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Análisis

¿Merece la pena XP SP3?

Microsoft ha publicado recientemente el Service Pack 3 de Windows XP, un conjunto de actualizaciones de seguridad que no ofrecen mejoras visibles pero que aportan un valor importante: resolver múltiples problemas y vulnerabilidades. Aun con los problemas que les ha planteado a ciertos usuarios, la instalación del SP3 es una excelente idea si piensas seguir utilizando Windows XP durante una larga temporada.

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Microsoft ha publicado recientemente el Service Pack 3 de Windows XP, un conjunto de actualizaciones de seguridad que no ofrecen mejoras visibles pero que aportan un valor importante: resolver múltiples problemas y vulnerabilidades. Aun con los problemas que les ha planteado a ciertos usuarios, la instalación del SP3 es una excelente idea si piensas seguir utilizando Windows XP durante una larga temporada.

Este tercer Service Pack incluye todas las actualizaciones aparecidas para Windows XP, incluyendo las de seguridad y los llamados hotfixes, los parches que permiten resolver vulnerabilidades importantes y que aparecen al poco tiempo de detectarse dichos agujeros de seguridad. Está destinado a todos los usuarios actuales de Windows XP, y de hecho Microsoft señala claramente que la instalación es posible en virtualmente cualquier escenario: es un Service Pack acumulativo, de modo que si ya tenías el SP1 o el SP2 instalado, podrás instalar sin problemas el SP3, aunque sí que es cierto que sus desarrolladores recomiendan partir de Windows XP SP2 para tener todas las garantías. Además, los idiomas soportados son los mismos que los que ya soportaba Windows XP.

El proceso de instalación de Windows XP SP3 es algo engorroso, sobre todo porque la actualización conlleva una instalación completa de un gran número de componentes que nos obligan a reiniciar el sistema varias veces. De hecho, en nuestro sistema de pruebas el proceso tuvo una desventaja clara: teníamos instalado Windows Vista y la actualización al SP3 de Windows XP provocó la reescritura del MBR, lo que hizo que la selección de Windows Vista como sistema operativo de arranque desapareciese. Esto se puede resolver desde el DVD de instalación de Vista, pero es evidente que Microsoft debería haber tenido más cuidado en este apartado. Además tuvimos que volver a instalar algunos drivers de dispositivo, como los correspondientes a nuestra tarjeta gráfica, puesto que durante la instalación se vuelven a configurar muchos de los dispositivos con controladores por defecto incluidos en Windows XP.

Esta instalación lleva además aproximadamente 30 minutos (aunque eso siempre depende del equipo del que dispongamos), por lo que es prácticamente una re-instalación de Windows XP más que una actualización. Tras el proceso conservaremos nuestras aplicaciones y documentos donde estaban, con el menú de Inicio y el resto de preferencias del sistema intactas, pero aun así creemos que desde luego la necesidad de reiniciar constantemente el sistema y de presentar pantallas de bienvenida como si se tratase de una nueva instalación puede confundir a muchos usuarios.

Si instalamos el Service Pack 3 a través de Windows Update no necesitaremos introducir la clave de activación de nuestro sistema operativo; de hecho, se supondrá que Microsoft ya lo ha validado anteriormente puesto que para acceder a la descarga tendremos que haber pasado previamente el control WGA. Es una pequeña ventaja que hará menos molesto el proceso de instalación a aquellos usuarios que ya hayan pasado por el trámite de la validación de sus copias de Windows vía el molesto programa Windows Genuine Advantage.

Nuevos componentes

El conjunto de parches incluye también funcionalidades que antes se habían ofrecido como actualizaciones independientes, como es el caso de la Microsoft Management Console 3.0 o los Microsoft Core XML Services 6.0 (MSXML 6.0), mientras que en otros casos deja el sistema tal y como estaba, sólo que actualizado.

Una de las sorpresas más increíbles del SP3 es la instalación por defecto, queramos o no, de Internet Explorer 7. El nuevo navegador de Microsoft aporta importantes mejoras (como la navegación por pestañas), pero instalar algo tan importante como un navegador sin pedir el permiso del usario hace que la polémica sobre la actitud de monopolio de Microsoft vuelva a salir a la luz.

