La ciudad de San Francisco bloquea la compra de ordenadores Apple

El ayuntamiento de San Francisco ha bloqueado la compra de ordenadores Mac en todos los departamentos oficiales que dependen de la ciudad y tras la decisión de Apple de retirar sus productos del programa EPEAT.

EPEAT es una certificación estándar de hardware que promueve ahorro energético y tecnologías verdes en la fabricación y reciclado de productos electrónicos. La norma está ampliamente extendida en occidente y es de obligado cumplimiento (hasta cierto nivel) en Estados Unidos, por lo que el bloqueo de San Francisco podría extenderse a otras agencias del país o al sistema educativo.

Más allá de los ingresos (mínimos) que pierde Apple por la decisión de San Francisco, la crítica velada de ‘warrete tecnológico mediombiental’ supone una publicidad negativa amplificada si tenemos en cuenta que la sede central de Cupertino se encuentra a escasos 70 kilómetros de la ciudad y muchos de sus empleados viven allí.

Por ello, la respuesta de Apple ha sido rápida: «Apple tiene un enfoque integral para medir nuestro impacto ambiental y todos nuestros productos cumplen con las más estrictas normas de eficiencia energética respaldado por el gobierno de Estados Unidos», ha explicado una portavoz.

«También somos líderes de la industria por la notificación en nuestra página web de las emisiones de gases de efecto invernadero de cada producto. Además, los productos de Apple son superiores en otras áreas importantes del medio ambiente que no se miden por la certificación EPEAT, como la eliminación de materiales tóxicos», indican.

Detrás de la retirada de Apple de EPEAT estaría el proceso de fabricación del nuevo MacBook Pro Retina, con un diseño qe en ningún caso hubiera conseguido la máxima certificación de la norma.

Por lo demás, únicamente HP y Dell aprueban el informe de Greenpeace sobre grado de cumplimiento ecológico de fabricantes de equipos electrónicos. Y Apple no es de los peores ya que se encuentra en la cuarta posición aunque el estudio muestra el gran camino que falta por recorrer a los grandes fabricantes mundiales de electrónica en cuidado del medio ambiente.

Recientemente, los activistas de Greenpeace pusieron la cara colorada a Amazon y Microsoft cuando desplegaron una enorme pancarta en Seattle en protesta contra el poco uso de energías renovables de los servicios en nube de estas tecnológicas.