finalmente, la tercera parte. Si tienes 90 minutos, curiosidad y la capacidad de «dar un salto» hasta 1968, verás cómo se escribió nuestro presente. Y no sé a ti, pero a mí me parece apasionante.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

Lo más leído