La explicación de esa instalación por defecto la daba hace unos días uno de los desarrolladores de Microsoft, que argumentaba que el comportamiento de las actualizaciones en IE6 e IE7 y de la forma en la que guardan las preferencias o la copia de seguridad del propio navegador hacen necesaria la instalaciónde IE7 para poder realizar una hipotética desinstalación de forma correcta. No obstante, y aunque las razones sean de diseño puro del funcionamiento del sistema, esa actitud de Microsoft es, como mínimo, sospechosa, y nos hace pensar en que en Redmond quieren forzar de cualquier forma el uso de IE7 como navegador tanto en Windows XP como en Vista, donde sí que es un componente ineludible.

Lo que sí incluye es el componente denominado Network Access Protection (NAP), que está orientado a utilizar Windows XP en entornos con los nuevos sistemas operativos servidores Windows Server 2008. La tecnología NAP ha sido considerada como una inclusión muy adecuada para el SP3 para estos casos, y por ello se instala por defecto.

El nuevo Windows Instaler 3.1 v2 resuelve algunos problemas que existían con la versión previa, que fue publicada en septiembre de 2004, además de mejorar las funcionalidades de este importante componente.

En el tema de comunicaciones destacan especialmente las ayudas que se han incluido para una mejor comunicación entre XP y Vista, sobre todo con la integración de Peer Name Resolution Protocol y, en especial, de Remote Desktop Protocol 6.1, el protocolo utilizado para las conexiónes con Terminal Server desde clientes que usan dicha tecnología. Para usuarios de comunicaciones Wi-Fi destaca el soporte a WPA2, una solución de seguridad derivada del estándar 802.11i que ofrece nuevas capacidades a la hora de proteger nuestra red inalámbrica.

Además de esos nuevos componentes, se han mejorado otros que ya existían añadiendo además nuevas funcionalidades, como las que afectan a la llamada Detección de los Black Hole Routers, los routers que de forma inadvertida descartan ciertos paquetes.

También son importantes para los administradores de sistemas las mejoras del panel de control y las opciones de seguridad que entre otras cosas ahora están mucho mejor explicadas para evitar posibles configuraciones incorrectas en los distintos apartados. En materia de seguridad Microsoft también ha añadido nuevos algoritmos para la validación de certificados X.509, y en concreto, los algoritmos SHA2, cada vez más extendidos.

Diferencias con respecto a Vista SP1

Un reciente documento de la propia Microsoft ha desvelado las principales diferencias que muestra Windows XP SP3 con respecto a Windows Vista SP1. Algunas de ellas son especialmente relevantes y confirman nuestra sensación de que Microsoft ha publicado el SP3 para «salvar los muebles» y ofrecer una puesta a punto sin demasiada ambición que cumpla con las necesidades básicas de los usuarios de Windows XP, cuando en realidad todo en ese documento impulsa a comprar e instalar Windows Vista, que teóricamente (al menos según este texto) está mucho mejor preparado para los tiempos que corren. Hemos recopilado las diferencias más importantes, y son las siguientes:

1. Soporte DEP: la tecnología Data Execution Prevention hace uso del famoso bit NX (No eXecute) para evitar cierto tipo de ataques, y aunque esta característica está soportada en XP SP3, no está activada por defecto, aunque en Vista SP1 sí. Además, indican en el documento que en Vista SP1 esa característica se combina con la tecnología Adress Space Layout Randomization (ASLR) y con el llamado service hardening, un sistema de protección de ciertos servicios con privilegios muy restrictivos.

2. Cifrado Bitlocker: efectivamente, esta característica de Windows Vista SP1 es uno de sus puntos fuertes, mientras que las limitaciones de Windows XP son importantes. Es evidente que contamos con soluciones de terceras partes para solventar esas carencias de XP, pero en cualquier caso, Vista SP1 ofrece ventajas muy relevantes en dicho apartado.

3. Windows Firewall: mientras que Windows XP sólo ofrece filtrado de conexiones entrantes, en Vista el cortafuegos también filtra y protege conexiones salientes. Además, en Vista el Firewall es capaz de aplicar reglas de forma dinámica según el tipo de red al que estemos conectados. Ya habíamos visto análisis de este apartado en los que se apuntaba que, efectivamente, el comportamiento del firewall de Windows Vista era notablemente mejor que el de Windows XP (cosa que, la verdad, no era muy difícil).

