Análisis
Lenovo 3000 N100, un tanque
Tres meses tardé en encontrar un portátil que incorporara una pantalla con una resolución de 1.680 x 1.050 píxeles y uno de los nuevos micros Core 2 Duo de Intel, que fuera de marca, que estuviese bien de precio y encima que me gustase. Lo conseguí, pero tuvo que ser a través de Internet. Hoy un año después estoy encantado con mi Lenovo 3000 N100 y no dudo en decir que mi próximo equipo también será de esta empresa.
Tres meses tardé en encontrar un portátil que incorporara una pantalla con una resolución de 1.680 x 1.050 píxeles y uno de los nuevos micros Core 2 Duo de Intel, que fuera de marca, que estuviese bien de precio y encima que me gustase. Lo conseguí, pero tuvo que ser a través de Internet. Hoy un año después estoy encantado.
Como ya he adelantado, buscaba un equipo todoterreno, que fuera de marca, que tuviera una pantalla alta resolución y que fuese comedido de pecio, que no pasase de los mil euros. Para mí, era importante que estuviese gobernado por los hace un año nuevos micros de Intel, los Core 2 Duo. No necesitaba los modelos más potentes que llevan 4 megas de memoria caché de segundo nivel; con uno de la gama de 2 megas me servía.
También necesitaba que tuviera un disco duro de mucha capacidad, como poco de 100 Gbytes (era lo máximo en portatiles el año paso, sin dispararse el precio), para poder instalar dos sistemas opearativos, Windows XP y una distribución Ubuntu de Linux. Respecto a la memoria RAM, buscaba 2 Gbytes para trabajar bien con vídeo. Y por supuesto, varios puertos USB 2.0. Cuatro era lo ideal.
De marca y baratito
El diseño era algo que no me importaba en exceso pero si podía ser «bonito» mejor. El controlador gráfico tampoco me quitaba el sueño; con que montara PCI Express era más que suficiente. No soy muy jugón. La batería era un aspecto al que tampoco le presté mucha atención y es en lo único que me arrepiento pues se ha averiado al año (justo cuando se acaban las garantías), pero si soy honesto ha sido por hacer un mal uso de la misma, ya que siempre lo he tenido conectado a la corriente.
Si a esto le añadimos una regrabadora de DVD 16x tenía un equipo bastante potente pero difícil de encontrar debajo de la barrera los mil euros. Sí, ya se que hoy una configuración similar se encuentra por unos 600 euros pero os aseguro que hace un año no.
Después de mucho bucear en Internet buscando chollos, encontré un Lenovo 3000 N100 que cumplía bastante bien con las características que yo buscaba. Sólo fallaba en dos aspectos: incorporaba Vista de serie (y no se podía cambiar) y sólo daba un giga de RAM. Lo vendía Optize.es. Nunca pensé que haría una compra de este calibre en una tienda virtual, pero así fue.
Solicité a Optice que me ampliaran la memoria RAM del equipo, pero me echó para atrás el hecho de que perdía la garantía. Finalmente compré el equipo sin la ampliación, con la idea de ampliar la memoria en un año. Hoy os puedo decir que no lo voy a hacer. Probablemente me compre otro portátil…
El próximo también será Lenovo
Después de un año con mi portátil Lenovo estoy más que contento, es tremendamente potente y va más que sobrado para navegar por Internet, trabajar con Office, grabar DVDs, trabajar con Azureus y Emules, escuchar musica, ver películas, etc.
Donde más me ha sorprendido su rendimiento es en la edición de vídeo. En alguna ocasión he realizado algún trabajo de este tipo, y el doble núcleo se ha notado muchísimo. Es asombroso como el equipo te permite realizar todo tipo de tareas mientras se está procesando un vídeo, por ejemplo, para subirlo a Youtube.
Otro punto que me parece muy positivo es el tacto del teclado. He trabajado con diferentes portátiles y el tacto firme y suave que tiene este Lenovo me encanta. La pantalla con una resolución de 1.680 x 1.050 se te hace interminable. Parece que nunca terminas de colocar iconos en el escritorio y siempre te queda espacio. Eso sí, si tienes algún problema de vista no es aconsejable esta resolución, ya que tendrás la sensación de que todo es muy muy pequeño.
Por descatar algo negativo, os tengo que decir que tuve bastantes problemas para configurar la tarjeta de sonido. El problema era que Lenovo tenía el driver cruzado en su web de descargas con el de otro modelo, por lo que, cada vez que quería configurar el audio me decía el equipo que «tururú». Después de un fin de semana rastreando la web sin solución, hablé con el primer nivel de soporte de Lenovo y me indicaron que me descargara el driver de un modelo de portátil diferente. Y funcionó.
En definitiva, un ordenador al que le he dado mucha tralla y nunca me ha fallado. Se nota todavía la herencia de IBM. Como ya he adelantado, el próximo portátil será Lenovo. Con seguridad.
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