4. Internet Explorer 7: una de las mejoras de IE7 en Vista proporciona defensas adicionales frente a posibles atacantes. El llamado Modo Protegido este navegador se ejecuta con privilegios restringidos, permitiendo evitar que cierto tipo de códigos maliciosos aprovechen posibles vulnerabilidades. De nuevo, minipunto y punto para Vista SP1, ya que aunque podemos instalar IE7 en Windows XP, esa característica está asociada a Windows Vista.

5. Controles ActiveX: la instalación de controles ActiveX es ahora mucho más potente, tanto en máquinas individuales como en corporaciones. Es una mejora sensible, pero que no evita el hecho de que ActiveX con sus virtudes sigue siendo uno de los métodos más extendidos para tratar de ejecutar código malicioso en nuestros ordenadores.

6. Control de Acceso de Usuarios: en este punto tenemos que diferir con Microsoft, que afirma que este sistema para proteger ciertas acciones mediante una política de privilegios es eficaz. Se ha hablado mucho (y muy mal) de UAC, una mala implementación de los sistemas de protección de escalada de privilegios en Linux, por lo que en este caso las diferencias en XP SP3 y Vista SP1 no son demasiado relevantes.

7. Image-Based Setup (IBS): esta característica es destacable, y hace que durante el proceso de instalación de Windows Vista se instale en realidad una imagen de un sistema operativo estándar, un proceso que es mucho más rápido que la tradicional copia de ficheros y la creación de la jerarquía de carpetas de Windows XP. Eso permite acelerar de forma sensible el proceso de instalación, algo importante si tenemos que hacer no una, sino decenas de implantaciones de estos sistemas operativos.

8. Centro de Movilidad de Windows / Centro de Sincronización: estos dos nuevos componentes de Windows Vista se sitúan como un buen asistente a la hora de sincronizar nuestros dispositivos móviles, mientras que en XP hay que utilizar distintas aplicaciones y paneles de control. No es un apartado importante para muchos usuarios, pero sin duda aporta comodidad para aquellos amantes de los gadgets.

9. Gestión de energía: sorprendentemente, en el documento afirman que las capacidades de Windows Vista para controlar el ahorro de energía son mucho más potentes. Puede que lo sean, pero eso no puede esconder la realidad: el consumo de recursos de Windows Vista es superior al de Windows XP, y por tanto lo más probable es que tu portátil con XP SP3 aguante más encendido que si tuvieras Vista SP1 en la misma situación.

10. Gestor de redes inalámbricas: las mejoras en Vista afectan tanto al manejo de perfiles como a la detección de las redes de más calidad (aunque eso ya existía en XP) y a la propia usabilidad del gestor de conexiones inalámbricas, que teóricamente hace más sencillo el proceso de conexión a estas redes. No obstante, el gestor de XP suele ser perfectamente válido para la mayoría de escenarios, de manera que este apartado vuelve a parecernos poco relevante.

11. Búsquedas: en Windows XP disponemos desde hace tiempo de una capacidad de búsqueda de escritorio, que permite indexar el contenido de nuestras particiones Windows para acelerar las búsquedas. En Windows Vista dicha capacidad se ha ampliado con la posibilidad de salvaguardar las búsquedas o la de añadir etiquetas en forma de metadatos a los ficheros, pero en esencia ambos sistemas son funcionalmente muy similares. Cierto que en Vista las búsquedas están mejor integradas, pero esta diferencia es poco importante.

12. Interfaz de usuario: mucho podría decirse en este apartado, y aunque Windows Vista propone una interfaz visualmente más atrevida y potente que la del austero Windows XP, las mejoras en la usabilidad son las que determinan la validez de estos entornos, y no tanto su belleza visual. En este sentido sí hay que destacar que Vista proporciona mejores herramientas para trabajar con el sistema operativo, aunque también es cierto que hay que acostumbrarse a esas nuevas prestaciones, lo que impone un pequeño aprendizaje que, sin duda, compensa. Lamentablemente, esas prestaciones visuales también imponen un uso importante de procesador, tarjeta gráfica y memoria, lo que puede desestimar su uso en equipos con un hardware limitado.

Un Service Pack problemático

No se recuerda en ninguno de los Service Pack anteriores que hubiera habido tantos problemas como han surgido en esta tercera edición. Ya en las versiones previas del SP3 se detectaron conflictos importantes y requisitos previos de instalación que causaron muchos quebraderos de cabeza. Finalmente se han resuelto la mayoría de ellos, pero sigue habiendo problemas escandalosos como el que ha afectado a algunos poseedores de procesadores AMD. Tras instalar el SP3 sin problemas en este tipo de máquinas, muchos usuarios se han encontrado con reinicios continuos, que no se podían solventar ni accediendo al modo seguro que volvía a causar un reinicio de la máquina. Como explica Jesper Johansson en su blog, en realidad dichos fallos no sólo se producen en máquinas con micros de AMD, sino que se pueden producir en otras situaciones y dependen de ciertas configuraciones específicas.

Sin embargo, la envergadura de este problema ha sido tal que incluso en HP (una de los fabricantes afectados en el caso de sus PCs con procesadores de AMD) han recomendado durante los pasados días no instalar la actualización al Service Pack 3 de Microsoft. Afortunadamente, el blog de Jesper Johansson propone una serie de soluciones según la situación y configuración, y es posible resolver el problema en la mayoría de los casos, pero es evidente que la aparición de errores tan graves no habla nada bien del entorno de pruebas y validación de Microsoft, que ha dejado escapar este importante defecto.

Pruebas de rendimiento

Si habéis llegado hasta aquí, probablemente os hayáis dado cuenta de que las mejoras que aporta Windows XP SP3 no son visibles a primera vista: se trata básicamente de un gran conjunto de actualizaciones, y aunque existen algunas características nuevas, lo cierto es que ninguna de ellas destaca especialmente ni ofrece un cambio revolucionario (ni siquiera evolucionario) en nuestro escritorio.

Pero también cabe preguntarse si hay un impacto real en las prestaciones del equipo. En ExtremeTech podemos encontrar un completo análisis de dicho impacto en el área de los videojuegos, ya que en una misma configuración se ha medido el rendimiento de varios juegos con Windows XP SP2, Windows XP SP3, Windows Vista y Windows Vista SP1.

Las conclusiones en este terreno específico son claras: no hay ganancia (ni pérdida) apreciable en ninguno de los sistemas operativos para las pruebas realizadas, lo que parece dejar bastante claro que según este test, da igual qué sistema operativo de Microsoft y qué Service Pack instales: el rendimiento de los juegos apenas cambiará. Obviamente otros factores entran en juego, como el soporte de DX10 que sólo está disponible en Vista y que aporta mayor realismo gráfico en los juegos con ese soporte, pero lo cierto es que en general esas conclusiones parecen determinantes.

Nosotros tan sólo comprobamos el rendimiento general del PC con el famoso benchmark PCMark05 tanto antes como después de instalar el Service Pack 3, y de nuevo nos encontramos con que la diferencia de rendimientos era prácticamente insignificante. Así pues, y pese a algunos informes previos que parecían apuntar a mejoras de un 10% en algunas aplicaciones, parece evidente que instalar este conjunto de actualizaciones no va a hacer que tu equipo vaya más rápido y fluido. Los resultados desglosados que ofrece PCMark05 confirman nuestras impresiones.

Conclusiones

Aunque parezca que en muchas de nuestras apreciaciones hablamos del SP3 en tono negativo, nuestra intención no era otra que la de reflejar que este Paquete de Servicio no es más que lo que pretende ser: un conjunto de parches que permitan dejar nuestro PC con Windows XP a la orden del día, algo muy importante a pesar de que no haya otros «extras» derivados de la aparición del Service Pack.

Con todo y con eso, tan sólo tener la seguridad de que vamos a contar con un sistema totalmente actualizado con los últimos parches de seguridad y correcciones de defectos y bugs en todo tipo de componentes es una poderosa razón para actualizar. Aunque recomendamos, como siempre, que se realice una copia de seguridad de los datos más importantes de nuestro sistema y de las preferencias y configuraciones que podamos exportar antes de realizar la actualización, creemos que la instalación del Service Pack 3 es muy, muy recomendable.

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